Alaphilippe se consagra en San Remo

Julian Alaphilippe ya tiene su primer 'monumento'. El ciclista francés del Quick Step, indiscutiblemente el corredor más en forma del pelotón en este primer tramo de temporada, se ha impuesto este sábado en la primera clásica del año, una Mián-San Remo que, a diferencia del año pasado con el ataque de Vincenzo Nibali, se resolvió al esprint, aunque entre una docena de corredores.

Alejandro Valverde entró en ese grupo cabecero, pero su maillot de campeón del mundo solo ha podido entrar en séptima posición. Otro de los favoritos, Peter Sagan, ha acabado cuarto, apeado del podio por el belga Oliver Naesen y el polaco Michal Kwiatkowski. 

Venganza por el 2017

En el 2017, Alaphillipe estuvo cerca de la victoria en la Via Roma, el clásico final de la 'Primavera', pero entonces solo pudo contemplar desde la tercera posición como Alaphillipe y Sagan se jugaban el triunfo por milímetros. Dos años después, se ha cobrado la venganza. 

El francés, de 26 años, llegaba a esta soleada 110ª 'Classicissima' como uno de los grandes favoritos, con seis victorias ya en el zurrón, las más recientes en la Strade Bianche y en la Tirreno-Adriático, donde sumó dos etapas. A su palmarés, que incluye triunfos parciales en el Tour, donde fue el último rey de la montaña, y victorias en clásicas menores, le faltaba solo alguno de los cinco grandes 'monumentos' del ciclismo (San Remo, Flandes, Roubaix, Lieja y Lombardía). El primero ya es suyo.

Al ataque en el Poggio

"El equipo tenía plena confianza en mí. Controlamos la carrera y solo pensaba en no cometer errores", ha explicado el ganador. Una fuga de corredores menores se mantuvo en cabeza en gran parte de los 291 kilómetros de la carrera. En el tramo final, el descenso de la Cipressa aceleró la carrera. En el Poggio, la última dificultad, Stybar y Gilbert le hicieron un gran trabajo a Alaphillippe, que arrancó y provocó que se quedara en cabeza un grupo de lujo, con Sagan, Valverde, Kwiatkowski, Naesen, Van Aert y Trentin.

Algunas unidades pudieron contactar en el descenso y el tramo final de llano, en el que Trentin intentó la fuga sin éxito. El salto del esloveno Matej Mohoric le ha dado la señal a Alaphilippe: "Cuando he visto saltar a Mohoric a 600 metros de la meta, me he dicho: 'Ahora o nunca'. Es una victoria increíble. Necesitaré tiempo para asimilarlo".

Valverde, satisfecho

Valverde, pese a no subir al podio, estaba satisfecho de su su rendimiento. "Estar con los mejores y disputar en el grupo de la victoria, después de llevar 20 días sin competir, es para estar muy contentos. Ha sido una carrera a ritmo siempre muy alto, sin descanso". El murciano arrancó desde atrás y en ningún momento del esprint tuvo opción a la victoria. "Aunque iba recuperando terreno en los metros finales con los que habían lanzado por delante la llegada, no he podido recuperar más desde donde partía y he tenido que conformarme con ese séptimo. Solo queda dar la enhorabuena a Alaphilippe por su gran victoria y emprender rumbo desde ya a Catalunya, otro compromiso importante en esta primera mitad de temporada".