Las reacciones

La acción de Pep

Desafortunado 8 Bruno evita que el disparo de Messi acabe en el fondo de la red, ayer en el Camp Nou.

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MARCOS LÓPEZ
BARCELONA

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Tardó una hora en salir Pep Guardiola, una larga hora para reflexionar después de un partido en el que él sudó tanto como Alves. O Keita. O Busquets, si es queBusisuda. Anoche, durante el partido ante el Valencia, el técnico no paró de realizar acciones. Y no eran de responsabilidad social, eran acciones de responsabilidad futbolística para cambiar un encuentro que tenía perdido. Cambió de sistema en el descanso, gritó como nunca se le había visto antes a Messi para que presionara en la segunda mitad, abroncó a Villa por el mismo motivo, apenas dos segundos después, y montó varias asambleasal borde del banquillo.

Primero ordenó acercarse a Xavi, su interlocutor preferido, después a Busquets, otro de sus compromisarios en el campo, y finalmente a Piqué, el guía que enlaza el juego desde Valdés a Messi sin cismas.«En la primera parte nos pasaron por encima, en la segunda tocamos una pequeñita cosa», reveló el técnico, en referencia a la inclusión de Iniesta en el centro del campo. «Lo que ha quedado claro es que no se puede dudar de estos jugadores, son impagables. Valen un imperio», afirmó, lamentando no haber encontrado«a Leo y David en la primera mitad». «Luego, sí. Con Seydou y Andrés atraímos por dentro para llegar por fuera». A partir de ahí, el Barça volvió a ser el Barça. El gran Barça.

«¿Si lo viví con mucha intensidad? Sí, no me gusta comportarme así, pero el partido te lleva a esas situaciones. Y el público también lo entendió igual. Hacía mucho tiempo que no entendía de esta manera», añadió Guardiola, feliz por el equipo. Por la gente, por los jugadores. Y, por supuesto, con Iniesta.

«Siempre le decía que marcaba más goles con la selección que con el Barça, pero lo está resolviendo»,comentó jocoso el entrenador azulgrana.«Seydou ha estado impresionante; Andrés, también. Lleva ya 13 partidos consecutivos y eso es la mejor noticia, sin duda. Hay que felicitar a los fisiosy a él, claro. Tiene una polivalencia inimaginable, se esfuerza, trabaja y ¿su calidad? Todos lo sabemos», afirmó Guardiola, entregado a Iniesta, que realizó el gesto de embarazada para su novia, que espera un hijo.«Quiero repetir este gesto muchas veces», dijo luego el centrocampista. Puyol, tras el testarazo que salvó al equipo, dibujó un corazón con las dos manos.

Sin mostrar debilidad

De amor, y eso es evidente, anda sobrado ahora el vestuario. Y de fuerza, también.«No podemos mostrar síntomas de debilidad. Ni uno». Lo dijo Guardiola después de que le preguntaran por los seis minutos que alargó el árbitro el partido.«Nosotros para ganar la Liga, tenemos que hacer 99 puntos», dijo después el técnico, quien aseguró que no dejará ir a ningún titular a recoger el Premio Príncipe de Asturias el próximo viernes a pesar de que el Madrid sí autorizó a Casillas, capitán de la selección, a ir a Oviedo. «Si va alguien es porque no juega en Zaragoza», precisó Guardiola, tan activo en el banquillo como en la sala de prensa. Hay noches en que no se puede fallar.