LA RONDA ESPAÑOLA
Contador no se rinde en la Vuelta a España y Froome pasa al ataque
Hasta siete veces demarró el corredor madrileño que se acerca al podio, el día en el que flaqueó Nibali
Sergi López-Egea
Periodista
Periodista especializado en ciclismo desde 1990. Ha seguido regularmente el Tour como enviado especial desde 1991 al igual que la Vuelta, varias ediciones del Giro, la Volta y Mundiales de la especialidad. Autor de los libros 'Locos por el Tour' (con Carlos Arribas y Gabriel Pernau, RBA), 'Cumbres de leyenda' (con Carlos Arribas, RBA y reedición en Cultura Ciclista), 'Cuentos del Tour', 'Cuentos del pelotón', 'Cuentos del equipo Cofidis' y 'El Tourmalet', todos ellos de Cultura Ciclista.
Sergi López-Egea
Una, dos, tres, cuatro, cinco, seis y hasta siete ocasiones. Como las siete vidas de un gato. Chris Froome está harto de él, pero la Vuelta vibra con Alberto Contador, el que le grita "¡go, go, go!" a su compañero estadounidense Peter Sternina para que mueva el árbol de la ronda española, para intentar que alguno de los corredores que ocupan ese podio al que aspira caigan como árbol maduro. El premio de Contador, el que ataca primero en el Collado de la Hoya, donde en el 2012 comenzó a tumbar a Purito camino de su triunfo en Fuente Dé, se traduce en unos segundos de ventaja sobre Wilco Kilderman e Illnur Zakarin porque Vincenzo Nibali está en otra guerra.
También le chilla Froome, para demostrar que las flaquezas de Los Machucos fueron un espejismo, a Wout Poels, porque observa que Nibali no tiene el día en otra subida corta y asfixiante, Santo Toribio de Liébana, sobre Potes, bajo los Picos de Europa, corazón de Cantabria.
La felicidad de Contador
Y Froome vuelve a demostrar que es el más grande de esta Vuelta, el que respira aliviado porque Contador se apeó de pelear por el jersey rojo, que no es lo mismo que para dar espectáculo, a la tercera etapa, en La Comella, en Andorra. "Los ciclistas que están a más de cinco minutos no me importa que ataquen, pero no, en cambio, los cinco primeros". Y Contador es el quinto, el más activo. Kelderman va a rueda, al más puro estilo de Rigo Urán en el Tour. Zakarin solo hace un amago de ataque, que sirve de preámbulo para calentar a Contador, lo que, afortunadamente, tampoco cuesta tanto.
Zakarin y Kelderman ha cedido unos segundos y esto es una buena señal para el Angliru"
Contador se muestra feliz en la meta. "Zakarin y Kelderman han cedido unos segundos y esto es una buena señal de cara al Angliru". En el Angliru, el sábado, se cierra el tormento de subidas inquietantes de esta Vuelta, porque el domingo, en Madrid, solo habrá el paseo para el ganador, para sus compañeros de podio y para el corredor que demuestre que es el más rápido en una Vuelta que tras 18 etapas aún no conoce una victoria española, sin olvidar a Contador. En Santo Toribio triunfa el belga Sander Armée, el más fuerte en la fuga consentida del día.
El enfado de Aru
Froome y Contador presencian el ligero desfallecimiento de Nibali, en el día en el que un disgustado Fabio Aru ataca desde lejos, en plan Contador, en un acto de rebeldía contra su equipo, el Astana, porque siendo el líder no se siente querido y ve que no recibe tanto cariño como Miguel Ángel López. Él se quiere ir y 'Supermán' López desea quedarse. Y ya se sabe lo que ocurre en un equipo ciclista cuando saben que su líder cambia de 'maillot' al año siguiente. Que se lo pregunten, si no, a David de la Cruz siempre sin ayuda en los momentos claves de la Vuelta.
Todas las clasificaciones en la página oficial de la Vuelta.
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