Una carrera del revés

En la prueba benéfica Wings for Life, que recalará en BCN el 4 de mayo, los atletas terminarán a medida que sean 'cazados' por un coche

Josef Ajram dirige un entrenamiento cara a la carrera Wings for Life World Run del próximo mes de mayo.

Josef Ajram dirige un entrenamiento cara a la carrera Wings for Life World Run del próximo mes de mayo.

JOAN CARLES ARMENGOL
BARCELONA

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En las carreras habituales, los atletas persiguen la meta con más o menos ahínco, pero saben dónde terminará exactamente su participación. La novedad de la Wings por Life World Run, que el próximo 4 de mayo recalará en Barcelona, simultáneamente con otras 36 ciudad de todo el mundo, es que la meta perseguirá a los corredores, y no al revés. Dependiendo de la velocidad de crucero de cada atleta, la carrera puede ser corta o alargarse de manera casi indefinida.

Un coche escoba, llamado catcher, que saldrá media hora después de los atletas y que irá incrementando paulatinamente su velocidad, irá eliminando a todos los corredores a los que vaya superando, que verán terminada así su participación en una prueba que, por otra parte, persigue más un objetivo solidario que competitivo.

De Montjuïc a Sitges

El campeón de Europa de maratón Chema Martínez, el ultrafondista Josef Ajram, los pilotos Nani Roma y Carlos Sainz (sénior y júnior), el bicampeón del Dakar Nani Roma, las kitesurfera Gisela Pulido y otros nombres conocidos se han comprometido a colaborar y correr en esa carrera del revés, en la que la meta persigue implacablemente a los corredores.

La salida  se dará a mediodía en la parte alta de Montjuïc. Ello dará unos impagables kilómetros de ventaja a los participantes, que afrontarán ese primer tramo en descenso hacia la Zona Franca. Después comenzará un recorrido llano hacia el interior que pasará por El Prat de Llobregat, Cornellà, Sant Joan Despí y Sant Feliu.

«El primer tramo rápido con la bajada de Montjuïc es adecuado incluso para aquellos que pretendan correr entre 5 y 10 kilómetros. Podrán hacerlo sin problemas e incluso con un mejor crono del que pensaban inicialmente», asegura Ajram, uno de los embajadores de la carrera solidaria, que a través de las 5.000 inscripciones previstas (el plazo se cierra el 20 de abril) quiere recaudar fondos para la fundación Wings for Life que, desde el 2004, investiga la cura de lesiones de la médula espinal. El 100% de la recaudación irá destinada íntegramente a esos programas.

El recorrido barcelonés se dirigirá después a la costa a través de Sant Vicenç dels Horts, Santa Coloma de Cervelló, Sant Boi y Viladecans, llegando a la playa de Castelldefels en el punto kilométrico 39. A partir de ahí ya solo un puñado de elegidos, los más resistentes, podrán encarar el tramo más difícil, por las cuestas de Garraf, hasta Sitges, donde estará el kilómetro 65 de carrera. Es improbable que alguien pueda seguir más allá, hacia Vilanova i la Geltrú, Cubelles, Cunit y Calafell. El catcher ya los habrá engullido a todos.

Maratón en 3.08 h

«Será una carrera única, en la que todos ganarán, por el carácter benéfico que tiene. Pero además será emocionante. Yo, personalmente,  no pienso dejarme coger por el coche hasta que haya corrido muchos, muchos kilómetros», asegura Chema Martínez, un experto en nuevos retos: el mes pasado completó en segunda posición la primera prueba, en el Sahara, del Grand Slam 4 Deserts, una prueba extrema de 250 kilómetros en seis días en régimen de autosuficiencia.

Volviendo a la carrera catalana,  para no ser cazado Chema Martínez deberá pasar los 10 kilómetros en menos de 1.10 horas, el medio maratón en menos de 1.52 h. y el maratón en menos de 3.08 h. El coche saldrá de Montjuïc 30 minutos después que los corredores a 15 km/h, velocidad que irá aumentando cada hora a 16, 17, 20 y 25 km/h.

En esta primera edición de la Wings for Life, Barcelona será una de las 37 ciudades de 35 países de los cinco continentes en correr simultáneamente para una fundación creada por el piloto de motocrós Heinz Kinigadner para luchar contra la tetraplejía de su hijo.