El Barça busca calor en Europa

Arrastrando aún las consecuencias del duro invierno que ha sufrido, entre las lesiones y una Liga que se ha colocado al filo de lo imposible, el Barça viaja hoy a Alemania para encontrar algo de calor en la Champions. No tanto porque Leverkusen reciba a los azulgranas con mejor temperatura que la que le dejó temblando en Pamplona, que no es el caso, sino porque Europa representa ahora un cambio de prioridades pese a que Guardiola no ha establecido nunca una jerarquía de competiciones.

La eliminatoria frente al Bayer Leverkusen preocupa al técnico azulgrana. Quizá la suplencia de Xavi, Iniesta y Cesc en el Reyno de Navarra se debió al deseo de preservarles para la cita de mañana del Bay Arena, al margen de evitarles el riesgo de una lesión, convencido de que la tripleta que formaron Sergi Roberto, Mascherano y Thiago sería suficientemente potente para salir airosa de Pamplona. Como sucedió en la Copa del Rey el mes pasado.

INQUIETUD JUSTIFICADA / Las experiencias precedentes de los octavos de final justifican la inquietud de Guardiola. El regreso a Europa coincidió con los peores partidos del Barça, más por el nivel de juego exhibido que por los resultados cosechados. No en vano, el equipo ha conquistado dos de las tres últimas ediciones y sucumbió en la semifinal ante el Inter en el 2010. Las palabras de Guardiola hace casi un año, en la víspera de enfrentarse al Arsenal, cobran ahora toda su vigencia.

«Los octavos de final siempre son la eliminatoria más complicada para nosotros. Será muy duro. Será vital marcar», afirmó el técnico en la sala de prensa del Emirates Stadium. El aviso surtió un efecto efímero. Tras un gran primer tiempo, el equipo acabó con una inmerecida derrota.

CASOS PARECIDOS / Algo semejante había sucedido en las dos anteriores temporadas, con un pésimo encuentro ante el Olympique en Lyón y otra mediocre presentación en Stuttgart. En todos los casos, el Barça reaparecía en Europa golpeado en la Liga: derrota ante el Espanyol en el 2009, una goleada al Racing tras perder con el Atlético (2010) y un empate en Gijón que cerraba la racha de victorias fuera de casa (2011). En los tres casos, también, el Barça superó la eliminatoria con amplitud de la mano de un gran Messi y gracias al hecho de jugar la vuelta en el Camp Nou. Como sucederá esta vez.

La diferencia radica en que el cuadro azulgrana mandaba en la Liga y podía permitirse algún eventual tropiezo. La derrota de Pamplona obliga a concentrar el mayor esfuerzo de la temporada en la Champions a la espera de que algún tropiezo del Madrid reabra las esperanzas por el campeonato.

El Barça se encontrará en Leverkusen un clima muy parecido al navarro, con un intenso frío que dejará el termómetro bajo cero. El cuadro alemán, desahuciado en la Bundesliga, centra su ilusión en la cita europea, consciente de que parte en un plano de inferioridad.