Bernd ruge, Frank sonríe

Mientras Bernd Schuster anda mirando en el carnet de identidad para justificar sus derrotas --"¿De dónde es el árbitro? ¿Catalán? No hay más que hablar",dijo el alemán tras caer en Sevilla, en la segunda derrota de la Liga--, el Barça vive feliz porque el Camp Nou es la caja donde guarda el tesoro. No pierde ni un partido, la gente se divierte porque tiene un aire terapéutico --la afición ha logrado recuperar a Ronaldinho-- y, además, ni encaja goles.

Solo tres tantos en seis partidos han recibido los azulgranas, y Valdés, tras el partido de anoche, lleva ya 270 minutos consecutivos sin agacharse para recoger el balón al fondo de la red. Una gran noticia, sin duda, para tranquilizar el inestable entorno del Barça. En Madrid, después de un 1-5 al Valencia que lo colocó en las nubes, andan ahora apelando al origen catalán de Álvarez Izquierdo, el árbitro del sábado. Da la sensación de que Schuster, en la salud y en la enfermedad, se ha empeñado en convertirse en elnuevo Mourinhodel barcelonismo. Un tipo arisco, desagradable, de mal perder, que no acepta la crítica y busca coartadas, como hizo en el Sánchez Pizjuán, para camuflar los tropiezos. En eso, Schuster es idéntico a Mourinho.

Opiniones contradictorias

En el Bernabéu ya lo miran como un entrenador incontrolable, capaz de inventar conflictos donde antes solo había sosiego. Puede atacar a los periodistas, comparar luego el juego de su equipo con Federer --sin saber que siempre hay un Nalbandian en la vida para devolverlo a la tierra-- y poner en duda la honestidad de un árbitro, por malo que sea, solo por haber nacido en Catalunya."A mí no me importa de dónde sea el árbitro. Tras el partido estás caliente y se dicen cosas por la emoción, pero lo que dijo el míster para mí es anecdótico", declaró ayer Van Nistelrooy, contradiciendo así a Schuster.

Provocador

No fue el único que opinó lo contrario que su entrenador. Al alemán no se le escuchó referirse a la estadística, que señaló que el Madrid solo había tirado una sola vez a portería en 90 minutos."Tiramos muy poco a gol",admitió Raúl, el capitán blanco. Schuster, según su colega Frank Rijkaard, es Schuster."No ha sido la primera frase ni la última que provoca atención",afirmó el holandés."Es un poco como es Schuster, dice claramente lo que piensa. Y esto genera discusiones porque todos los demás hablan de sus palabras. A veces, compara a su equipo con un tenista. No digo que sea bueno o malo, solo demuestra que el fútbol está vivo",añadió Rijkaard.

Tan vivo como se ve ahora a Ronaldinho."Me alegro mucho por él y por Henry. Necesitaban estos goles. Es una victoria del grupo y también del propio Ronaldinho, así abre los ojos a los demás",recalcó el técnico azulgrana."Ronnie está mejorando, transmite felicidad y alegría, y el público se siente orgulloso de él".En Madrid tienen una semana para rastrear los orígenes de los árbitros; en Barcelona, para hablar del Ronaldinho futbolista. Al fin.