FÚTBOL

Muere a los 85 años Pablo Porta, un presidente acosado

El Gobierno de González sacó un decreto para desalojarle de la RFEF

Pablo Porta, en una imagen del 2003.

Pablo Porta, en una imagen del 2003.

CARLOS F. MARCOTE
MADRID

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El abogado barcelonés Pablo Porta, presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) entre 1975 y 1984, falleció ayer en Barcelona a los 85 años a causa de un cáncer, según comunicó su familia. Bajo su mandato al frente de la organización federativa, España acogió el Mundial de 1982, en el que hizo un pobre papel --no pasó de la segunda fase-- a las órdenes de José Emilio Santamaría, quien fue sustituido por Miguel Muñoz.

Dos años después abandonó el cargo ante la imposibilidad de presentarse a unas nuevas elecciones en virtud de lo que se acabó conociendo comodecreto anti-Porta, una normativa promovida por el Gobierno socialista de Felipe González para impedir que un dirigente que hubiese permanecido al frente de una federación durante tres mandatos ininterrumpidos pudiera presentarse a un cuarto. Un decreto que otro Gobierno socialista, también presidido por González, procedió a anular a principios de 1996, unos meses antes de dar paso a José María Aznar. Gracias a ello, Ángel María Villar se apresta a cumplir su sexto mandato al frente de la RFEF.

Porta había accedido a la presidencia federativa en 1975, designado por el entonces ministro secretario general del Movimiento, Fernando Herrero Tejedor, tras una dilatada trayectoria en el mundo del deporte. Exjugador de fútbol y rugbi, y también exboxeador, fue dirigente del Sindicato Español Universitario (SEU), ligado a la Falange, y secretario del Espanyol entre 1958 y 1962; presidió también la Federación Catalana de Fútbol de 1964 a 1975 y desde 1967 estaba integrado en el organigrama de la RFEF, de la que fue vicepresidente y presidente del comité nacional de fútbol aficionado y juvenil. En diciembre de 1976, fue el único candidato a la presidencia en las primeras elecciones democráticas.

MIEMBRO DE LA FIFA

Durante su permanencia en el cargo tuvo que enfrentarse a la separación del fútbol aficionado y profesional, a las primeras disputas por los derechos televisivos y a tres huelgas de futbolistas. Acabó convertido en principal objetivo de una campaña de acoso encabezada por el periodista José María García. Se vieron varias veces en los tribunales. Tras abandonar la presidencia, fue nombrado miembro vitalicio de la FIFA, en la que llegó a ser portavoz y miembro de la comisión ejecutiva, así como presidente de la comisión de disciplina.

Ayer, García mostraba un respeto profundo hacia el fallecido. "Todo lo que tuve que decir de Pablo Porta lo dije con él en vida, cuando podía defenderse. Ahora lo único que he hecho, cuando he tenido noticia de su muerte, ha sido rezar una oración por su alma, como católico practicante que soy", declaró el periodista sobre el desaparecido dirigente, que nunca dejó de llamar la atención sobre el hecho de que "los propios socialistas, cuando vieron que iban a perder el poder, modificaron el decreto para mantener a sus amigos".

La RFEF lamentó la perdida de su expresidente. "No dirigió el fútbol español por casualidad. Estaba dotado de condiciones tan numerosas como admirables: gran jurista, conocedor del fútbol, orador elocuente y de gran capacidad de reacción", afirmó Jorge Carretero, el portavoz federativo. Para Carlos del Campo, secretario general de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), fue "un magnífico dirigente, un hombre que dejó huella en unos momentos complicados para el fútbol español".