Colaboración público-privada

La construcción del nuevo Gimnasio Sant Pau, con 36 pisos de alquiler social en el edificio, concluirá en verano de 2026

Jaume Roures salvó el proyecto al comprar y revender al ayuntamiento el inmueble, en el que estaban previstos pisos de lujo

Colau se alía con Roures para desencallar la compra del gimnasio Sant Pau

Presentación de las obras del nuevo Gimnasio Social. En la imagen, Lara Cáceres, Carme Trilla, Joan Ramon Riera y Jaume Roures, entre otros. las viejas instalaciones.

Presentación de las obras del nuevo Gimnasio Social. En la imagen, Lara Cáceres, Carme Trilla, Joan Ramon Riera y Jaume Roures, entre otros. las viejas instalaciones. / Ferran Nadeu

Toni Sust

Toni Sust

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El empresario Jaume Roures ha explicado que nació en el edificio del bar Marsella, a 500 metros del Gimnasio Social de Sant Pau. En su día intentó comprarlo, pero no lo consiguió. En cambio, sí pudo con el del gimnasio, en Ronda de Sant Pau, 46, donde hoy ha participado del acto de presentación de una reforma que nace de una operación inmobiliaria nada habitual en Barcelona.

La propiedad anterior pedía 14 millones y el Ayuntamiento de Barcelona no podía pasar de 9,5. Roures compró el edificio y lo revendió por 8 millones al consistorio, y además en el acuerdo quedó escrito que allí se harían 36 viviendas alquiler social, cuando en su día estaban previstos pisos de lujo.

Traslado temporal

Aquel desenlace inesperado en una ciudad en la que la especulación inmobiliaria es uno de los signos de los últimos años, ha empezado a hacerse realidad física este lunes, día de inicio de las obras de reforma del Gimnasio Social de Sant Pau, es decir, de las instalaciones deportivas que llevan abiertas al público desde 1940 y que atienden a la población más vulnerable de la ciudad. La reforma estará acabada en verano de 2026.

Recreación del edificio del Gimnasio Social de Sant Pau cuando esté acabado, en verano de 2026.

Recreación del edificio del Gimnasio Social de Sant Pau cuando esté acabado, en verano de 2026. / Hàbitat3

Ahora, con su sede histórica cerrada, el gimnasio sigue desarrollando su función en la calle de las Floristes de la Rambla, 10, con un espacio más reducido, ha recordado su directora, Lara Cáceres. La entidad atiende a unas 100 personas que cada día se duchan allí, recogen ropa limpia y reciben comida. Las cuotas mensuales van de cero a 26 euros en función de la capacidad de cada uno.

Los últimos años han sido muy difíciles para la entidad, y meses atrás su atención a los sintecho que allí van ducharse estuvo en peligro de desaparición porque no llegaba la subvención prevista por el ayuntamiento. Al final llegó.

Dos años y 8,8 millones

El inicio de las obras ha sido presentadas en un acto en el que han intervenido Roures, Carme Trilla, presidenta de la Fundació Habitat3, que gestionará los pisos; Cáceres; el comisionado para la Vivienda del consistorio, Joan Ramon Riera; el comisionado del Pacto por Ciutat Vella, Ivan Pera, y el arquitecto Ramon Bosch, del estudio bosch.capdeferro arquitectura.

Fachada exterior del gimnasio, en la Ronda de Sant Pau.

Fachada exterior del gimnasio, en la Ronda de Sant Pau. / Ferran Nadeu

La empresa Coyoacán, de Roures, se encargará de construir el edificio y las viviendas y las explotará durante 55 años “No espero vivirlos”, ha precisado el empresario con retranca. Pasado ese periodo, los pisos pasarán a engrosar el parque municipal de vivienda. Las obras durarán cerca de dos años y tendrán un coste de 8,8 millones de euros (sin contar el IVA). Dejarán como legado los 36 pisos y unas instalaciones deportivas renovadas, que en total sumarán 1.400 metros cuadrados: 700 en el sótano, 300 en la planta baja y 222 en el altillo.

Menos de 400 euros mensuales

Trilla ha subrayado que Barcelona debería acoger más ejemplos de una colaboración público-privada como esta, basada en un proyecto social no especulativo, y ha explicado que los alquileres estarán por debajo del precio protegido y costarán unos siete euros por metro cuadrado; menos de 400 euros al mes.

Albergarán a personas que estén en la lista de espera del registro de vivienda del ayuntamiento y a atendidas por entidades sociales. “Es un éxito multiplicado por tres. Un orgullo”, ha dicho Trilla, en alusión a que el privado en este caso no ha aportado un 30% de la vivienda prevista a protegida, como prevé la norma municipal en vigor, sino que ha dado el 100%.

Los pisos

La primera fase de las obras, iniciada este lunes, incluye la demolición de las estructuras y la fachada y durará unos cuatro meses. Después se procederá a construir el gimnasio, que estará en los bajos, y los 36 pisos, que se repartirán en seis plantas y serán de una y dos habitaciones.

El inmueble reducirá la huella de carbono con el uso de madera en parte de su estructura y rebajará la demanda energética con la optimización de los sistemas de climatización. Habrá placas fotovoltaicas en la cubierta y un sistema de reciclaje de aguas grises provenientes de las duchas de las viviendas que se utilizarán para los inodoros y el riego y limpieza.