Detenidos diez seguidores radicales de la UE Cornellà por una pelea con aficionados rivales

Los Mossos d'Esquadra han detenido a diez personas integrantes de un grupo de aficionados radical de la UE Cornellà por su presunta participación en una agresión a un grupo de seguidores de un equipo rival, el CD Castellón, según ha informado la policía en un comunicado.

Los hechos se produjeron el 25 de septiembre, pocas horas antes del inicio de un partido, cuando se produjo una pelea tumultuaria entre aficiones rivales en un centro comercial cercano al estadio de fútbol.

A consecuencia de la pelea, varias personas resultaron heridas y dos de ellas requirieron asistencia hospitalaria.

Según los Mossos, los diez detenidos forman parte del grupo 'Cornehools', que califican de radicales. La investigación permitió detener a diez seguidores del equipo el pasado 13 de diciembre, que la policía considera responsables del ataque.

Condena de la UE Cornellà

En un comunicado, el CD Castellón relató en septiembre que un grupo de encapuchados “ha esperado a los autobuses de nuestra afición desplazados al encuentro de hoy con bates y palos”. Así, el equipo castellonense aseveró que dentro de los autobuses “se encontraban familias con niños y niñas que han quedado aterrorizadas tras lo ocurrido”.

Desde los Mossos d’Esquadra explicaron entonces a este diario que estos incidentes se produjeron antes del encuentro que enfrentó a los dos equipos en las inmediaciones entre el centro comercial Splau y el estadio del RCD Espanyol, donde la UE Cornellà disputa sus partidos como local esta temporada.

“Ante los hechos acaecidos en la tarde de este domingo en los aledaños del RCDE Stadium, la UE Cornellà condena rotundamente los incidentes producidos entre aficionados”, remarcaron por su parte desde la UE Cornellà.

Además, la Unió Esportiva Cornellà señaló que, “en caso de confirmar vinculación directa de aficionados del club”, tomaría medidas de suspensión o expulsión “para todos los implicados”.

Libertad con cargos

A los detenidos se les acusa de un delito de lesiones, pelea tumultuaria y un delito de odio, puesto que el origen de la agresión sería la ideología antagónica de los grupos de seguidores.

Un juzgado de Cornellà dejó a los detenidos en libertad con cargos. Para cinco de ellos se acordó una orden de no acercamiento a menos de 1.000 metros de las instalaciones deportivas en las que la UE Cornellà dispute un partido de fútbol.

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