Análisis

'Another day, another dollar'

ANDRÉS JIMÉNEZ

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En la NBA no se andan con historias. De Dallas a Denver, ese ha sido el súbito cambio de destino deRudy Fernández esta semana. Y lo tomas o lo dejas, parecen decirle. Si te ha ayudado el detalle deGeorge Karl de llamarte de madrugada para decirte que cuenta contigo, bien, y si no, ya sabes... a Madrid de nuevo. No hay duda de que aunque en nivel de juego nos vamos acercando a la NBA, allí tienen otra mentalidad.Lamar Odom, excompañero dePau Gasol, también es traspasado de la noche a la mañana. Despotrica un poco de los Lakers y ya está. Sabe que toca cambiar de chip, pero no de lema: «another day, another dollar» (algo así como «la pela es la pela», en versión castiza).

Marc Gasol lo va aprendiendo. Lleva años allí, pero, a diferencia de su hermanoPau, Marc es aún un joven en alza, así que lo aprovecha consiguiendo el mejor contrato posible. Más de 13 millones de dólares por temporada le pagarán los Grizzlies. Dulce almohada sobre la que sobrellevar momentos complicados.

Y finalmente nos quedaRicky Rubio, la novedad de la temporada. Su juventud le ayudará a adaptarse más rápidamente a la filosofía americana. Al menos eso le deseo.Adelman, su entrenador en Minnesota, lo halaga, no deja de echarle flores. Sus compañeros dicen también que alucinan con su manera de jugar. Mejor. Lo cierto, es que ayerRicky pasó su primer estreno serio con nota. Sin embargo, son muchos los partidos seguidos que le vienen por delante, así que ojalá lo digiera todo bien.

Y por aquí, donde somos tan raros que nos gusta el juego de equipo y que los Messis y Navarros sientan los colores, tenemos también novedades. La primera es que gracias al resultado contra el Montepaschi los deXavi Pascual acabarán primeros de grupo, pero no imbatidos como deseaban ya que en el último cuarto en Siena recibieron una lección que no era merecida, pero que de serlo, mejor así, cuando las consecuencias son solo morales.

Sin embargo, la aciaga semana azulgrana no paró ahí. Ayer, conNavarro lesionado, volvieron a pichar en Vitoria, eso sí, de manera algo más humillante. El aspecto positivo volvió a ser que, por pelos, solo hubo consecuencias morales. Sin embargo, a quienes les espera una Navidad complicada de verdad es a la Penya. El juego de los deMaldonado es como lanzar una moneda al aire. En Málaga tocó cara por la actitud en la pista, pero cruz por el resultado. Lo peor es que el calendario que les viene es muy duro.