Miércoles, 8 de abril del 2015 Pablo González (Valencia)

Soy un árbitro valenciano de 16 años, con dos años de experiencia, y quisiera hablar de la violencia verbal que, ya sea a través de insultos u otras palabras despectivas hacia el árbitro, se produce en la mayoría de los campos de fútbol fin de semana tras fin de semana. Estas acciones ya se han convertido en normales en un partido, y un árbitro ya va mentalizado cada fin de semana a que le menosprecien.  Los árbitros de cualquier competición no son perfectos, son personas que intentan impartir justicia y que están aprendiendo una vocación. Esto no significa que todo lo que diga el árbitro sea correcto. Ni mucho menos,  hay que ser también crítico con él. Ahora en el fútbol de élite se está erradicando la violencia verbal mediante multas, pero ¿por qué no también en el futbol base? Yo  me quedo con esta frase del famoso exárbitro internacional italiano Pierluigi Collina: «El fútbol no es perfecto. No comprendo por qué se quiere que el árbitro lo sea».

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