Rubén Castro, denunciado por malos tratos y agresión sexual

A unos días de jugarse su retorno a los torneos europeos, el Betis se topó ayer con una mala noticia: su máximo goleador, Rubén Castro, fue detenido por la Policía Nacional al acabar el entrenamiento porque su expareja lo había denunciado por una presunta agresión. El delantero prestó declaración ante la policía al mediodía y ante un juez de Violencia sobre la Mujer durante unas cuatro horas por la tarde. El magistrado lo dejó en libertad con cargos y le impuso una orden de alejamiento de la mujer. También abrió diligencias por los presuntos delitos de malos tratos y agresión sexual. El jugador negó ambos.

PUÑETAZOS Y BOFETONES / Los hechos sucedieron en la madrugada del domingo al lunes en un local próximo al Benito Villamarín, donde Rubén Castro celebraba la victoria del Betis sobre el Zaragoza, abierta con un gol suyo. Según la versión de la joven, de 24 años, el jugador le propinó «varios puñetazos y bofetones» tras una discusión en el exterior del local. La mujer también asegura que es la actual pareja del futbolista, aunque Rubén ha aclarado que es su exnovia.

Tras la denuncia, varios agentes del Servicio de Atención a la Familia acudieron ayer a la ciudad deportiva del Betis para detener al delantero. «Estoy convencido de que todo va a quedar en nada. Él ha negado los cargos y su declaración ha sido muy coherente», explicó el consejero José Antonio Bosch, que acompañó y asistió a Castro en el juzgado. «Deseo de corazón que no sea verdad y que todo se haya desmesurado. Me cuesta creérmelo, pero para eso está la justicia. Tengo la esperanza de contar con Rubén mañana, y no por egoísmo sino por el chico. Esperemos que pueda jugar en Valencia», dijo el entrenador, Pepe Mel.