retorno al pelotón

Euskaltel y el color naranja vuelven al ciclismo

La compañía de telefonía vasca se hace con el patrocinio de la Fundación Euskadi cuyo presidente es Mikel Landa

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Sergi López-Egea

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Los Pirineos, durante más de una década, se tintaron de naranja cada mes de julio. Miles y miles de aficionados vascos al ciclismo copaban la ruta del Tour cuando la carrera se acercaba a la cordillera. Esperaban a los suyos, gritos y noches en vela, por qué no decirlo, de fiesta, para hacer guardia y conseguir un lugar destacado en los últimos metros de ascensión a puertos tan famosos como el Tourmalet, el Aubisque o el Aspin. Pero todo se acabó en el 2013. El naranja desapareció de la faz del ciclismo.

Hubo tanta y tanta gente que a principios de este siglo la organización del Tour desistió en programar las grandes etapas de los Pirineos en fin de semana. Era imposible circular por las carreteras y, sobre todo, los desalojos de los puertos se convertían en un martirio, incluso para los equipos que perdían el convoy oficial. Desde este jueves ya es oficial. El naranja regresa al ciclismo, y lo hace como lo había hecho toda la vida, patrocinando a la Fundación Euskadi, equipo continental (traducido al fútbol y para que el lector lo entienda, un conjunto de Segunda División pero que puede jugar partidos de Primera, como la Volta a Catalunya, la Vuelta al País Vasco e, incluso, la Vuelta). La compañía de telefonía móvil apuesta de nuevo por este deporte y lo hace con los colores que identifican a la marca y que sirvieron hasta el 2013 para destacar a los seguidores vascos en la montaña.

"Euskaltel va a estar con nosotros cuatro años y ello nos permitirá planificar y pensar en un buen proyecto"

Mikel Landa

— Ciclista y presidente de la Fundación Euskadi

La Fundación Euskadi, fundada a principios de los 90 por Miguel Madariaga, rompió en el 2013 con el Euskaltel, desde el momento en que el equipo decidió fichar a ciclistas que ni fueran vascos ni hubiesen sido formados en la cantera de Euskadi. Hasta el 2018 deambuló como pudo en las categorías inferiores del ciclismo. Y entonces llegó Mikel Landa, el genuino, que decidió hacerse con la presidencia de la entidad y comenzar a impulsarla fichando a ciclistas vascos de porvenir y ganándose el cariño de marcas locales como Orbea (sin bicis no hay ciclismo) con el deseo de colgar las zapatillas ciclistas en el equipo que lo vio nacer como profesional, tras su paso por el Astana, el Sky, el Movistar y ahora en el Bahréin.

Este año al absorber buena parte del desaparecido Euskadi Murias dieron el salto a la Segunda División del ciclismo y ficharon a corredores candidatos a victorias de etapa como Rubén Fernández, murciano y antiguo ganador del Tour del Porvenir, y Juanjo Lobato, un buen esprínter si está en forma. Landa, desde el despacho, entre entrenamientos y carreras, siguió presidiendo la fundación y este jueves en Bilbao dio la noticia tan necesaria como vital en el ciclismo: ya tienen patrocinador. "Van a estar con nosotros cuatro años y esto nos da opción a planificar y pensar en un buen proyecto", dijo Landa con la mirada puesta en un futuro llamado Tour de Francia.