Helen McCrory: toda una dama de la escena

La actriz británica asciende a primera ministra en 'Roadkill', que protagoniza con Hugh Laurie

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Juan Manuel Freire

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En la última década y media, hemos visto a la actriz Helen McCrory (Paddington, Londres, 1968) escalar posiciones en el paisaje político de ficción. Allá por el 2006, debía conformarse con ser la esposa del primer ministro, de Tony Blair para ser concretos, en 'La reina', papel que repitió en el telefilme 'La relación especial' y que le valió los vítores de la propia Cherie Blair.

Ya en el 2012, McCrory aparecía algo fugazmente como ministra del interior en 'Skyfall', vigesimosegunda película Bond. Y ahora podemos verla, por fin, como primera ministra de Reino Unido en 'Roadkill' (Movistar Seriesmanía, desde el lunes, día 2), la miniserie con Hugh Laurie como ministro conservador al que algunos tratan, sin mucho éxito, de hundir a base de escándalos personales. Esta creación del dramaturgo David Hare, nominado al Oscar por 'Las horas' y 'The reader (El lector)', no ha logrado unir a los críticos en un vítor generalizado, pero algo está claro: McCrory brillará.

Magnetismo e inteligencia

Desde mediados de los noventa, ella dignifica cualquier película o serie en la que aparece. Es una cuestión de magnetismo, de inteligencia visible y de un nada disimulado humor malicioso. La cámara la adora, pero ella no estaba loca por la pantalla. Cuando acabó los estudios de arte dramático, su único afán era pisar las tablas, donde ha brillado tanto en el apartado clásico (ShakespeareChéjov) como en el más moderno (véase el reciente revival de 'Un profundo mar azul', de Terence Rattigan).

Por insistencia de su agente, empezó a aceptar papeles secundarios en películas como 'Entrevista con el vampiro', 'Charlotte Gray' y “La venganza del conde de Montecristo', y algo más importantes en series como 'The fragile heart', 'Anna Karenina' (era la heroína trágica de Tolstói), 'El jurado' o 'Charles II: The power and the passion'.

Pero los papeles que la hicieron realmente popular no llegaron hasta finales de la década pasada. Para muchos, siempre será la Narcissa Malfoy de las películas de Harry Potter. Para bastantes, la tía Polly de la serie 'Peaky blinders', una matriarca feroz. También en la televisión (de prestigio) ha sido la pérfida Madame Kali de 'Penny Dreadful', la exesposa del magnate de los medios encarnado por Richard Gere en 'MotherFatherSon', o (solo con voz) el daimonion de Lord Asriel, un irbis, en 'La materia oscura'.

Lo importante es no dejar de ser mucha gente. Dijo en entrevista con 'The Chap': "Creo que hay dos tipos de actores: los que hacen de sí mismos, como Clint Eastwood, y los que se transforman en otra persona. Yo estoy, definitivamente, en el segundo campo".

En el tiempo que le dejan sus inspiradoras transformaciones, McCrory trata de mejorar el mundo por otras vías. Ha colaborado con la asociación Scene & Heard (que pone en marcha obras teatrales escritas por niños desfavorecidos) y, durante la crisis del covid-19, cofundó la campaña Feed NHS (que alimenta a trabajadores de la primera línea de salud) con Matt Lucas, John Vincent y su marido, el también actor Damian Lewis, alias Nicholas Brody de 'Homeland'.           

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