El Tourmalet

Tras los pasos del 'Pequeño Ruiseñor' en Guadalupe

En 1956 se rodó en Extremadura la famosa película del niño Joselito, Walkowiak ganó el Tour y un italiano llamado Angelo Conterno, la Vuelta.

La Vuelta Guadalupe

La Vuelta Guadalupe / LA VUELTA / CHARLY LÓPEZ

Sergi López-Egea

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Joselito, en los años 50, no era un niño cualquiera. Era un chavalín que cantaba y con su voz infantil el Régimen quedaba maravillado, un chiquillo crecido en la posguerra, entusiasta del mejor folklore español al que en 1956 llevaron a Guadalupe, una belleza de pueblo, en la comarca extremeña de las Villuercas, cuyo nombre recibe el pico que acoge este sábado la 14ª etapa de la Vuelta.

Eran tiempos de hambre y miseria, sobre todo en la España olvidada, que todavía no había empezado a vaciarse y a buscar con el 'exilio' laboral, una manera de tirar adelante, de que los hijos comieran, crecieran y algunos jamás ya no volvieron a estas hermosas tierras de Extremadura.

La gastronomía, ni los jamones, ni los quesos, ni los vinos tan ricos de Trujillo, no se explotaba, solo la voz de Joselito, que cantaba no lejos de la carretera de la Vuelta, y si se subía por alguna labor del campo hasta el Pico Villuercas se hacía en burro, o mula, pero nunca en bicicleta.

Los niños que participaron como extras en ‘El Pequeño Ruiseñor’, rodada en Guadalupe, son los honorables ancianos de la localidad, que este sábado han querido acercarse hasta la ruta de la Vuelta y que se sienten dichosos de que la señal televisiva internacional enseñe al mundo el Real Monasterio de Santa María de Guadalupe y que desde los años 60, con diversas remodelaciones, tengan en el centro de la localidad uno de los más bellos paradores, en lo que en sus orígenes fue el Hospital de San Juan Bautista.

Un año curioso en ciclismo

Viene la historia y el recuerdo de Joselito, del que este periodista ignora si le gusta o no el ciclismo, porque 1956 fue un año curioso en este deporte, porque fue la edición del Tour que ganó, quizás, el vencedor más sorprendente en todas las Grandes Boucles habidas y por haber. Ganó Roger Walkowiak, un francés, que lejos de ser uno de los favoritos, ni siquiera corría en el equipo oficial del país. Se coló en una fuga y aguantó, contra viento y marea, con calor y montaña, con el jersey amarillo hasta llegar a París. Y algo parecido ocurrió en la Vuelta mientras Joselito cantaba a España. El vencedor no fue el elegido por el pueblo, que no era otro que el corredor vasco Jesús Loroño, quien se quedó a 13 segundos de la victoria que se llevó el italiano Angelo Conterno, el único triunfo de postín que logró en su carrera deportiva.

Por lo menos, el Giro, sí tuvo a una estrella de la época llevando la ‘maglia’ rosa, uno de los grandes escaladores de todos los tiempos, nada menos que el luxemburgués Charly Gaul. Loroño tuvo que esperar hasta 1957 para ganar la Vuelta, en la temporada en la que Jacques Anquetil se presentó al planeta ciclista ganando el primero de sus cinco Tours.

Vencedores Tour y Vuelta

Precisamente, centrados en la Vuelta, tampoco hay que olvidar que hasta 13 vencedores del Tour también han conseguido la victoria en la ronda española. El primero fue Anquetil, en 1963 y luego a su estela se llevaron la victoria Jan Janssen (1967), Felice Gimondi (1968), Roger Pingeon (1969), Luis Ocaña (1970), Eddy Merckx (1973), Bernard Hinault (1978 y 1983), Joop Zoetemelk (1979), Pedro Delgado (1985 y 1989), Jan Ullrich (1999), Alberto Contador (2008, 2012 y 2014) y Chris Froome (2011 y 2017). Y mención especial merece también la victoria de Raymond Poulidor, que vale nunca llegó vestido de amarillo a París, pero sí lo hizo entrando a Madrid con ese color en la Vuelta de 1964 por delante de Luis Otaño y el gran Pepe Pérez Francés.

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