Rosa Salazar: la guerrera latina

Es la nueva sensación de Hollywood gracias a su participación en la superproducción de aventuras 'Alita: Ángel de combate', dirigida por Robert Rodríguez y producida por James Cameron. Su nombre es Rosa Bianca Salazar y, aunque en la película la veamos a través de un complejo dispositivo de efectos digitales que incluyen unos ojos desproporcionados, lo cierto es que su fuerza expresiva y su carisma la han situado en el foco de atención dentro de una industria ávida de nuevas incorporaciones. Tiene las ideas muy claras y quizás por eso ha hecho suyo el discurso de empoderamiento femenino que desprende la película para reafirmar sus raíces latinas en un nuevo Hollywood abierto a la diversidad racial. 

A pesar de que la hayamos visto principalmente encarnando personajes adolescentes, Salazar tiene 33 años y cuenta con una historia de lucha y reafirmación personal a sus espaldas poco convencional. Nació en Washington DC, donde se estableció su padre, de origen peruano. De él aprendió que las cosas se consiguen con mucho sacrificio y esfuerzo y que todavía quedan muchas barreras por derribar si eres latino en Estados Unidos. Tras la separación de sus progenitores, su madre comenzó una nueva relación que la separó definitivamente de su familia hasta que a los 15 años se emancipó y comenzó a vivir por sí misma. Reconoce que estuvo a punto de convertirse en una 'homeless', pero no se arrepiente, porque esas experiencias la hicieron más fuerte a la hora de tomar decisiones. Trabajó en cualquier cosa que le ayudara a mantenerse, fue mensajera, asistente personal, paseadora de perros, hasta que decidió mudarse a Nueva York para convertirse en actriz. 

Un capricho

Comenzó haciendo sketches para la web de comedia CollegueHumor, pero su carrera comenzó de verdad a tomar forma cuando se trasladó a Los Ángeles. En el 2011 obtuvo sus primeros papeles secundarios, en 'Parenthood' y en la primera temporada de la serie de Ryan Murphy 'American Horror Story: Murder House'. Quería darse un capricho con su primer sueldo y se compró un bolso de Alexander Wang, pero su conciencia de clase la impulsó a devolverlo al día siguiente.

Cree que mujeres
como Salma
Hayek y Jennifer
López han sido
cruciales para la
aceptación racial

Fueron años duros, de aprendizaje, de 'castings' interminables, hasta que su esfuerzo comenzó a dar sus frutos y casi de manera simultanea rodó dos películas de acción adolescente, 'Insurgente', de la serie 'Divergente' y 'El corredor del laberinto: Las pruebas'. En ambas demostró su fuerte carácter, algo que se convirtió en el trampolín para que se fijaran en ella James Cameron y Robert Rodríguez, que necesitaba encontrar a la protagonista de 'Alita'. Los dos quedaron sorprendidos con la energía y la vitalidad que desprendía la actriz y supieron que habían encontrado a la persona adecuada.

Nueva generación

Rosa Salazar se muestra orgullosa de que una película de 200 millones de dólares esté encabezada por una mujer latina. Le encanta la ciencia ficción, aunque le gustaría alternar con el cine independiente y trabajar con más mujeres tras la cámara. Por el momento lo ha conseguido en 'La profesora de parvulario', de Sara Colangeno, y en el original de Netflix 'A ciegas', de Susanne Bier, junto a Sandra Bullock. 

Ella pertenece a una nueva generación de actrices que, como su compañera de reparto Eliza González, se está encargando de romper con los estereotipos dentro de la industria. Para ella, mujeres como Jennifer López o Salma Hayek han sido fundamentales para abrir las puertas de Hollywood a la tolerancia y la aceptación racial. 

Pero sabe que todavía queda mucho por hacer. Por eso no le gusta el concepto de superheroína. Wonder Woman está bien, pero prefiere a Alita, porque su verdadero poder nace de su interior, de su esfuerzo, de su constancia y su trabajo.