INNOVACIÓN

El sector acuícola crece un 20% en Catalunya en busca de nuevos mercados

El IRTA crea un centro de investigacion sobre algas de referencia en el Mediterráneo reconocido por la FAO, mientras que productores, investigadores y administración constituyen la Mesa de Acuicultura Sostenible para llevar a cabo iniciativas innovadoras en Catalunya

El calor mata 150.000 kilos de mejillones del Delta de l'Ebre

Showcooking de mejillones en el estand de Catalunya en el salón Seafood Expo Global 2024.

Showcooking de mejillones en el estand de Catalunya en el salón Seafood Expo Global 2024. / Marc Asensio

Glòria Ayuso

Glòria Ayuso

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El sector acuícola catalán creció un 20% en 2023, y alcanzó los 70 millones de euros y las 10.000 toneladas de producción. Formado por 185 instalaciones marinas y 10 en aguas continentales, la mayor parte ubicadas en el Delta del Ebro, esta actividad "está viviendo un proceso de modernización para alcanzar nuevos mercados y consumidores”, ha indicado el director general de Política Marina i Pesca Sostenible, Sergi Tudela, en el marco del salón Seafood. 

Encabezado por la producción de atún, mejillón y trucha, el sector busca la adaptación de la actividad a los efectos del cambio climático y la proliferación de nuevos cultivos que responden a una industria en expansión, relacionada con la acuicultura restaurativa, que además de ofrecer nuevos alimentos lleva a cabo un papel de recuperación de los ecosistemas. Por el momento, en Catalunya destaca la producción de espirulina y chlorella, en aguas continentales.

Prueba piloto para sembrar mejillón en el exterior de las badías delta del Ebro en La Ràpita, en enero de 2023

Prueba piloto para sembrar mejillón en el exterior de las badías delta del Ebro en La Ràpita, en enero de 2023 / El Periódico

Centro sobre algas

Para avanzar hacia esta modernización y adaptación, se han dado a conocer dos iniciativas. Por un lado, Catalunya acogerá un centro especializado en investigación, formación y divulgación sobre el cultivo de macroalgas y los beneficios de la acuicultura sostenible que, reconocido por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), dará servicio a los países del Mediterráneo. El nuevo centro se ubicará en el Institut de Recerca i Tecnologia Agroalimentàries (IRTA) de la Ràpita y cuenta con una financiación de 700.000 euros de aquí a 2029, un 70% procedente de fondos europeos y el otro 30% de la conselleria de Acció Climàtica.

Conjunción de sectores

Por otro lado, productores, investigadores y administración han constituido la Mesa de Acuicultura Sostenible, que se propone "aplicar innovación en toda la cadena de valor, desde la producción, el envasado y la logística", indica la subdirectora general de Pesca, Itziar Segarra. Además del cambio climático, el sector debe combatir la reducción del consumo de productos pesqueros, que ha caído un 36% en 10 años. La mesa abordará la promoción del producto local, la calidad, la reducción de los residuos, el bienestar animal y el fomento de la acuicultura restaurativa. “Queremos incrementar la producción de forma respetuosa con el medio ambiente”, señala Segarra. Un ejemplo es la iniciativa de la empresa Algabrava, que propone combinar el cultivo del mejillón con la alga porque aprovecha los residuos que desprende el bivalvo.

Mejillón 100% catalán

Otra iniciativa pionera en marcha es la que ha unido a productores de Girona con los del Delta del Ebro. “Nuestra actividad se basa en la lubina y la dorada, y queríamos diversificarnos con el mejillón”, explica Toni Abad, de la Confraria de Pescadors de Roses, que recuerda que, pese a tener cría, "no crecían". Al mismo tiempo, más al sur, en los grandes criaderos del Delta del Ebro, "el aumento de las temperaturas del mar provoca la muerte de las semillas, y nos ha obligado a comprarlas a Italia y Grecia”, explica Álvaro Acero, presidente de Fepromodel, que integra a los productores de marisco del Delta. Ambos muestran orgullosos el éxito de una colaboración que los ha llevado a asegurar la supervivencia de las crías en las aguas más frías de Roses, para que luego engorden en el Delta. Tras el éxito de la prueba piloto, se está creando la estructura para implantar este proyecto a nivel industrial. “Obtenemos un producto de kilómetro 0 a la vez que reducimos la huella de carbono”, remarca Acero.