NUEVA SERIE CON REVUELO

Alba Baptista: la nueva heroína indie

Es la última superheroína sin capa que ficha Netflix. 'Zennial', feminista y monja guerrera

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Abel Cobos

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Como dice el meme, «no todos los superhéroes llevan capa». En algunas ocasiones, llevan hábito. Es el caso de <strong>La monja guerrera</strong>, una especie de monja-ninja-zombi retrofuturista con superpoderes que, como si fuera una Juana de Arco contemporánea, tiene que combatir y matar demonios. Es la última heroína indie que se suma al catálogo de Netflix, después de Jessica Jones, One Punch Man Ghost in the Shell y, como es obvio, ha despertado mucho revuelo. 

«¿Estamos ante el amanecer de una obra de culto o de un descarrilamiento?», decía uno de los muchos tuiteros que reaccionaron al anuncio. «Parecía un bodrio nivel Sharknado, pero el tráiler pinta bien», respondió otra cuando se lanzó el primer avance que, a ritmo de A Palé, de Rosalía, mostraba escenas que combinaban acción, escenarios increíbles (muchos de ellos grabados en Andalucía) y unos personajes que parecían carismáticos.

La encargada de vestir los hábitos de esta monja, basada en el homónimo amerimanga (manga americano) de los 90, es Alba Baptista, una zennial de 22 años (del 97), promesa del cine portugués. «La primera portuguesa en protagonizar un show de Netflix», informaba Vogue Portugal en una entrevista que la catalogaba de «prodigio de la actuación portuguesa» y «joven promesa». No en vano, uno de sus papeles más celebrados fue a los 15 años, en el corto Miami, de Simão Cayatte, que le proporcionó el premio a mejor actriz en el Festival Ibérico de Cine

Por supuesto, como buena zennial, domina las redes sociales. De hecho, según aseguró a Vogue, su proyección internacional está lográndola a través de self-castings que produce y distribuye ella misma e <strong>Instagram</strong>, donde supera los 50.000 seguidores y sube contenido que representa la quintaesencia de su generación: fotos descentradas de estética grunge y un fuerte compromiso ecologista feminista (que, por ejemplo, hizo visible con un vídeo de la activista medioambiental asesinada Marielle Franco). 

Cómic de culto

Ahora, en su estreno mundial, protagonizará una de acción con toques de comedia kitsch feminista que, si sigue la trayectoria del cómic original, será un clásico épico. De hecho, el cómic, Warrior Nun Areala, ha tenido una trayectoria muy parecida una obra de culto indie y trash: The Rocky Horror Picture Show. Ambas, después de un estreno flojucho, fueron repescadas por fans muy fieles y acabaron convirtiéndose en culto con los años. En este caso, lo que la salvó del olvido fue el uso de la iconoclastia cristiana en una historia de mujeres empoderadas dando hostias (sí, como si fuera un featuring de Tarantino y Almódovar), lo que ha logrado que con los años haya obtenido una mejor acogida entre el público. 

«Una obra de acción entretenida, que se ríe de problemáticas reales -así define la periodista Beth Hannan Rimmels esta óptica feminista que tanto casa con el discurso de Baptista-. En un mundo en el que las monjas van matando demonios a espadazos, las protagonistas se preguntan: ‘¿Por qué cobramos menos que nuestros homólogos masculinos si nosotras estamos al pie del cañón?’».

La adaptación de Netflix, además, se propone corregir uno de los aspectos más criticados del original: la hipersexualización femenina. En esta versión, el uniforme de Baptista tiene más de Lara Croft que del original del manga, que consistía en escotazo y una falda abierta por los lados para presumir de piernas. Por suerte. 

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MOTOKO KUSANAGI   

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