Vecinos de la Barceloneta piden que la Copa América afecte lo menos posible: "Es un territorio castigado'"

La cuenta atrás para la Copa América de Vela, que comenzará a finales de verano en Barcelona, se vive con cierto recelo por parte de los vecinos de la Barceloneta, que señalan a la agencia ACN que es "un territorio castigado". Unos creen que puede ser una oportunidad para que se hagan inversiones en el barrio y piden que la afectación negativa en su día a día sea "mínima". Mientras tanto, otros opinan que la cita deportiva solo beneficia los intereses privados y dispara aún más los precios de los alquileres. Según Albert Vilumara, director corporativo de America's Cup Event Barcelona -la entidad que organiza la prueba deportiva-, la idea es que la Barceloneta "saque buena experiencia" y se beneficie en mejora de infraestructuras y equipamientos.

La 37ª edición de la Copa América de Vela tendrá lugar en torno al Port Vell y a lo largo de la playa, hasta el Port Olímpic. La Ceremonia Oficial de Inicio se celebrará el 22 de agosto y las diversas pruebas culminarán en octubre. Participarán seis equipos, que ya tienen sus bases distribuidas por diferentes espacios, como el Moll de Barcelona y el Moll de España.

Vilumara explica a la ACN que en promedio cada equipo moviliza unas 100 o 150 personas. Actualmente ya hay unas 600 personas trabajando en los diferentes equipos, pero se espera que a finales de primavera lleguen el resto de miembros que faltan para completar los seis equipos. En total, unas 1.000 personas, más sus familias.

Durante el evento, se espera que unos 2,5 millones de personas -según un estudio encargado a la UPF- visiten Barcelona. "Septiembre y octubre son meses de alta ocupación en Barcelona y entendemos que muchas de las personas aprovecharán para vivir la Copa América", apunta Vilumara.

Afectaciones: movilidad, actividad en el mar y vivienda

En declaraciones a la ACN, Manel Martínez, portavoz de la Asociación de Vecinos de la Barceloneta, pide que la afectación para el barrio sea mínima, ya que es un territorio "castigado", y espera que la Copa América sirva "de altavoz" de los valores y legado del territorio. "Es una oportunidad para que nos dejen mostrar la cara amable del barrio", opina este vecino, que espera que también haya inversiones para el barrio y sirva para impulsar acciones como cursos de capacitación para los pescadores o espacios para el tejido asociativo y cultural.

Por otro lado, pide que la movilidad esté controlada, tanto de entrada como de salida del barrio, ya que asegura que podría ser que se cierren algunos accesos y eso les preocupa. "Es un cuello de botella, es un triángulo de un kilómetro cuadrado difícil", dice. También piensa en el civismo por el volumen de gente.

Vilumara indica que desde la organización están incentivando que la gente no venga en coche: "Hay suficientes medios y acceso para que todo el mundo que esté en Barcelona se acerque al evento en transporte público y es el reclamo que estamos haciendo".

Con todo, admite que puede haber algún pico de "concentración". Señala que han encargado un informe independiente para hacer un plan de movilidad y que el Ayuntamiento de Barcelona, el Puerto y la Guardia Urbana están trabajando en ello. Sobre posibles cortes, Vilumara matiza que habrá controles, pero que "la idea es no cerrar si no es absolutamente necesario". Por ejemplo, sí que está previsto poder hacer cortes de tráfico si se prevén aglomeraciones.

Esther Jorquera, vecina y miembro de la plataforma 'No a la Copa América', rechaza el episodio deportivo, ya que cree que será un perjuicio para el barrio. La plataforma señala que la cita deportiva afectará negativamente la movilidad, el medio ambiente y la vivienda. "Es la guinda del pastel", dice Jorquera, que apunta al beneficio privado y la turistificación.

Además, la vecina cree que no solo afectará al ámbito de la vivienda. Asume que habrá más desplazamientos en vehículo privado, pero también más gente en el metro o en la calle. Además, habla de impacto ambiental en el mar y denuncia que el evento afectará o limitará la actividad de los pescadores.

Vilumara añade, sin embargo, que los actores que hacen actividad en el Port Vell deben poder compatibilizar su trabajo durante todos los días, ya que es un evento largo. Aquí incluye a los pescadores, con quienes asegura que se han reunido, y concluye que las dos actividades son "compatibles". "Compartimos su espacio de trabajo, el mar, y hemos trabajado para compatibilizar la Copa América con la actividad pesquera", dice.

"Nos expulsan del barrio"

En el punto de mira de los detractores también está el impacto en la vivienda. Según Jorquera, los vecinos de este barrio marítimo ya están sufriendo un proceso de gentrificación "sin retorno". "Una vez viene esto, nos expulsan, es la pura realidad", dice.

De hecho, esta vecina reclama que las inversiones en seguridad no se conviertan en más policía o agentes cívicos, sino en protección frente a los grandes tenedores, el turismo masivo o el acoso inmobiliario. Se queja, especialmente, de la falta de control respecto a los alquileres de temporada y el hecho de que suban los precios del alquiler.

Por su parte, Martínez, de la Asociación Vecinal de la Barceloneta, no niega que pueda haber algún caso, pero destaca que los aumentos de precio de la vivienda también los están sufriendo otros municipios fuera del Barcelonès. "El Maresme o el Baix Llobregat tienen el mismo problema", dice Martínez, que señala la Copa América como "un factor más, como cualquier cosa que pase en el territorio".

De todos modos, asegura que "se debe regular" y que no puede ser "cada uno por su lado". "Probablemente, las inmobiliarias están tratando de acaparar propiedades, pero no tenemos constancia de que haya equipos que hayan tomado edificios enteros", señaló. De hecho, indica que hay personas de los equipos o parte de la organización que han ido al Poblenou y al Fòrum, o incluso al Garraf o al Maresme, y no tanto al barrio de la Barceloneta.

Pisos por 7.000 euros y apartamentos de lujo por 24.000 al mes

Tine Mathiassen, directora general y fundadora de la inmobiliaria Casamona, explica que han recibido muchas solicitudes para encontrar alojamiento con motivo de la Copa América de Vela. En concreto, ya han alquilado a unas 30 o 40 familias. Las solicitudes que han recibido son de los equipos, pero también de personas que prevén venir a Barcelona a ver la regata. Lo que algunos piden, dice, es "algo con vistas al mar", como en la Barceloneta o más hacia el Poblenou.

Mathiassen constata en declaraciones a la ACN que los propietarios están subiendo los precios y, en algunas ocasiones, cobran más del doble. "Esto es lo que vemos", dice. Por ejemplo, menciona el caso de un edificio en Barcelona con una treintena de apartamentos que normalmente se alquilaban por 2.500 o 3.000 euros y ahora la propiedad pide 7.000. "La gente que quiere venir a la Copa América tiene mucho dinero, de donde sea, es como la Fórmula 1", dice. Sin embargo, matiza que el poder adquisitivo varía, y mientras que el de los equipos es más bajo, crece en el caso de quienes se desplazan a Barcelona para disfrutarla. Explica que los interesados, en estos casos, son principalmente hombres que quieren alquilar un apartamento por unos tres o cuatro meses, para ellos o para ellos y sus familias, y además miembros de los equipos.

Los pisos y apartamentos que gestionan desde Casamona en estos casos son alquileres de corta duración, es decir, temporales. Según comenta Mathiassen, la mayoría de los pisos en el caso de la Barceloneta no son de grandes inversores con muchas propiedades.

Entre los alquileres que se ofrecen también los hay con precios muy altos, de hasta 24.000 euros al mes. Es un apartamento disponible en el Port Vell para alquileres mensuales "de entre 32 días y cuatro meses de julio a octubre", y uno de los reclamos del anuncio es, precisamente, la Copa América. En estos casos, son clientes que quieren pagar más para tener un nivel alto de diseño, vistas y servicio. "Es un mercado diferente", afirma, recordando que el mismo inmueble podría costar hasta tres veces más en otros países.

El director corporativo de la Copa América, Albert Vilumara, remarca que el visitante típico de la competición está unos cinco días. Los que están para una larga estancia son los equipos, pero asegura que no consta que esto haya generado "impacto" o presión negativa en los barrios. "Estamos hablando de 900 personas en el conjunto de Barcelona", recuerda.

Vilumara explica que cada equipo se organiza de forma independiente a nivel logístico. "Nos consta que están bastante repartidos por toda la ciudad. No han ocupado un determinado barrio o zona. Teniendo en cuenta la oferta, los han ido repartiendo en el área metropolitana", comenta.

Los equipos, conscientes de "integrarse" en la ciudad

La composición básica de cada equipo puede llegar a las 120 personas, pero puede superar las 200 sumando investigación y desarrollo. Además de los regatistas hay perfiles diversos como ingenieros hidráulicos, responsables de logística o meteorólogos.

Los seis equipos son Emirates Team New Zealand (Nueva Zelanda), INEOS Britannia (Gran Bretaña), Alinghi Red Bull Racing (Suiza), Luna Rossa Prada Pirelli (Italia), NYYC American Magic (Estados Unidos) y Orient Express Racing Team (Francia).

En respuesta a la ACN, el equipo ETNZ de Nueva Zelanda, ganador de la 36a Copa América, explica que sus miembros y familias están muy contentos de estar en Barcelona. "El equipo es muy consciente de integrarse en la ciudad de forma positiva y sostenible", señalan.

Explican que en 2023 ya han necesitado disponer de una sesentena de apartamentos repartidos por la ciudad y el área metropolitana para el equipo inicial, que ya se instaló hace unos meses. Estas familias ya vinieron con los hijos, unos 50 niños que ya están en guarderías locales.

Desde ETNZ añaden que este año hay aún más conciencia de cómo funciona Barcelona como ciudad. "Todos tenemos mucha confianza en el uso del transporte público y podemos gestionar fácilmente nuestras opciones", indican. En este sentido, señalan que la mayoría de las familias se moverán con transporte público. Por otro lado, remarcan que la mayor parte del equipo hará al menos una comida fuera a la semana en restaurantes locales, muchos de los cuales ya se han convertido en favoritos. Además, destacan que tanto los equipos como sus familias también disfrutan de museos, la arquitectura de Gaudí y otras atracciones.

Desde el equipo francés Orient Express Racing Team explican que ahora están en Barcelona un centenar de personas y una veintena más de miembros del equipo llegarán en las próximas semanas, a los que hay que sumar parejas y familias. Explican a la ACN que la totalidad de los miembros del equipo se alojan en barrios desde donde pueden desplazarse a pie o en bicicleta, como el Raval, el Born, el Poblenou, el Gótico, el Eixample y la Vila Olímpica.

Reclaman inversiones y concreción

El Ayuntamiento ha comprometido 10 millones de euros en inversiones como retorno social para la Barceloneta. La partida, pactada con ERC, está incluida en el presupuesto del 2024, que se aprobará previsiblemente en mayo.

Los vecinos también tienen posiciones sobre este punto. "Aquí hace falta mucha inversión", reivindica Manel Martínez, que denuncia cómo en los últimos años la inversión de los sucesivos gobiernos municipales ha sido "cero". Por ejemplo, apunta a la falta de inversión en equipamientos deportivos para jóvenes, que ahora "se está haciendo a marchas forzadas", o la necesidad de mejorar instalaciones de gas y agua. "Ahora se aceleran, bienvenidas sean", concluye.

Respecto a la partida de 10 millones, entiende que será para proyectos nuevos, y comenta que ya han trasladado propuestas al consistorio. Indica que hacen falta equipamientos educativos, inversión en formación en ámbitos como la náutica, movilidad y servicios, así como más líneas de autobús de barrio, un nuevo CAP y más vivienda.

Jorquera coincide en que hacen falta inversiones, pero ve el anuncio de los 10 millones de euros como un "lavado de cara". "Si no hubiéramos salido nosotros, los 10 millones ni siquiera se habrían planteado", afirma. Según ella, la Copa América será "un problema de ciudad" que no solo afectará a la Barceloneta y, por eso, también lo ve insuficiente. "Es como una onda expansiva", dice sobre el impacto que cree que tendrá el evento. "La Copa ha intensificado personas de alto poder adquisitivo en el barrio, un barrio popular que no se puede permitir más pérdida de tejido social", concluye.

Por su parte, el Ayuntamiento de Barcelona admite que por ahora no hay más concreción, más allá de lo que ya se anunció, que serán 10 millones provenientes de la recaudación de la tasa turística.