El mercado laboral amplía la brecha de género en el Baix Llobregat

Menos presencia de mujeres en ciclos formativos –sobre todo tecnológicos-, más contratos temporales y a tiempo parcial para ellas, desigualdad salarial transversal y pocas mujeres en puestos de decisión. En definitiva, más precariedad, más paro, menos salario y menos pensión son los ítems que definen la situación laboral de las mujeres en el Baix Llobregat.

Son las conclusiones que se extraen del informe anual sobre Mujeres en el mercado laboral elaborado por el Observatori Comarcal y el Consell de les Dones del Baix Llobregat, que en esta cuarta edición se plantea si el crecimiento de la actividad y la ocupación que se está produciendo en la comarca perpetua o corrige las desigualdades de género.

La respuesta, en los datos: el 58,2% de personas paradas en 2018 en el Baix Llobregat fueron mujeres (el 57,5% en 2017). De hecho, en todos los municipios de la comarca hay más mujeres registradas en el paro que hombres, aunque la distribución del peso es desigual entre municipios.

Así, las siete localidades con mayor porcentaje de mujeres en paro (más del 60%) son Castellví de Rosanes, Sant Climent, Sant Andreu de la Barca, Abrera, Esparraguera y Viladecans, mientras que las cinco localidades con menor peso de mujeres en paro respecto al total (50-55%) son Corbera, Sant Just, Cervelló, la Palma y Cornellà.  

Además, el porcentaje de mujeres en paro aumenta con la edad. De este modo, entre los menores de 20 años el 42,3% de las personas paradas son mujeres, mientras que en el resto de franjas va elevándose hasta alcanzar el 61,4% en las personas de 55 años y más.

Una tendencia que continúa en el primer mes de 2019, pues según los datos proporcionados por el mismo organismo, este mes de enero la tasa de paro se ha situado en el 10,2% en el Baix Llobregat, representando el 12,3% en el caso de los hombres y el 8,3% en el de las mujeres, aumentando en ambos (+229 y +253).

Más contratos a tiempo parcial

En cuanto a condiciones laborales, el informe se hace eco de los datos generales de Idescat, que reflejan que la jornada a tiempo parcial tiene nombre de mujer: un 22% de las ocupadas en Catalunya lo está a tiempo parcial, una cifra que en el caso de los hombres representa el 7,1%, aunque los datos presentan una ligera mejora respecto a los de 2017.

Por otro lado, y aunque existe un mayor porcentaje de mujeres asalariadas (89%) que de hombres (80%), el número de varones que trabaja por cuenta propia sigue siendo casi el doble que el número de mujeres (19,6% de los hombres frente al 10,3% de las féminas), habiendo experimentado además un descenso en ambos casos.

El informe muestra asimismo que la rotación laboral es mayor en mujeres que en hombres, siendo 2018 el que registra un mayor índice de rotación. Además, las mujeres presentan proporciones superiores entre los trabajadores que registran 3 o más contratos al año.

Por otro lado, y acogiéndose en esta ocasión a los últimos datos proporcionados por el INE en 2016, el informe concluye que la brecha salarial sigue perpetuándose de manera transversal en todos los sectores, edades y ocupaciones, llegándose a situar en ese año en el 23,4% (6.462 euros anuales menos).

La brecha de la pensiones, del 44%

Una brecha que existe también en el ámbito de las prestaciones. Las cifras, que en este caso se centran exclusivamente en la comarca del Baix, apuntan a que, en 2018, el 64% de los hombres en paro cobraban algún tipo de prestación por desocupación, cifra que en las mujeres no superaba el 54%.

En todos los años analizados por el Observatori se constata además que la cobertura de las prestaciones contributivas es mayor entre los hombres que entre las mujeres. De las 167.132 personas beneficiaras de pensiones contributivas en la comarca, el 51,8% son mujeres. Pese a esta mayoría, solo el 39,1% de las pensiones por jubilación son para ellas.

Además de recibir menos, también reciben menor cantidad. Así, mientras que la cantidad media de pensiones contributivas de los hombres se sitúa en los 1.331 euros, en el caso de las mujeres no supera los 748 euros, dibujando una brecha de pensiones del 44% a favor de los varones.

Un 13,4% de mujeres afiliadas menos que hombres

Según los datos del Consell Comarcal, en el Baix Llobregat hay 163.290 mujeres afiliadas a la Seguridad Social, un 13,4% menos que hombres. No obstante, el porcentaje diferencial ha ido disminuyendo en los últimos años, en los que se ha registrado un crecimiento progresivo de mujeres afiliadas.

Cornellà, Sant Boi, Castelldefels y Viladecans son los municipios con mayor número de mujeres afiliadas del Baix Llobregat, mientras que Sant Just Desvern se sitúa a la cola de la lista. No obstante, ningún municipio de la comarca tiene más mujeres afiliadas que hombres, y solo dos poblaciones tienen menos del 5% de diferencial: Sant Just y Esplugues.

Un diferencial que se acentúa conforme aumenta la edad de las personas afiliadas, pues entre los menores de 30 años no supera el 7%, mientras que en las personas mayores de 55 representa el 22%, aunque disminuye respecto a años anteriores.

Crece la tasa de temporalidad en mujeres

El 2018 fue el año con más contratos nuevos registrados, con 132.800 firmados por mujeres (43,8%) y 170.410 por hombres (56,2%). Aunque el crecimiento respecto al año anterior es mayor en la población femenina, no lo es en términos generales (respecto al 2008), y sigue mostrando una gran diferencia entre ambos sexos.

Las nuevas contrataciones reflejan además el predominio de la temporalidad entre las mujeres, sector de la población en el que en 2018 aumentó la tasa de temporalidad por segundo año consecutivo (del 42,5% al 44,4%), pese a que el número de contratos temporales fueron mayoritariamente registrados por hombres –aunque éstos descienden, del 57,5 en 2017 al 55,6 en 2018-.

Por municipios, en 9 de las 30 localidades del Baix los contratos registrados por mujeres en 2018 se sitúan por encima de los registrados por hombres –Corbera, Esplugues, Sant Andreu de la Barca, Begues, Sant Joan Despí, Castellví de Rosanes, Torelles, Viladecans y Castelldefels, mientras que Abrera y el Papiol son los municipios con menor porcentaje de contratos femeninos.

En casi la mitad (11 de 30) de poblaciones, los contratos temporales fueron más comunes en mujeres que en hombres, encabezando la lista Esplugues (58%), Corbera, Begues y Sant Andreu de la Barca (55,8) y cerrándola Sant Esteve Sesrovires (34%), la Palma de Cervelló, el Papiol y Abrera (28%).

Menos mujeres en ciclos formativos

Pero la brecha de género no se observa exclusivamente en el ámbito laboral. A nivel formativo, el informe concluye que sigue existiendo, y además se perpetua, una segregación por razones de género tanto por el tipo de estudios como por la rama de éstos. Así, el curso 2017-2018 registra el menor peso de mujeres matriculadas en ciclos formativos en la comarca, aunque el porcentaje de féminas universitarias sigue siendo mayor que el de hombres.

Una tónica todavía más visible en la temática de estos estudios, pues la presencia de mujeres en ciclos formativos tecnológicos es testimonial y, de hecho, ha disminuido, del mismo modo en que lo ha hecho en los de informática y comunicaciones, donde las mujeres han pasado de ser el 16,2% de las matriculadas en 2003 a ser el 5,5% en 2017.

Los ciclos formativos con mayor presencia femenina siguen siendo los de imagen personal (91,5%), servicios socioculturales y a la comunidad (86,1%) y los del ámbito de la salud (77,6%), hecho que denota esta feminización de determinados sectores y profesiones.   

Unos datos que desde el Observatori ven preocupantes, debido precisamente a que no son nuevos, pues son “datos que ya se mostraban negativos en anteriores ediciones del informe y que este año empeoran, ampliando la brecha de género”, algo que demuestra “que estamos todavía muy lejos de conseguir la igualdad entre mujeres y hombres”.