El único regreso del día

Iniesta se queda solo

El héroe del Mundial acude al Camp Nou sin sus compañeros de la selección para someterse al examen médico y por la tarde se entrena en solitario en la ciudad deportiva

Iniesta corre sobre la cinta en los servicios médicos del Barça, ayer por la mañana.

Iniesta corre sobre la cinta en los servicios médicos del Barça, ayer por la mañana.

JOAN DOMÈNECH
BARCELONA

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Le dejaron solo, pero no abandonado. Solo se presentó en el Camp Nou y solo se entrenó en la ciudad deportiva por la tarde, con medio equipo desperdigado por el mundo y la otra mitad disfrutando de un día de descanso al regreso de Pekín. De las multitudes y los agasajos a la soledad. Así acabó el Mundial de Andrés Iniesta y así empezó su reincorporación al Barça.

Por una vez, haber quedado descartado de la selección habrá sido una buena noticia. El héroe del Mundial se ha librado del pesaroso retorno a la actividad, con un incómodo partido amistoso en México, para poder prepararse como Dios manda, con una revisión médica y unos entrenamientos específicos destinados a coger el fondo físico que necesitará para toda la temporada. Con cuidados especiales para él que le preserven de la colección de molestias musculares que le persiguió todo el año. Hasta Suráfrica, incluso. Todas las desdichas quedaron atomizadas con el derechazo que soltó a la portería del holandés Stekelenburg en la final del Mundial.

Con los brazos abiertos

Solo acudió al Camp Nou, sin los otros siete internacionales que le acompañaron en la inolvidable aventura africana. Cuando Iniesta acababa la revisión en el estadio, los demás iniciaban el viaje a Madrid para incorporarse a la selección. Adon Andrésle recibieron con los brazos abiertos en el centro médico azulgrana para someterse a las pruebas que deberán pasar todos tarde o temprano y que Leo Messi, por ejemplo, aún no ha pasado. Por falta de tiempo. Al regreso de las vacaciones, solo permaneció unas horas en Barcelona antes de subir al avión de la gira asiática.

Iniesta fue liberado del azote de México por el desgaste que sufrió. Superior al de los demás, y no solo por el gol del triunfo, Se concentró con España con solo cuatro minutos de juego en dos meses (el día del alirón ante el Valladolid) tras sufrir la cuarta lesión muscular, forzando al máximo para ponerse en forma en la cita mundialista. Tras el gol y el cénit de la final, se sumió en una sucesión de homenajes que apenas le dejaron días para acudir a la playa.

Iniesta empieza solo, y solo seguirá. Aunque hoy se encontrará con los escasos jugadores del primer equipo que no tienen partido y el gran grupo de canteranos que aspira a un ascenso al Camp Nou. El albaceteño hará una preparación particular al reintegrarse más tarde que los demás y atendiendo, también, a los precedentes de lesiones musculares que padeció.

Así comenzó la pasada campaña: durante todo el verano trabajó en solitario para fortalecer la musculatura tras la rotura del séptum –el apodo que le ha quedado– que sufrió en la final de Roma. De Johannesburgo le ha quedado la gloria eterna.