La fundación que dirigió Oliver reclama dimisiones

Al fin se reencuentran los directivos del Barça para debatir cara a cara lo que llevan discutiendo unos a espaldas de otros, agitados por el escándalo de espionaje desvelado por EL PERIÓDICO. El cisma de la junta es un hecho aunque está por ver si hoy provocará una crisis abierta. Nadie quiere dar un paso en falso que pueda volverse en su contra pese a las heridas que ha dejado la actuación del director general, Joan Oliver, el responsable de la investigación a los vicepresidentes Jaume Ferrer, Joan Boix, Rafael Yuste y Joan Franquesa, el único que lo sabía.

Desde que se conoció esa actuación del ejecutivo azulgrana, la situación en el palco se ha envenenado. Pero, de momento, no se esperan grandes decisiones a pesar del ruido mediático que se ha generado en los últimos 15 días, coincidiendo con las informaciones de este diario, que desmontaron la versión de Oliver y confirmaron que el objetivo final de esas investigaciones no era proteger a los vicepresidentes sino que tenía una clara intención electoral.

En ese sentido, un artículo editorial de la Fundación Catalunya Oberta, un laboratorio de ideas del que Oliver fue director y en cuyo patronato está integrado junto a Xavier Sala Martín y Vicent Sanchís, director de Barça TV, con el título Guerra Bruta a Can Barça, reclamaba dimisiones. Pero no la de Oliver sino las de algunos directivos con el argumento de que la «convulsión interna» ha alterado al club. «No hay orden interno en Can Barça. Y esto es un grave problema. Si Jan Laporta está interesado en formar una alternativa de continuidad con garantías de ganar las elecciones debería resolver y cerrar las divisiones internas. Ni que sea a costa de provocar alguna dimisión más. En caso contrario, las candidaturas de la oposición lo tendrán todo a favor», se lee en el editorial.

AUMENTO DE CONTRATO / Curiosamente, en lugar de quedar debilitada, la figura de Oliver parece intocable. Laporta se ha esforzado en proclamar y escenificar su total apoyo, sin importarle que esta actitud le haya distanciado de un sector de la junta que le ha exigido su cese. Es un tema innegociable y del que el presidente no quiere ni hablar. De ahí que existan dudas de que vaya a plantearse en la reunión de hoy teniendo en cuenta que, en principio, no figura en el orden del día.

Oliver, además, ha recibido un premio a su labor. Laporta anunció poco después del espionaje su decisión de mejorarle el contrato. El aumento ya se ha hecho efectivo con su firma y la del vicepresidente Joan Boix, según informó Mundo Deportivo. Pero sin haber pasado por la junta y sin que los directivos conozcan las cantidades finales.