Nuria Pajares: cómo hacer artefactos virales, según la tiktoker del 'LuisVi'

A pesar de su perfecta melena rubia, su argot salpicado de diminutivos y su devoción por los bolsos de lujo, Nuria Pajares, 'influencer' revelación en TikTok, se ha pasado los últimos días desmintiendo que realmente haya "una pija" tras ese fabuloso meme en el que la ha convertido el vídeo más inflamable de la semana. Seguramente ya saben de qué se trata: en él la mujer le regala un bolso "LuisVi" –por Louis Vuitton– a su hija tras la selectividad y esta acaba hipando y deshaciéndose en lágrimas de la emoción.

Hija de una peluquera y un fotógrafo local de Tarragona, la 'tiktoker', que desde su casa de Salou oye los gritos del Dragon Khan, prefiere definirse como "una mami terremoto", aspira a ser embajadora local de las 'yummy mummies' –mujeres que en las redes sociales concilian maternidad perfecta, monetización y vida suburbana– y es indudable que sabe unas cuantas cosas sobre cómo diseñar artefactos virales.

Cosa número uno. Con un año de experiencia en la red social, a la que llegó durante el confinamiento, esta comercial de 42 años y madre de tres hijas ha tropezado con el santo grial del vocablo-géiser: "el primer LuisVi" –cabe decir que en ninguna zona pitita se ha oído utilizar este hipocorístico– lo tiene todo. Un eslogan con pegada, fácilmente risible y aún más memeízable que concentra algunas obsesiones contemporáneas: familia, lujo, celebridad (escuela Kardashian) y una cierta invitación al ajuste de cuentas de clase.

Cosa número dos. Antes de abrazar el 'milagro LuisVi', Pajares ya había detectado –como prueban sus casi dos millones de seguidores– que un socorrido atajo hacia la atención es el humor tontorrón y los retos-chifladura. Algo así como (los ejemplos están basados en hechos reales) qué risa, justo se me rompe el grifo cuando debía aclararme el pelo y me desafío a mí misma a comer un mejunje de Nutella, yogur y vinagre.

Cosa número tres. Nunca se debe desfallecer ni tampoco renegar de los grandes hits. Aunque Pajares lleva días sin dormir, su hija, mosqueada, no quiere saber nada del LuisVi (lo sortearán el día 22) y hasta ha tenido que escuchar lecciones sobre educación de Nieves Herrero –"es un bolso, no una mansión ni un lamborghini", se ha defendido ella en algún momento–, la 'tiktoker' ha compensado venenos concediendo entrevistas en teles y radios y quizá pensando que, después de todo, al final del arco iris del 'haterismo' hay un buen puñado de marcas dispuestas a pagar por su millonaria audiencia. 

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