Preocupación entre trabajadores del Edifici del Treball de Cornellà por el estado del inmueble

El Edifici del Treball de Cornellà (Baix Llobregat), ubicado en el parque de Can Mercader, está a la espera de una serie de reparaciones desde que el temporal Gloria provocara daños en buena parta de la fachada del mismo en 2020. La fachada, en sus cuatro costados, está cubierta por docenas de telas protectoras con el objetivo de evitar posibles caídas de cascotes o del recubrimiento de la misma. Con todo, este mes de febrero, los trabajadores de las plantas superiores han sido evacuados y reubicados en pisos inferiores del mismo inmueble, sede del Centre de Formació de Can Mercader, de los servicios sociales municipales o de la Escola de Muntanya i Esports de Natura de Cornellà.

Estos movimientos han acrecentado las preocupaciones sobre el estado del edificio de trabajadores de las plantas superiores, que comentan que, durante los últimos meses, han aparecido "grietas" en algunas salas y despachos. Preguntado por esta situación, el Ayuntamiento de Cornellà explica que se decidió contratar a un arquitecto para revisar el techo, después de detectar que se filtraba agua. Así, el consistorio dice que todavía se están realizando las catas para determinar el estado del techo y que, una vez acaben, se hará “el informe pertinente”.

Cornellà vuelve a licitar las reparaciones del Edifici del Treball, dañado por el temporal Gloria en 2020

En las plantas inferiores, donde se encuentran los servicios de atención al público, no se han detectado los problemas de los pisos de arriba y desde el Ayuntamiento apuntan que “se sigue ofreciendo el servicio habitual sin problemas”. De hecho, trabajadores y usuarios de estas plantas inferiores comentaban este miércoles desconocer los problemas con los que lidian sus vecinos de arriba.

No se encuentran igual de satisfechos los empleados de la zona afectada, que reiteran su preocupación por la necesidad de apuntalar algunos espacios, así como que la situación y los problemas detectados no se arreglen en el corto plazo. De hecho, aunque el contrato ya está adjudicado, la previsión es, tal y como recogen los pliegos, que las obran puedan alargarse por un periodo de seis meses y la idea es que puedan empezar en verano de 2024.

Obras adjudicadas

La adjudicación y formalización del contrato se ha llevado a cabo este mismo mes de febrero. Unas actuaciones para las que se destinará un total de 673.473,17 euros y que correrán a cargo de la empresa Izer Ingeniería y Economía. No es la primera vez que el consistorio cornellatense licitaba estas obras. El consistorio sacó a concurso las reparaciones en agosto del pasado 2022, pero el contrato se declaró desierto a principios de 2023 después de que ninguna empresa presentara una oferta. 

Tras ello, Masala Consultors, que ya había hecho el primer proyecto para desarrollar las obras, volvió a presentar su plan con el detalle de las actuaciones necesarias. El Ayuntamiento lo aprobó en el Pleno de febrero de 2023 de forma inicial y, tras no recibir alegaciones, quedó aprobado de forma definitiva en junio del año pasado.

Así, el contrato debe servir para reparar los desperfectos causados por el temporal Gloria en la fachada del Edifici de Treball, así como mejorar el espacio de acceso al edificio en la zona del porche y la impermeabilización del tragaluz de la escalera central. “La reparación de la fachada aprovechará para solucionar los desperfectos estructurales de los dinteles, mejorar su eficiencia energética así como dar una nueva imagen más actualizada y ordenada del edificio”, recoge la memoria del proyecto.

Las reparaciones

Tal y como recoge la memoria del proyecto elaborado por parte de Masala Consultors, “las lamas de protección solar de la fachada sur se desprendieron de su posición y cayeron al suelo” con el azote del temporal Gloria en 2020. Debido a este hecho, se procedió al desmontaje de todas las lamas y carpinterías asociadas de la fachada sur, se acordonó este ámbito de la planta baja y se inició “una verificación y repicado de los dinteles que mostraban indicios de afectación, una vez retiradas las lamas y su premarco”.

En esta intervención, sigue el texto, se observó cómo algunos de los dinteles de hormigón, que en realidad son el límite del propio techo estructural, tenían "los armados oxidados y mostraban desprendimientos de fragmentos de hormigón”.