MEMORIAS DE ÁFRICA

La 'magia negra'

Trayectoria Nacido en Dizangue en 1956. Jugó en el Espanyol, el Sabadell y el Hospi. Es el actual preparador de porteros del Espanyol.Con Camerún Fue internacional 112 veces. Balón de Oro de África en 1979 y 1982. Estuvo en 3 Mundiales.

Trayectoria Nacido en Dizangue en 1956. Jugó en el Espanyol, el Sabadell y el Hospi. Es el actual preparador de porteros del Espanyol.Con Camerún Fue internacional 112 veces. Balón de Oro de África en 1979 y 1982. Estuvo en 3 Mundiales.

TOMMY NKONO

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Llega la Copa de África y por mi cabeza pasan muchos recuerdos. Este torneo es la fiesta del fútbol africano, la ilusión de muchos países que se concentran para una competición especial para todos nosotros. El ambiente en todas las ediciones es brutal. El país organizador se prepara todo el año para eso. Yo la he vivido desde todas las facetas, como futbolista y como entrenador. Como portero, participé en cuatro (1982, 1984, 1986 y 1990) y gané un título. Después, desde el banquillo, conquisté dos más. Lo primero que me gustaría destacar es el cambio mediático que se ha producido. Hoy en día, el torneo lo sigue todo el mundo por televisión. En todos los países se transmiten los partidos. En mi época eso era imposible. Creo que ha sido un avance muy importante.

No es lo único que ha cambiado. Por ejemplo, en 1984, cuando conquistamos el título en Costa de Marfil, solo pude jugar la primera fase. Antes, mandaban los clubs a la hora de ceder jugadores para estos campeonatos; ahora, la FIFA les obliga. No pude levantar la Copa junto a mis compañeros. Me hubiese encantado, pero el Espanyol me reclamó y no pude estar en la fase final. Recuerdo que era imposible seguir los partidos porque no los televisaba ninguna cadena. Solo los daban las radios.

La mutación de Camerún

Fue un éxito muy importante para mi país. En 1972 fracasamos pese a ser los anfitriones y en el 84 logramos nuestro primer título. La selección era entonces un equipo unido. Nada que ver con ahora. Por si no lo saben, Camerún no participa en esta Copa de África. Tampoco estuvo en la anterior. ¿Qué ocurre? ¿Son mucho peores los jugadores actuales que los de mi época? No. No me ha sorprendido esta ausencia. El problema es que se ha perdido la unión, ya no somos una piña. Pero creo que la selección lo ha entendido y todo cambiará a partir de ahora. Eso espero.

Pero, al margen de los resultados, la Copa de África siempre estará en mi memoria por un altercado increíble. En el 2002, la policía me detuvo en Mali antes de jugar nuestra semifinal. Yo era el ayudante de Winfried Schäfer. Los dos estábamos tranquilamente charlando en el césped del estadio 26 de marzo de Bamako viendo la primera semifinal, el Nigeria-Senegal, que la estaban dando por el videomarcador. De pronto, se acercaron tres o cuatro policías y nos dijeron que no podíamos estar allí, que nadie podía pisar la hierba antes del partido. Yo les dije que eso era ridículo, pero no se lo tomaron bien.

Fueron a por mí por ser camerunés. Simplemente. Empezaron a darme empujones para sacarme fuera. Yo me resistí y, como no podían conmigo, empezaron a llegar refuerzos. Me agredieron, me tiraron por unas escaleras y me pusieron unas esposas un rato. Me sacaron a rastras y me llevaron hasta la tribuna. Decían que era por hacer brujería, por usar magia negra, por tirar un objeto extraño en el campo. ¡Qué estupidez! Nos querían intimidar. Cuando llegaron los miembros de la confederación me soltaron. Jamás viví nada así.

La apuesta por Zambia

Hubo mucha tensión, los chicos no querían jugar luego, pero eso les sirvió de motivación. Ganamos a Mali 3-0 en la segunda semifinal y no olieron ni el balón. Y en la final conquistamos el título ante Senegal. También nos llevamos el trofeo del 2000 y fuimos finalistas en el 2008. Mis mejores experiencias en el torneo las he vivido como entrenador.

Como siempre, seguiré con atención el torneo. Todos dan como favorita a Costa de Marfil. Es la última oportunidad para la generación deDrogbay losTouré. Pero el año pasado también se decía lo mismo y yo aposté por Zambia, que fue la campeona. Ahora vuelvo a confiar en ellos. Vi su potencial hace cuatro años, cuando coincidimos en el mismo grupo.

Lo que está asegurado es una buena organización, ya que se aprovechará la infraestructura del Mundial. Tuve la suerte de vivir en directo el campeonato en Sudáfrica como comentarista de Televisa. La gente tenía muchos temores pero fue un éxito en todos los sentidos. No se puede hablar antes de tiempo de lo que no se ve. Lo bonito es vivirlo y luego opinar. Lo mismo digo del mercado africano. No se puede decir que el nivel de nuestros jugadores ha bajado. No es justo. El problema radica en que en África no hay medios para enviar vídeos de los futbolistas a los secretarios técnicos. A veces cuesta moverse, sobre todo en España. Por eso animo desde aquí a que los ojeadores viajen a los torneos africanos sub-20, sub-18, sub-15…

La perla no está en la Copa de África, sino en estos campeonatos de categorías inferiores. Pero hay que viajar hasta allí y comprobarlo en el sitio. Los ojeadores deben explorar esos mercados. Miren la Liga francesa: África sigue siendo su vivero. Nuestro fútbol está muy vivo.