EL DERBI BARCELONÉS

El Espanyol vence al Barça con dos goles de De la Peña (1-2)

El cerebro blanquiazul hunde al equipo azulgrana, que ha jugado con 10 más de 50 minutos

De la Peña celebra uno de sus goles, cerca de Xavi.

De la Peña celebra uno de sus goles, cerca de Xavi.

JOAN DOMÈNECH
BARCELONA

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El Espanyol ha enseñado a todo el mundo cómo se le gana al Barça. Es muy simple. Se trata de no jugar a fútbol. Se trata de impedir por todos los medios que las jugadas nunca superen el minuto, que el balón esté más tiempo parado que en movimiento. De perder el máximo tiempo retrasando todos los saques y que cada encontronazo acabe con un futbolista propio en el césped retorciéndose de dolor.

Esta receta necesita verse complementada con un árbitro amigo, tolerante y permisivo, con 10 futbolistas encerrados en el campo propio y disponer de un futbolista que toque el balón con criterio. Con esta idea, basta con uno. Con un jugador como Iván de la Peña, virtuoso y técnico como muy pocos, y el único que ha ejercido esta noche como tal, porque de sus botas ha salido lo más florido del derbi. Han salido, además, dos goles que han sentenciado el encuentro a comienzos de la segunda mitad, por más que Touré Yaya alimentara las esperanzas de un Barça que ha estado físicamente en el campo y ha tenido la cabeza en las nubes.

No se ha distraído el líder ni se ha confiado ante el colista actual que, además, llevaba 27 años sin ganar en el Camp Nou. Al líder se le ha nublado la cabeza cuando ha visto que a los 38 minutos le expulsaban a Keita en una entrada que no merecía la tarjeta roja y que no ha sido, ni mucho menos, la más dura que se ha visto. Esa inferioridad la ha pagado muy cara porque se ha visto en la tesitura de realizar un enorme esfuerzo físico con más de medio partido por delante.

Y eso que, en realidad, no ha tenido que correr mucho. No ha habido partido, en el fondo. Una estafa en toda regla para todos aquellos que han pagado la entrada por 90 minutos de fútbol. Ha habido 20, 25, 30 a lo sumo. Porque esa era la idea del Espanyol y porque así lo ha querido un árbitro incompetente y nefasto que ha sacado 14 amarillas y una roja para perpetuar la leyenda de los derbis crispados y polémicos. Siempre y cuando duren la próxima temporada.

Falta de temple

El Espanyol ha sabido desquiciar al Barça porque ha salido con la idea de que no hubiera partido. Con el balón en movimiento, no tenía nada que hacer. O no habría tenido nada que hacer, ya que su propuesta se ha reducido a aguantar el cero en la portería. Ha anotado dos goles en las dos únicas llegadas; una de ellas, facilitada por un clamoroso error de Víctor Valdés, que le ha regalado el balón a De la Peña. Pero también es cierto que al Barça le ha faltado temple y frialdad ante ese panorama avinagrado, y le ha faltado que sus tres delanteros dieran la talla. Messi, Etoo y Henry han sido un mero espectro y solo este último ha rematado entre los tres palos.

En el marcador y en el campo, Pochettino le ha ganado la partida a Guardiola. Ha sabido llevar el duelo al terreno áspero y desagradable. Bien puesto atrás, pétreo, el Espanyol ha sabido aguantar a un Barça que no ha sido el de sus mejores días, ni mucho menos. Sin muchos apuros se ha defendido el once blanquiazul porque su rival apenas le ha embestido. Porque, como ha quedado en evidencia, no ha habido fútbol. Tal vez sea ese el camino que desea explorar Pochettino para salvar la cabeza, ahora que podrá disponer de hombres como de la Peña.

Escasa imaginación

Obsesionado con el árbitro y destemplado por el Espanyol, el Barça ha caído en la trampa. Ha jugado precipitado desde el principio, cuando no tenía prisa, y obcecado en entrar por el centro. Ha chocado una y otra vez por su escasa imaginación en elaborar un poco el juego, en mover el cuero con rapidez, en renunciar a los cambios de orientación. Guardiola ha renunciado a la banda izquierda, tras sustituir a Abidal por Puyol y retirar luego a Henry, y luego a la derecha, para colocar a Messi en el área junto a Busquets, que ha ejercido de Alexanko como hace 20 años. Al contrataque se ha crecido un Espanyol que ha dado un golpe a la Liga.

Ficha técnica:

1 - Barcelona:

Valdés; Alves, Piqué, Márquez, Abidal (Puyol, min. 24); Touré, Keita, Xavi; Messi, Henry (Sergio Busquets, min. 45) y Eto'o (Gudjohnsen, min. 66).

2 - Espanyol:

Kameni; Sergio Sánchez, Pareja, Jarque, David García; Moisés, Ángel (Román, min. 37); Luis García, Nené (Tamudo, min. 88), De la Peña (Coro, min. 72) e Iván Alonso.

Goles:

0-1, min 50: De la Peña. 0-2, min. 55: De la Peña. 1-2, min. 63: Touré.

Árbitro:

Delgado Ferreiro (comité vasco). Amonestó con cartulina amarilla a Pareja (min. 17), Piqué (min. 21), Aureli Altimira (preparador físico del Barcelona, min. 31), Luis García (min. 39), Eto'o (min. 39), Sergio Busquets (min. 51), Jarque (min. 53), Xavi (min. 57), Sergio Sánchez (min. 62), Touré (min. 74), Puyol (min. 77), Iván Alonso (min. 87) y Tamudo (min. 90). Expulsó con tarjeta roja directa a Keita (min. 38).

Incidencias:

partido correspondiente a la 24ª jornada de Liga de Primera división, disputado en el Camp Nou ante 76.942 espectadores. El ex presidente de la Generalitat de Cataluña, Pasqual Maragall, realizó el saque de honor y los jugadores de ambos equipos posaron ante una pancarta con el lema Todos jugamos contra el Alzheimer.