«El penalti de Djukic...»

Fran recuerda la pérdida de la Liga de 1994, en Riazor, en el último minuto de la última jornada, «el día más duro de mi carrera», dice el excapitán

1994 El momento en el que González, el portero del Valencia, detiene el penalti a Djukic en Riazor.

1994 El momento en el que González, el portero del Valencia, detiene el penalti a Djukic en Riazor.

DAVID TORRAS / BARCELONA

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Recuerdo perfectamente todo aquello. Cómo voy a olvidarlo. Es el día más duro de mi carrera. Un mazazo. Terrible. Después fui uno de los afortunados en ganar la Liga en el 2000, otros no tuvieron esa suerte. Parte de ese título se lo debemos a aquella generación, y a aquella desgracia del 94. La tristeza es tan profunda cuando lo piensas... Porque aquella plantilla era muy, muy buena. Muy humilde, gente trabajadora, con un ambiente en el vestuario extraordinario. Y lo único que nos faltó fue ganar esa Liga. Además al Barça, joder, le sobran Ligas...  (risas)

Se dieron todas la circunstancias para que se recuerde toda la vida. El último minuto del último partido de Liga. Es algo que todo el mundo tiene en la cabeza. Sí, el penalti de Djukic… Y para él fue tan duro...  A veces el fútbol tiene cosas tremendamente injustas, y nos sucedió a él y a nosotros.

Al final, la gente recuerda ese último penalti ante el Valencia que paró González. Pero creo que la Liga la empezamos a perder jornadas antes, en campos donde tienes que ganar sí o sí, y encima tienes al Barça detrás, pisándote los talones. Y sin aflojar. Llevaban años sin ganar en el Bernabéu y van y ganan. Creo que ganaron 13 de los últimos 15 partidos... Y a nosotros nos faltó más determinación, más valentía.

FALTA DE CONVICCIÓN

¿Cuestión de entrenador? Es cuestión de mentalidad. En el Barça y en el Madrid has de ganar siempre, y a los chavales ya los educan así. Y nosotros éramos un equipo humilde. No había que ganar, ganar y ganar. Parecía que ir segundos ya era un éxito para nosotros. Pero lo digo siempre: una vez que estás ahí, segundo, tercero, y ves opciones, hay que meter una marcha más, aprovechar la oportunidad de estar ahí y salir a ganar sí o sí. Y eso fue lo que nos faltó.

Yo no concibo al Barça yendo al campo del Lleida pensando que el empate está bien. El Barça va a ganar ahí, y a Cádiz, y a Las Palmas, los campos donde se ganan las Ligas y gana. Y en el Depor, pensabas: un empate, bueno, vamos sumando, y al final no te llega. Empatamos seis de los últimos 12 partidos o algo así.

El penalti estaba ya estipulado quién lo iba a tirar. Normalmente los chutaba Bebeto, pero ya había fallado. Donato también había fallado, además le habían cambiado… Cuando se falla se mira al lanzador. El tema es que he visto a Maradona fallar penaltis, y a Baggio en la final del Mundial, y a Messi. A todos. Todos los mejores han fallado penaltis. Qué quieres que te diga. Son circunstancias que pasan y hay que aceptarlas.

EL TEMOR DEL PENALTI

Yo no tiré nunca un penalti, aunque era uno de los que siempre entrenaba, con Djukic, Donato y Bebeto. Pero una cosa son los entrenamientos, otra el partido, y otra ese momento. Y ese momento, ¿qué es lo mejor? ¿Le pegas fuerte y  te va por arriba? ¿Pruebas con uno más habilidoso, con los nervios más templados? He visto tirar penaltis importantísimos al estilo Panenka. No pasa nada cuando entra, pero cuando no entra haces el mayor de los ridículos.

Si estás acostumbrado a tirarlos, en teoría es un penalti más. Pero es el momento, las circunstancias… El mismo penalti en el minuto 10 no es lo mismo que en el 90. La portería ya no es tan pequeña. Porque tienes margen para rectificar. Pero es que ahí era: entra, eres campeón. No entra, a casa. Tremendo. Dramático.