LA VIOLENCIA EN EL FÚTBOL

Roja a los padres

La federación catalana refuerza sus medidas contra la violencia para concienciar a los padres y evitar escándalos en sus campos

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RAÚL PANIAGUA / BARCELONA

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Cada fin de semana en algún campo de la geografía española se repite la misma historia. Los niños y niñas esperan con impaciencia que llegue el sábado y algún padre más impulsivo y descontrolado de la cuenta convierte un partido de fútbol en una bronca para desfogarse. Ha ocurrido siempre, pero ahora con las nuevas tecnologías esos escándalos son más visibles. Las imágenes, por ejemplo, de las trifulcas ocurridas en Andorra y en MallorcaAndorra Mallorca en las últimas semanas reflejan esa vergüenza que hay que atajar por completo.

La Federació Catalana de Futbol (FCF) ha extremado sus esfuerzos para combatir la violencia en los cuatro últimos años. "Cada fin de semana se disputan aquí 5.000 partidos y se registran unas 60 incidencias graves por año. La cifra se ha rebajado un 50%, lo notamos en las actas. Somos pioneros, pero aún queda mucho camino", asegura Oriol Camacho, secretario general de la FCF.

JUEGO LIMPIO

El organismo inició su campaña en la temporada 2012-13 incidiendo en el juego limpio, el respeto al árbitro y la lucha contra el racismo y la intolerancia. Después llegó la iniciativa 'Zero insults a la grada', que tuvo un gran impacto al quedar estigmatizado el padre señalado por el niño, y ahora destaca '+Kesport', que tiene un presupuesto de 1,5 millones de euros. "Es una apuesta seria, profunda y ambiciosa en busca de una transformación real, con el apoyo de la FCF, la Generalitat y las cuatro diputaciones", agrega Camacho.

"Los adultos deben entender que el objetivo no es hacer Messis ni Cristianos, sino formar a los niños" (Andreu Margarit, coordinador general de +Ksport)

La campaña se inició el pasado noviembre y se dirige a 72 clubs catalanes. "Queremos concienciar a los padres del objetivo principal del fútbol formativo: no queremos hacer Messis ni Cristianos, sino formar a los niños", explica Andreu Margarit, coordinador general de '+Kesport', que cuenta con una amplia red de técnicos educadores.

El programa permite a los niños evaluar el comportamiento de los padres durante los partidos a través de tarjetas verdesrojas amarillas. También recoge una especie de contrato para que los progenitores se comprometan "a respetar a entrenadores, jugadores y árbitros como si fueran sus hijos". En el próximo curso se incidirá en evitar los insultos en las redes sociales

'JO SEMPRE HI GUANYO'

El Govern y la Unió de Consells Esportius de Catalunya (UCEC), por otro lado, presentaron el jueves la campaña 'Jo sempre hi guanyo'. "Centraremos la importancia en el esfuerzo, no en el resultado. Para nosotros ganar es transmitir valores para hacer una sociedad mejor, no hacer muchos goles o muchos puntos", explica Jaume Domingo, presidente de la UCEC. Los árbitros pasan a llamarse "tutores de juego" y se establece un nuevo sistema de puntuación en el que se valorará el comportamiento. 

Antes de que se produjeran los últimos incidentes en el fútbol de formación, la Federación de Fútbol de Madrid (RFMF) acordó la implantación de escuelas de padres "con el fin de hacerles llegar la preocupación de la federación por estas circunstancias que venían sucediendo, aunque nosotros no hemos tenido casos graves desde hace dos temporadas, en que hubo una agresión a un árbitro", afirma Casildo Caricol, vicepresidente deportivo de la Federación. 

"En el fútbol base la seguridad no está cubierta al 100%. No podemos poner un policía detrás de cada persona" (Casildo Caricol, vicepresidente de la federacion madrileña)

Es un proyecto todavía por definir, que se pondrá en marcha para la temporada que viene, informa Carlos F. Marcote. También, a propuesta de Caricol, se va a ir en la dirección marcada por la federación andaluza para implantar un programa de Juego Limpio. El dirigente asegura que es un "problema de educación y convivencia" y apunta otro factor: "La seguridad de los campos no está cubierta al 100% por las limitaciones lógicas que hay. No podemos poner un polícía detrás de cada padre o jugador". 

'EL RESPETO GANA'

En otros lugares de España también se han llevado a cabo fórmulas para atajar la violencia de los padres en los partidos de sus hijos. Una de las más exitosas comenzó hace un año en Murcia bajo el lema 'El respeto gana' y se ha ido implantando de forma escalonada. Los padres cogen de la mano a sus hijos y les acompañan en el desfile inicial que hacen los dos equipos y los colegiados desde que salen de los vestuarios hasta el centro del campo. Los jugadores locales inician el saludo a los futbolistas rivales y luego hacen los mismo los padres. 

Un gesto similiar se produjo el fin de semana pasado en Tarragona en el partido de infantiles entre el Racing Bonavista y el Turó Montroig, en el que los jugadores de ambos clubs entraron al terreno de juego entrelazados y acompañados de sus padres. Peor fue en la ciudad deportiva Joan Gamper, donde el árbitro del Barça-Sabadell de infantiles expulsó a cuatro aficionados de la grada que le estaban insultando, algo que por desgracia es habitual. 

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"Es un problema que ha existido toda la vida. Ahora incluso diría que es más 'light', pero el móvil lo recoge todo y se hace más viral", dice Jonathan Garrote, que ha arbitrado más de 10 años en todas las categorías catalanas, desde las escuelas de Barça Espanyol hasta Primera Catalana. Tiene mil historias a sus espaldas y los Mossos le han salvado el cuello varias veces. "En el tema amateur el peligro está en los jugadores, en el campo. Hasta cadetes, el problema está en la grada. Los padres se piensan que tienen a Messi, les dan órdenes a sus hijos de todo. Se creen entrenadores. No se debería permitir". 

EL PROTOCOLO ARBITRAL

Garrote ha parado dos partidos de categorías inferiores en su carrera. Uno en Llefià: "Un padre se puso detrás de una portería a insultar a un portero negro, que lloraba sin parar. Eran benjamines, niños de 8 años. Se lo dije al delegado y el resto de padres se lo recriminaron. Eso pasa muchas veces".

El otro episodio ocurrió en el campo del Júpiter, cuando un padre insultó a un jugador en un encuentro de cadetes y se montó un lío brutal. Ante las situaciones más violentas, el árbitro explica el protocolo que deben seguir: "Si no va hacia nosotros nos apartamos por completo y lo ponemos en el acta; si es hacia nosotros, se acude rápido a los vestuarios y se avisa a las autoridades".

ESPANYOL, ATLÉTICO, SEVILLA...

El colegiado considera que es necesario un reglamento federativo que prohíba la entrada a los padres abusivos. Algunos clubs ya han tomado medidas. El Atlético y el Sevilla, por ejemplo, impiden a los familiares acudir a los entrenamientos de su academia, algo que también hace el Espanyol los lunes y los miércoles. El club perico no duda en que expulsaría a cualquier jugador de un equipo de formación si participa en una batalla campal, cosa que aún no ha ocurrido. El Sevilla, mientras, cuenta con un grupo de psicólogos que dan charlas a los padres al inicio de curso para prevenir incidentes.

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En esta línea destaca el libro 'Cuando ganar es perder', que analiza el fenómeno de la violencia y ofrece herramientas para erradicarla. "Hay artículos que pueden ayudar a los padres a tener un rol más positivo para no presionar a sus hijos. Es una crítica al sistema, al hecho de que no hay herramientas para que los clubs puedan frenar eso", analiza Alberto Martínez, periodista y entrenador UEFA B.

"Debería haber charlas para educar a los padres. No se les puede convertir en el enemigo, sino en un aliado" (Alberto Martínez, periodista y entrenador UEFA B)

El autor valora tres factores claves en este fenómeno: el hecho de que el fútbol es el deporte con más practicantes, la creencia de que desde la grada se puede intervenir en el resultado y el exceso de competitividad. "La federación catalana ha hecho muy bien formando a entrenadores. Ahora debería hacer también charlas para educar a los padres. No veo bien dejarlos fuera del campo. Hay que incluir a los familiares, no se les puede convertir en enemigos, sino en aliados", concluye Martínez