La Liga de Campeones

El Madrid golpea al Bayern a la contra

Un gol de Benzema en la primera mitad decide un choque dominado por el equipo de Guardiola aunque no tuvo remate

Ronaldo intenta rematar de cabeza ante Rafinha, anoche en el Bernabéu.

Ronaldo intenta rematar de cabeza ante Rafinha, anoche en el Bernabéu.

ANTONIO MERINO
MADRID

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Esta vez el Bernabéu no fue el talismán para Pep Guardiola. Su equipo, el Bayern, el actual campeón, no fue esta vez la bestia negra del Madrid. Quiso mandar desde el primer minuto, se hartó de tocar la pelota, pero no acertó arriba. Todo lo contrario que el Madrid, que con Cristiano renqueante y con Bale en el banquillo por una fuerte gripe le alcanzó para sacar adelante el encuentro (1-0) y no encajar gol, su otro gran objetivo, que llegó por el gran trabajo defensivo del equipo de Ancelotti. Marcó Benzema en la primera mitad, lo que provocó que el Bayern comenzara a perder credibilidad hasta quedar en manos de un rival que recuperó su estilo ofensivo y que pudo ampliar su renta.

El cruce de estilos se lo llevó el Madrid, pese a que Guardiola sacara a relucir su innegociable libro de estilo, esta vez destinado a dar un golpe de autoridad en un campo del que nunca salió derrotado. Su ideario sigue siendo el mismo, aunque entre este Bayern y su Barça medie un buen trecho, sobre todo a la hora de buscar una referencia arriba. Pese a ello, su culto por el balón se mantiene como su primera premisa. El respeto por la pelota es absoluto y eso lo saben jugadores como Lahm o Kroos. Ambos llevaron la batuta del equipo alemán, que presionó al Madrid hasta sacarlo de foco y dejarlo prácticamente sedado.

EVITAR CONTRAGOLPES / Con la idea obsesiva de tener mucha más presencia en el campo del rival, el Bayern hizo circular el balón con precisión y solvencia. Para Guardiola esa era la mejor manera de evitar los terroríficos contragolpes del Madrid, un equipo que no necesita el balón para hacer mucho daño. Pero mientras cargaba sus armas, no lo quedó más remedio que asistir a la sinfonía de pases de su rival. Sin un plan b, más que tener paciencia, el Madrid se limitó a esperar un cambio en el guion de un encuentro en el que solo faltaba el olor a salchichas para creer que más que en el Bernabéu el choque se ventilaba en el Allianz Arena.

El Bayern sometía al Madrid con el librillo de Guardiola, pero en ese recorrido olvidó que en el fútbol manda el gol por encima del sutil toque de la pelota. Y eso lo entendió mejor el Madrid, que comenzó a emerger después de correr detrás del balón, de no tener noticias de Cristiano, que reaparecía tras su lesión muscular. La primera aparición del portugués sirvió para cambiar de golpe el rumbo del encuentro. Un excelente pase suyo para Coentrao acabó en una asistencia del lateral para que Benzema marcara a placer (m. 19). El gol devolvía la fisonomía al Madrid, que recuperaba su estilo y conseguía un tesoro que pudo verse ampliado en una acción de Benzema que terminó en un remate alto de Cristiano. Mientras, el Bayern decidía no cambiar un ápice su programa. Siguió a lo suyo, tocando el balón en el balcón del área, aunque ya con más presión de su rival y con poca profundidad.

UN ONCE DESORIENTADO / Al Bayern, cada vez más desorientado, no le alcanzaba con el balón cosido al pie, mientras que el Madrid recuperaba su crédito y tiraba de manual para buscar sus habituales estampidas en cuanto sentía el balón en los pies. Dispuso de una nueva ocasión en un centro de Isco al que no llegó a cabecear Cristiano y que acabó en un disparo alto de Di María (m. 41).

Tras el descanso, el Bayern insistió en su idea inicial de no irse de vacío, pero la gran labor defensiva del Madrid y la falta de un depredador en el área de Iker impedía al equipo de Guardiola equilibrar un choque más abierto que en la primera mitad. Mientras el equipo alemán seguía tocando sin hacer daño, el Madrid buscaba dar otro golpe en la mesa.

Pudo hacerlo Cristiano en un error de Alaba, pero el disparo del portugués lo detuvo Neuer (m. 47). Poco a poco, al Bayern comenzaron a entrarle las prisas, pero en ese recorrido en busca de la igualada comenzó a descuidar el balance defensivo, lo que le hacía que el Madrid recuperara su veneno en sus salidas.

RIBÉRY, DESAPARECIDO / Con Robben al mando de las operaciones ante la desaparición de Ribéry, el Bayern buscó pasar esa línea maldita que marca el área. Müller lo intentó desde fuera (m. 81) y cuatro minutos después apareció Casillas para salvar un disparo de Gotze. El choque murió con una jugada polémica en la que los jugadores alemanes pidieron penalti por una patada de Xabi Alonso a Müller, pero el mediocentro vasco tocó el balón antes de contactar con la pierna del delantero.

Fue el epílogo a una buena noche para el Madrid, que se sobrepuso al guion del Bayern, al que le faltó dinamita, la que tiene el equipo de Ancelotti y que le permite ir a Múnich con parte del trabajo hecho.