Ametller eleva su facturación hasta los 550 millones de euros y ya controla un 3,5% del mercado catalán de la distribución alimentaria

Empezaron el año pendientes de cómo respondería al consumidor a una crisis inflacionista que ya se divisaba especialmente cruda en el terreno de la alimentación, y convencidos –especialmente su cofundador y consejero delegado, Josep Ametller– de que pasara lo que pasara, no había que cambiar el modelo. “Prefería asumir la pérdida de ventas que cambiar el modelo”, reflexionaba este miércoles el empresario. La apuesta ha surtido efecto y Ametller Origen termina 2023 con más ventas, más tickets abonados en su establecimiento y, consecuentemente, un volumen de negocio que es un 20% mayor al del año anterior y supera los 550 millones de euros.

En este sentido, el dueño de estos establecimientos ha reconocido que los precios han subido para paliar el incremento de los costes, y también, que cabe la posibilidad de que el consumidor esté yendo más asiduamente a la tienda para intentar hacer cestas de la compra más ajustadas a lo que realmente necesita, pero que, independientemente de eso, este crecimiento también se debe al peso que está ganando la marca.

Ametller Origen ha pasado de tener una cuota de mercado inferior al 3% a controlar un 3,5% del gasto del consumidor catalán en empresas de distribución alimentaria, un porcentaje que se dispara hasta el 10% en la categoría de platos precocinados y hasta el 11% y el 14%, respectivamente, en el caso de la fruta y la verdura. “Esto reafirma nuestra apuesta por el producto fresco y nos permite tener una base de más de 1 millón de clientes, de los cuales más de medio millón repiten y compran mínimo una vez al mes en nuestra casa”, ha asegurado Ametller.

También ha influido que la compañía ha abierto 11 nuevas tiendas y reformado una docena para que respondan a su voluntad de tener cada vez locales más grandes. En total, Ametller tiene ya 138 establecimientos repartidos por el territorio, aunque especialmente concentrados (el 65%) en Barcelona y su área metropolitana. “Hemos conectado mucho con el cliente urbano”, ha sostenido el consejero delegado de la cadena, que, de hecho, abrió el año pasado su primera tienda en la provincia de Lleida y la localizó, precisamente, en su capital.

Planes para 2024 y reinversión

Para 2024, la compañía se ha propuesto abrir otra decena de locales, lo que esperan que incremente otro 20% sus ingresos y un 11% su plantilla. Ametller cuenta actualmente con un músculo laboral de 3.800 empleados, parte de los cuales se trasladarán a unas oficinas que están acabando de adecentar en Barcelona, encima de su establecimiento en la calle Numancia.

De lo que no ha hablado este empresario es de beneficios, aunque sí ha asegurado que los reinvierte prácticamente todos: la empresa lleva invertidos 160 millones en los últimos diez años en nuevas tiendas, proyectos agrícolas, innovación... Ametller ha aprovechado para reivindicar, en este sentido, un marco legal que estimule que otras compañías hagan lo mismo. "El impacto que tenemos en la economía con esta reinversión es grande", ha justificado el directivo, que ha recordado que su empresa compra un 90% de su producto a pymes tanto por filosofía como para diferenciarse de la oferta de sus competidores. "A nivel político se podría hacer una política fiscal que premie la reinversión y no el reparto de dividendos", ha reclamado.