GOLF

EEUU recupera la Ryder en una electrizante jornada final

Patrick Reed enardece a los aficionados tras ganar uno de los hoyos

Patrick Reed enardece a los aficionados tras ganar uno de los hoyos / periodico

LUIS MENDIOLA

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Europa necesitaba una gesta para retener el título de la Copa Ryder. Igual que sucedió hace cuatro años en Chicago, en el Medinah Country Club, cuando remontó una desventaja de cuatro puntos en la última jornada. Pero esta vez, la gesta no llegó, aunque durante buena parte de la jornada creyó en ella. Estados Unidos pudo levantar el trofeo en el Hazeltine National, lo que no conseguía desde el 2008, poniendo fin a ocho años de supremacía europea y el honor le cupo a uno de los ‘rookies’ estadounidenses, Ryan Moore, que se adjudicó el punto definitivo en el partido frente al inglés Lee Westwood. 

A pesar de que el sueco Henrik Stenson, y dos de los debutantes, el belga Thomas Pieters y el canario Rafa Cabrera-Bello, dieron tres de los cuatro primeros puntos en los 12 partidos individuales a EuropaEEUU no dejó pasar su oportunidad. Acabó imponiéndose por 17-11, tras adjudicarse 7 de esos 12 partidos y empatar uno, el de Mickelson y García.

El equipo estadounidense inició la última jornada con una ventaja de 9,5 puntos a 6,5, después de dominar con claridad los ‘four balls’ del sábado por la tarde. Y solo necesitaba cinco puntos para recuperar el trofeo. Reed, Fowler, Koepka, Snedeker y Moore se encargaron de dárselos.

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Un duelo vibrante entre dos de los jugadores más apasionados de la Ryder, Patrick Reed en el lado americano y el norirlandés Rory McIlroy por Europa marcó el tono electrizante de la última jornada y el estadounidense, espléndido los tres días, consiguió hacerlo suyo, abriendo el camino para la reconquista.

A la estela de Reed se situó Ricky Fowler, vencedor en su duelo con Justin Rose, y lo intentó también Phil Mickelson, que sacó su mejor versión, pero solo pudo empatar con un sensacional Sergio Garcia en un partido antológico que acabó con ambos en nueve bajo par.

Con esos resultados iniciales, EEUU logró reducir el impacto de la estrategia europea, que colocó a sus mejores bazas en los seis primeros partidos en busca de  crear una dinámica positiva. Lo logró en parte gracias a Cabrera-Bello (dos de sus tres puntos) y a Pieters (cuatro de sus cinco puntos), con un rendimiento superlativo para su primera aparición, pero los últimos seis partidos de la jornada, especialmente el de Brooks Koepka (5 y 4 sobre Danny Willett) tuvieron un marcado color estadounidense y acabaron por dejar el trofeo en Hazeltine.

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