El circo conquista el barrio

Clavas, bastones, pelotas relucientes y todo lo que pueda definirse como malabares se puede encontrar en Papallona Circus Art Shop, en la avenida de Francesc Cambó, 30-36 (Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera). Y alrededor de esta tienda se extiende la magia del circo en un barrio en el que la semana que viene comienza EnCircant el barricon actuaciones circenses en la calle, y donde centros cívicos ofrecen talleres de malabares.

La original tienda totalmente dedicada al mundo del circo abrió sus puertas hace tres años cuando, una serie de coincidencias, empujaron a su dueño y fundador, Vicente Llorca, a este local esquinero. Llorca llegó de València a Barcelona para terminar sus estudios en periodismo. Apasionado de malabares, encontró piso compartido en Nou Barris, cuya biblioteca tiene una sección dedicada al circo y las artes parateatrales.

Combinando su vocación periodística con su pasión circense, Llorca

fundó Zirkólika, la revista de circo más importante de EspañaZirkólika. En el 2014, participó en un concurso del ayuntamiento que fomentaba la apertura de comercios relacionados con la cultura. Su proyecto de abrir una tienda dedicada al circo que fuera al tiempo sede de la revista fue seleccionado y se le asignó el local de la avenida de Francesc Cambó.

Taller de malabares

A partir de ahí, todo marchó sobre ruedas. "Dada mi pasión por el circo, fui al Casal Pou de la Figuera para organizar un taller de malabares y descubrí que en el barrio había muchas microrrealidades sobre el mundo del circo", cuenta Llorca. Ya existía la Setmana del Circ, en verano, con espectáculos. Y había grupos independientes de hulahop y trapecio. "Aquel año, 2015, el Distrito nos concedió financiación para organizar algo relacionado con el circo en las fiestas navideñas", cuenta Adrià Almirall, del Pou de la Figuera.

Aquel evento y la llegada de Llorca al barrio fueron el detonante para que todos los actores de la zona interesados en el circo se juntaran en un proyecto mayor: EnCircant el barri, que desde entonces trabaja para transformar, dos semanas al año, el barrio en un gran circo al aire libre.

"Una semana de verano y una de las vacaciones navideñas organizamos talleres, espectáculos, pases de películas, exposición de fotos", explica Inés Guirado, del Casal de Joves del Palau Alós.

La semana que viene

El próximo EnCircant "Esto forma parte de la magia del circo -afirma Almirall- que une colectivos de todo tipo. En nuestras actividades participan muchos vecinos del barrio". Gracias a EnCircant, los promotores también reivindican la calle como espacio de actuación y rescatan plazas olvidadas.

Por ello, la idea de Llorca de organizar talleres de malabares funciona. Empezaron en Pou de la Figuera y a partir de este año se desarrollan en la sala de actos del Palau Alós. "Pensé que sería interesante enseñar circo porque es algo que une", afirma Llorca. Todos los martes, a partir de las 18.30 horas, profesores y alumnos se encuentran para hacer volar pelotas, tirar bastones, practicar hulahop... Así, la semana del circo no dura siete días, sino todo el año.