Etoo, protector de Bojan

SERGI LÓPEZ-EGEA / LLEIDA

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Sorbía Coca-Cola. Hasta firmó autógrafos a los periodistas de Lleida. Un nutrido grupo de trabajadores inmigrantes lo esperaba en la puerta. Era la misma caja de ahorros donde los nervios traicionaron a Samuel Etoo el invierno pasado. Sucedió en Vilafranca del Penedès, donde hoy, anécdotas de la vida, se reúne la junta directiva azulgrana. Etoo, ayer, en cambio, se mostró feliz. Cogió a bebés, dio besos en la mejilla a jóvenes bachilleres, saludó a paisanos de África y, sobre todo, habló maravillas de Bojan, el noi de Linyola . Era el nuevo Etoo, reencontrado a sí mismo, para bien suyo y del barcelonismo.

Ni una palabra, ni un gesto hiriente hacia Ronaldinho. Nuevos tiempos. Nueva vida. Etoo viajó ayer por la tarde a Lleida para firmar ejemplares del libro Camerún, editado por la obra social de Caixa Penedès y cuyos fondos son enviados a África para escolarizar y ayudar a niños con problemas. Era el mismo acto que, como un seísmo de alta intensidad, hizo temblar los cimientos del Barça. ¿Se acuerdan? Gritos, presuntos ataques a Ronaldinho y hasta a Frank Rijkaard. Fue una auténtica revuelta que sacudió al vestuario y al universo azulgrana. "De aquello no me acuerdo", fue la respuesta escueta que Etoo dio a los periodistas cuando le preguntaron por el pasado. Él prefirió hablar de un futuro con nombre propio: Bojan Krkic.

"No estamos acostumbrados a que nos visite un crack", le hicieron notar a Etoo. El camerunés alzó la vista: "Pero si aquí tenéis un crack. Se llama Bojan". Y el argumento sirvió para que explicase cómo el vestuario se ha volcado en cuidar y enseñar a un chaval de 17 años que va --o que tal vez ya es-- para figura. "Etoo... y si un rival le hace una entrada fea a Bojan, ¿qué harás tú?". El jugador replicó: "¿Qué haré? Posiblemente veré la tarjeta roja que nunca me han enseñado". La plantilla es consciente de que Bojan es un bien a proteger. "El chaval es una figura y nuestro deber es cuidarlo". Ni un celo hacia Bojan, sino todo lo contrario.

Etoo se reencontró con el cariño de la gente. Sí, en Lleida estaban los seguidores del camerunés que no lo han olvidado durante su lesión. Así se lo hizo saber Joan Hernández. Tal vez, así de entrada, el nombre no suene mucho, pero fue aquel seguidor que se fue con su 600 a París para no perderse la final de la Champions del 2006. "Ahora estoy mirando los kilómetros que hay hasta Moscú. El 600 ya lo tengo a punto. Resistirá".

El abuelo y el nieto

Etoo no quiso hablar mal de nadie. Corren otros tiempos. Pero en el corrillo de aficionados que aguardaban su autógrafo en la sede central de Caixa Penedès en la capital leridana se escuchó el debate sobre el estado físico de Ronaldinho. El brasileño aun levanta dudas entre los seguidores. Vean si no. Biel Padulles, un niño de 5 años, aguantaba con sumo esfuerzo el libro que casi pesaba más que él. El abuelo se sentía seguramente más feliz que el nieto. "¿Quién es tu ídolo?", se le preguntó al chico. Y respondió el abuelo. "Etoo. Ronaldinho no corre mucho". El camerunés está feliz. Ya vuelve a marcar.