EL MUNDIAL DE MOTOCICLISMO 3 GP DE HOLANDA

Aleix Espargaró sale bendecido de la 'catedral'

El piloto de Granollers logra la primera 'pole' de su vida en su gran premio número 150

Marc Márquez felicita cariñosamente a Aleix Espargaró en el 'corralito' del circuito de Assen, ayer.

Marc Márquez felicita cariñosamente a Aleix Espargaró en el 'corralito' del circuito de Assen, ayer.

EMILIO
PÉREZ DE ROZAS

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Tras siete derrotas seguidas es lógico que los magníficos busquen refuerzos para amedrentar a Marc Márquez. No es que ellos no se atrevan o que no tengan suficiente armamento para torpedear semejante carrera, pero si algún misil dispara y olvida no les vendrá mal. Y si el elegido es, por lo que se ha visto desde que comenzó el Mundial, el piloto más hambriento del paddock, un tipo que corre, única y exclusivamente, para que el año que viene pongan en sus manos una moto pata negra, un aparato ganador, mejor que mejor.

ALEIX, EL HERMANO GRANDE / Y ahí, en medio de la exhibición de Márquez -que en Assen ha vuelto a demostrar que sigue igual de fino, hambriento y veloz que siempre («tú haces tus cálculos y  luego llega Marc y te los desmonta; nuestro problema se llama Márquez, no hay más», insiste Valentino Rossi)- ha emergido Aleix Espargaró, Hasta hace poco era el hermano menor de Pol en velocidad, gloria, poles, victorias y títulos. Mientras Polyccio crece (y lo hace veloz), Aleix se ha convertido en el chico de moda de MotoGP. Y los magníficos lo saben. Y a él se han agarrado el Doctor, Dani Pedrosa y Jorge Lorenzo para meter miedo (o intentarlo) a Márquez.

Ayudado por el mal tiempo, que si llueve, que si no llueve (hoy, de 12.00 a 18.00, es decir, a las horas de las carreras, hay el 85% de posibilidades de que llueva; es decir, que llueve) y, sobre todo, montado sobre ese neumático chicle, superblanco, que le permiten montar en su Yamaha carrera cliente, Espargaró, el mayor, el grande, los ganó a todos y logró, a los 24 años, en su 11ª temporada en el Mundial y en su gran premio 150, el mayor premio de su vida: «Una pole por delante de dos monstruos como Marc [Márquez] y Dani [Pedrosa], por delante de las dos Honda oficiales... No se puede pedir más. Dar las gracias a mis padres, a mi hermano, a mi novia, a mi mánager, a mi equipo... porque han confiado en mí».

No solo ellos confían en Aleix. También los magníficos. Al menos para que le complique las primeras vueltas a Márquez y no se escape. «Yo veo a Aleix capaz de ser protagonista de la carrera de mañana [por hoy]», aseguraba Rossi. «No me gusta que la gente diga que Aleix ha logrado la pole por ese neumático extrablando que tiene y nosotros no tenemos», dijo Márquez. «No me gusta porque ha sido una gran pole, muy currada. Ha sido muy pillo, veloz y, además, lleva todo el fin de semana demostrando que tiene un gran ritmo».

LORENZO Y ROSSI, DORMIDOS / Para pillo, Márquez. El campeón vio en la vuelta buena, en el único intento de pole que tuvieron (a los pocos minutos se puso a llover), que todos se ponían en fila detrás de él y se abrió, se separó, los dejó pasar pensando: «No me vais a chupar mi vuelta buena, no os voy a hacer el trabajo sucio para que me levantéis la pole a remolque mío, no». Y sin él tirando, todos se despistaron menos Espargaró. Tanto, que Jorge Lorenzo saldrá desde la tercera fila y el Doctor, desde la cuarta. Mala suerte.

Pero va a llover y, como dice Rossi, «nadie sabe cómo irá la película». Sencillo, insiste Vale: «Correr en agua habiendo hecho los ensayos en seco es enfrentarse a un folio en blanco». Los generales lo saben, pero ¡ojito! que, en el ejército regular ha habido un gladiador que ha dado un paso al frente. Es el cabo Espargaró y busca su primera medalla al honor. Está harto de ver el pecho de su hermano Polyccio salpicado de condecoraciones. Los generales lo saben. Quizá acaben arrepintiéndose de haber buscado refuerzos. Ocurra lo que ocurra, Assen, la catedral, ya ha bendecido a Aleix Espargaró.