El Tourmalet

Armstrong y el aceite de Jaén

En la cena del US Postal nunca faltaba el producto estrella de estas tierras andaluzas

Camino de Jaén

Camino de Jaén / LA VUELTA / CHARLY LÓPEZ

Sergi López-Egea

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De Jaén a Valdepeñas, también de Jaén, hay una ruta cicloturista que circula entre pinares y olivos. Es la ruta de aquellos que quieren llegar a la meta de este miércoles de la Vuelta para retorcerse en sus empinadas calles tal cual fuesen los corredores de la ronda española, tal cual fuesen ciclistas profesionales. Algunos de ellos pondrán el cronómetro cuando el primero de los ciclistas de la Vuelta ascienda hacia la meta para calcular el tiempo que tarda y luego compararlo con los propios, a ver cuánto me ha sacado y así mejorar al segundo intento, a la segunda excursión desde la capital jienense a este pequeño pueblo que ya ha entrado en la leyenda ciclista.

La Vuelta se levanta brava entre olivos, miles, posiblemente a un millar o muchísimo más correspondería cada unidad del pelotón. Y hay que trabajar la tierra duramente porque no están plantados en zonas llanas, sino que hay que ascender entre tierra revuelta para llegar a cada árbol, retorcerse tal cual fuesen estos ciclistas, los del duelo al sol, los que se caen después de atacar, los que abandonan la carrera heridos, como Álex Aranburu y los que luchan por el jersey rojo.

La historia del equipo estadounidense

Los paisajes de Jaén son curiosos. Puedes detener el coche y contemplar los cerros. Y los cerros están llenos de olivos. Aquí no hay bodegas que ofrezcan vino en sus tiendas, pero sí cooperativas que ofertan diversos tipos de aceite, hasta los hay ahumados para ciertos platos y ensaladas.

Hubo un tiempo en el que Manolo Beltrán, al que llamaban ‘Triki’ era la estrella del ciclismo jienense. Hizo buenas posiciones en el Tour y en la Vuelta y hasta en 1999 ganó la Volta. Lo ficho Lance Armstrong y al igual que el estadounidense terminó su carrera profesional con líos de dopaje.

Pero a Armstrong le gustaba el aceite de Jaén y ‘Triki’ enviaba latas y más latas al equipo US Postal. Fueron de los primeros que viajaron con cocinero y nunca faltaba en las cenas el producto estrella de estas tierras andaluzas.

Está claro que la aportación calórica del aceite de Jaén no fue la causa principal que fortaleció los músculos de Armstrong, la poción venía por otros druidas y no gracias a esos aceituneros altivos que ensalzó Miguel Hernández.

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