Ciclismo

Camino del Tour: Vingegaard gana el Dauphiné en plan salvaje

Nuevo monólogo de un intratable Vingegaard.

Vingegaard se exhibe en el Dauphiné.

Vingegaard autógrafo

Vingegaard autógrafo / JUMBO VISMA

Sergi López-Egea

Sergi López-Egea

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Jonas Vingegaard está listo para el Tour. Mientras Tadej Pogacar se prepara para la gran cita ciclista del año en Sierra Nevada, el corredor danés ha ganado este domingo el Critérium del Dauphiné con un dominio absoluto que le ha llevado a imponerse en dos etapas y acabar segundo en otras dos. Nadie le ha tosido y ha vuelto a demostrar que tanto él como Pogacar están muchos puntos por delante de cualquier otro rival. El duelo de verdad comienza el 1 de julio en Bilbao.

Si Vingegaard ha sido el dominador absoluto de la carrera, el Dauphiné ha dejado para el aficionado español una nota satisfactoria en la persona de Carlos Rodríguez, que a los 22 años ha conseguido imponerse en la clasificación de los jóvenes (menores de 25 años) y ha logrado acabar la prueba en el ‘top ten’ de la clasificación con una fantástica novena plaza, reforzada sobre todo por el hecho de que desde el mes de marzo no competía después de romperse la clavícula en la Strade Bianche y sufrir otro accidente entrenando semanas después.

Si Rodríguez ha sido la luz en cuanto a la participación española, Enric Mas y Mikel Landa han aportado la sombra al generar muchas dudas -dando por hecho de que han acudido al Dauphiné más para entrenar que para pelear por la general-, con el Tour tan cerca. Deberán apretar y acelerar mucho en los 20 días que faltan para el inicio de la Grande Boucle para afrontarla con optimismo. Queda tiempo. Pero las sensaciones no han sido, desde fuera de la carrera, las que se esperaban.

Cartas boca arriba

En cambio, Vingegaard llega al Tour después de haber ganado las dos carreras World Tour de una semana en las que ha participado (Itzulia y Dauphiné) y con las cartas boca arriba para no esconderse y ofrecérselas a Pogacar. “La carrera me ha dejado muy satisfecho, con una buena condición y después de ganar con una diferencia mucho mejor de la que esperaba”, reconoció el ciclista danés en la señal internacional de televisión tras certificar la victoria.

En la octava y última etapa fue segundo en la empinada subida a la Bastilla de Grenoble donde se impuso en solitario el italiano Giulio Ciccone. De nuevo, Vingegaard volvió a demarrar y ni siquiera Adam Yates (que irá al Tour como gregario de Pogacar) fue capaz de mantener el fuerte ritmo de escalada.

Los deberes de Vingegaard ya están hechos. “Ya no queda mucho por pulir de cara al Tour”, admitió el danés que volverá a concentrarse antes de viajar a Bilbao y afrontar la ronda francesa que ganó el año pasado. El duelo entre Vingegaard y Pogacar se presenta como apasionante, por todo lo alto, para vivir uno de los grandes acontecimientos deportivos del año, y con un desenlace incierto sobre cuál de los dos llegará de amarillo a París.

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