Nuevas reivindicaciones

El taxi de Barcelona amenaza ahora con colapsar el puerto, el aeropuerto y la estación de Sants

Élite Taxi abjura de los precios de los seguros que paga el gremio, reclama poner un tope numérico a las VTC en Catalunya y pide encorsetar más a plataformas como Uber, Cabify o Free Now

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Uno de los taxistas que este martes han participado en la marcha lenta de taxistas por las calles de Barcelona

Uno de los taxistas que este martes han participado en la marcha lenta de taxistas por las calles de Barcelona / Jordi Otix

Carlos Márquez Daniel

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El taxi de Barcelona es como el 'método Estivill' pero al revés. Los taxistas salen de manera recurrente a la calle (el bebé que llora y no quiere dormir) para presionar a la Administración (los padres desesperados) y recordarle que son capaces de colapsar la ciudad. Este martes lo han vuelto a hacer bajo premisas que explicaremos más adelante, pero lo importante ha sido el anuncio de lo que puede estar por venir. Después de las elecciones europeas del 9 de junio, si no se atienden sus reivindicaciones, iniciarán una serie de movilizaciones contra el puerto, el aeropuerto y la estación de Sants, los avisperos turísticos de la capital catalana. Y en septiembre, si no se escucha otra de sus demandas, colapsarán a diario las dos rondas. ¿Qué piden? Al Gobierno, que haga algo con los elevados precios del seguro obligatorio para la prestación del servicio de taxi y que habilite a las autonomías para que puedan poner un techo numérico a las licencias VTC. Y a la Generalitat, que regula la actividad de plataformas como Uber, Cabify o Bolt.

Hilera de coches en Gran Via, durante la marcha lenta de taxistas de este martes

Hilera de coches en Gran Via, durante la marcha lenta de taxistas de este martes / Jordi Otix

De las Torres Venecianas de la plaza de Espanya han salido un total de 551 taxis (contados uno a uno por este diario), pero es muy probable que por el camino hasta Gran Via con paseo de Gràcia, destino final de la marcha lenta, se hayan ido sumando algunas decenas más. En cualquier caso, valorar si 600 o 700 taxis de un total de 10.521 que operan en toda el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) es una cifra representativa o no, sería tan subjetivo como interpretar si una manifestación de 1.000 profesores de infantil y primaria es una foto fiel de una plantilla de más de 66.000 docentes. Sea como sea, se han apuntado muchos taxis y han logrado su objetivo: mucho ruido, visibilidad y un calendario para seguir presionando.

Mensaje para 'Cabify'

Los motivos de la convocatoria de este martes era básicamente dos. Primero, recordar que quien manda en la calle en materia de movilización vinculada al transporte es el taxi. Ha sido la respuesta a la 'performance' de Cabify del 22 de mayo frente a la estación de Sants,con unas 200 maletas que querían representar el maltrato al que, a modo de ver de esta empresa, se somete a los coches de alquiler con conductor en Barcelona. Y segundo, tal y como ha resumido Tito Álvarez, portavoz de Élite Taxi, para protestar contra la "presencia de centenares de VTC ilegales en la ciudad". "Se ven más Uber, Cabify y Bolt que nunca", se ha quejado el combativo taxista.

Asamblea de taxistas, este martes en paseo de Gràcia, en la que se ha votado a favor del calendario de nuevas movilizaciones

Asamblea de taxistas, este martes en paseo de Gràcia, en la que se ha votado a favor del calendario de nuevas movilizaciones / Carlos Márquez Daniel

Es probable que haya más VTC que antes. Están las mil que disponen de la credencial entregada por el Instituto Metropolitano del Taxi y luego hay otro gran paquete -una cifra indefinida- que son las licencias que todavía están dentro de la moratoria del decreto aprobado en 2018 por el Gobierno. Se dieron cuatro años, pero al haber activado más tarde algunas credenciales, el reloj ha empezado a rodar más tarde y aún pueden operar sin que les afecten las normativas aprobadas con posterioridad, como son los restrictivos decretos de la Generalitat. Se supone que entre este año y el siguiente, debería terminarse su tiempo extra. Es decir, que más que ilegales, siguen en el limbo.

Primero, en Madrid

Álvarez ha explicado que después de las elecciones europeas están citados en el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible. La reunión, ha explicado el portavoz de Élite Taxi, la han conseguido gracias a la mediación del líder del PSC, Salvador Illa, con quien tuvo un encuentro en su propio taxi antes de las elecciones catalanas del 12 de mayo. De ahí esperan salir con una respuesta "al elevado precio del seguro" que pagan los taxistas -más de 3.000 euros y a terceros, se quejan- y también reclamarán más poder a las Comunidades Autónomas para poder regular y restringir las VTC.

La idea del taxi es que en Catalunya se imponga un tope numérico de licencias de alquiler de vehículos con conductor, algo que, según Álvarez, ya está hablado con Territori. Fuentes de la 'conselleria' consultadas por este diario, sin embargo, echan algo de agua al whisky. Explican que la nueva ley de transporte de personas en vehículos de hasta nueve plazas incluirá una nueva serie de indicadores para objetivar la demanda de todos los servicios.

La cabecera de la marcha lenta, en la Gran Via

La cabecera de la marcha lenta, en la Gran Via / Jordi Otix

Es decir, la Generalitat pondrá los parámetros y, en el caso de Barcelona, será el AMB quien limite la actividad de uno u otro modelo de negocio (taxi, VTC de plataforma y VTC clásicas). En resumen: cada servicio estaría asociado a una tipología de movilidad que deberá ser racionalizada en cada territorio. De ahí que Élite Taxi concluya que habrá una cifra máxima de VTC, que deberá razonarse en base a los criterios que Europa admite, que no es la supervivencia económica de un sector (el del taxi), pero sí la contaminación, el tráfico o la ocupación del espacio público. Ese es el primer 'dead line'. Si no les hacen caso, jaleo en puerto, aeropuerto y Sants.

¿Operadores de transporte?

Luego vendrá septiembre. Para entonces, el taxi espera que el Govern (es competente) tenga aprobado y activo un decreto que regule plataformas como Uber, Cabify, Bolt o Free Now, que ahora funcionan como empresas tecnológicas y ellos quieren que sean consideradas operadores de transporte, cosa que les obligaría a cumplir con muchos requisitos que ahora pueden driblar al ser meros intermediarios. Si eso tampoco sale bien, marchas lentas por las rondas.

Para más adelante se dejan batallas como la nueva tarifa de cara a 2025 o la posibilidad de que Barcelona tenga más licencias de taxis, algo que Álvarez ha rechazado de pleno. "Primero hay que explotar al máximo las que estamos. Ni hablar de que haya más".