El 25 de mayo

Moritz celebrará el centenario de su mítica Epidor con una fiesta gastronómica

La fábrica de Sant Antoni servirá por un día la cerveza directa del tanque y ha creado una variedad especial

La fábrica Moritz renace como centro gastronómico y cultural

Fàbrica Moritz: el 'motochef'

Los responsables de las elaboraciones de la microcervecería de Moritz sirven Epidor directa del tanque, este miércoles.

Los responsables de las elaboraciones de la microcervecería de Moritz sirven Epidor directa del tanque, este miércoles. / Marc Asensio

Patricia Castán

Patricia Castán

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La resurrección y relanzamiento de Moritz como cerveza insignia barcelonesa se intensificó en 2011 con la millonaria recuperación de antigua fábrica de la ronda de Sant Antoni, pero suma (y sigue) efemérides que celebrar. En esta ocasión el 100º aniversario de la variedad Epidor (con más carácter y graduación). Su preciada tostada, en plena segunda juventud, será homenajeada el próximo sábado con una fiesta temática en el subsuelo del establecimiento, donde uno de los mayores atractivos será poder consumir (previa entrada) la cerveza directa de los tanques de la microcervecería, es decir sin pasteurizar (como siempre que se consume fresca en el establecimiento) y en esta ocasión sin filtrar.

El imperio cervecero que fraguó Louis Moritz en 1856 tras llegar a la capital catalana --procedente de Alsacia-- vivió un 'boom' de ventas a partir de los años 30, aunque se extinguió en los 70, hasta que la misma estirpe lo reactivó ya este siglo. Hace 12 años se estrenó la épica reforma --duró siete años-- de los 4.500 metros cuadrados que ocupa su antigua fábrica en Sant Antoni, en un proyecto que lideró el arquitecto Jean Nouvel. En ese macroespacio --donde además de producir cervezas, inventar variedades, acoger una doble oferta de restauración... se celebran visitas guiadas, catas, talleres y eventos culturales-- Moritz no olvida festejar los momentos más señalados de su historia.

Una etiqueta del archivo histórico de la marca.

Una etiqueta de Epidor del archivo histórico de la marca. / Moritz

Epidor se convirtió hace un siglo en la tostada extra de la primera cervecera local. Se elabora con malta de caramelo y toques afrutados que "aportan puro carácter e intensidad", señalan sus actuales artífices, que destacan que su cuerpo es "compacto y con proceso de fermentación de larga duración" para hacerla más intensa y aromática. Así, para disfrutarla de forma extraordinaria, el establecimiento organizará una fiesta popular de centenario el día 25 que transcurrirá en la planta -1, de 13.00 a 18.00 horas, en dos turnos. Al margen de la actividad en sus restaurantes normales, el evnto tendrá entrada independiente (12 euros), con actuación musical, dos Epidor y una tapa.

La gracia del asunto, fiesta aparte, es que se podrá visitar la microcervecería y conocer el proceso de elaboración, para acabar consumiendo las cervezas in situ y recién salidas del tanque, sin filtros.

Tapeo especial y chupito

En la fábrica, cuya gastronomía dirige el chef Jordi Vilà, lo que se bebe es tan importante como lo que se come. Así que el cocinero, que en Casa Moritz despliega un recetario sin fronteras de elaboraciones que se suelen maridar con cerveza, en esta ocasión cocinará varios platos especiales presentados en tamaño XXL como guiño a la ocasión. Se despacharán en formato de tapas servidas en un buffet a precios populares, explica él mismo ante las propuestas que ha presentado este miércoles.

El chef Jordi Vilà, en la presentación del 100º aniversario de Epidor.

El chef Jordi Vilà, en la presentación del 100º aniversario de Epidor. / Marc Asensio

La entrada incluye la croqueta de jamón y pollo gigante, pero también cocinarán brazo de gitano de patata con atún y mayonesa, calamar relleno, súper pelota con salsa de curri, la 'gran salchicha', chucrut, porchetta rellena, doble cheesburguer con triple queso, costilla de vaca asada y otros. Hasta los postres hablan de la bebida de lúpulo, como la sandía michelada con Epidor, o el pastel de zanahoria de cerveza triple.

Su Beer Lab también ha elaborado para la ocasión el chupito Epidor, con una fórmula sorpresa que funciona como digestivo también, con la friolera de 14 grados.