Barcelona y CZFB negocian una permuta para encajar una piscina en las Casernes de Sant Andreu

Un cuarto de siglo después de perder su piscina, un vecindario de Barcelona tiene ahora una oportunidad de oro para recuperar una instalación que se aventura vital en plena emergencia climática. El sector norte de Sant Andreu de Palomar observa con atención el puzzle de Casernes, los terrenos de los antiguos cuarteles militares. Esta zona de expansión de la ciudad tiene en marcha o proyectados una decena de edificios públicos, incluido un polideportivo.

Según ha podido constatar EL PERIÓDICO, el Ayuntamiento y el Consorcio de la Zona Franca de Barcelona (CZFB) negocian desde hace meses una permuta de parcelas para satisfacer la reivindicación vecinal. La reubicación del equipamiento municipal ofrecería el incremento de espacio necesario para dotarlo de una piscina.

Piscinas al límite

“Hace años que pedimos la piscina en la comisión de Casernes y parece que al final los grupos políticos han tomado nota”, celebra el presidente de la FAVB y miembro de la AVV Sant Andreu Nord – Tramuntana, Camilo Ramos. Tal como señalan todos los representantes vecinales, el pecado original es no haberla incluido en el planteamiento que se aprobó en el 2006. “Entonces solo se contempló un polideportivo y se obvió el tema de la piscina”, añade.

Lo que nadie se imaginaba por aquel entonces es que, con el paso de los años, este extremo del distrito de Sant Andreu se convertiría en una de las áreas más pobladas de Barcelona. Y seguirá creciendo a ritmo exponencial: cientos de familias aún se tienen que instalar en las múltiples promociones en desarrollo en Casernes y La Maquinista. “Las piscinas más cercanas son las de los polideportivos de la Trinitat Vella y el Bon Pastor, que ya están saturadas”, recuerda Ramos. La única piscina pública que hay en Sant Andreu de Palomar, la de Fabra i Puig, está a 25 minutos a pie de donde se quiere instalar la nueva.

Beneficiarios directos y colaterales

¿Es fácil de encajar ahora una piscina en las Casernes? Según las entidades y partidos de la oposición, con voluntad política es posible. De hecho, las dos administraciones que controlan la titularidad de los solares, Ayuntamiento y CZFB, ya han iniciado el papeleo de una permuta de terrenos para darle cabida. El acuerdo todavía está verde, pero se perfila como la única opción viable: en el solar municipal donde se proyectó el polideportivo no cabe ninguna piscina. Solamente encajaría en un terreno que ahora mismo está en manos del CZFB.

Este intercambio de cromos, en caso de producirse, tendría varios beneficiarios colaterales además de los futuros bañistas. Por un lado, la escuela Eulàlia Bota, la cual consolidaría la ampliación de patio provisional que hizo sobre el terreno donde inicialmente se proyectó el polideportivo. Este y otros centros escolares, además, verían incrementado el abanico de instalaciones donde pueden realizar entrenamientos, cursos y refrescarse. Y por otro lado, el club de básquet Sant Joan de Mata abandonaría la carpa que desde hace ya seis años usa de forma “provisional”, para pasar a entrenar en un polideportivo de verdad.

A la espera de los documentos

El acuerdo entre consistorio y consorcio debería cerrarse en los próximos meses para que el calendario de Casernes no se resienta. Fuentes municipales admiten que trabajan juntamente con el CZFB para facilitar la operación, aunque estos segundos detallan que aún no han recibido toda la documentación que necesitan. “Todavía no tenemos el estudio técnico sobre la edificabilidad de cada parcela y así ver sus posibilidades”, señalan.

Una vez el consistorio se lo envíe, apuntan, podrán terminar de decidir qué parcela les interesaría permutar. “Nosotros, de entrada, solo nos podemos alinear con los intereses del barrio”, asegura el consorcio. El barrio es consciente de que al polideportivo todavía le quedan años para abrir puertas: “El ayuntamiento ya nos ha dicho que a lo largo de este mandato seguro que no empiezan las obras”, confirma el vicepresidente de la AVV de Sant Andreu de Palomar, Àlex Labad.

El solar de los desfiles de legionarios

A fin de cuentas, el solar donde ahora encajaría el polideportivo es el mismo que durante años acogió las desfiladas paramilitares de la Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios de Barcelona. La entidad sigue atrincherada en el local que hay en el edificio contiguo y su desalojo, en manos de tribunales. En el accidentado historial de este terreno consta también un fallido espacio deportivo para atletas refugiados del Comité Olímpico Internacional (COI), proyecto finalmente descartado.

Las entidades vecinales esperan que la piscina sea el último capítulo del serial. Y piden consensuar los detalles constructivos: “Una vez cerremos la ubicación definitiva del polideportivo, tendremos que decidir cómo queremos que sea esta piscina”, avisa Labad. Una instalación que, en opinión de Ramos, debería optimizarse al máximo, “con una cubierta retráctil que permita el baño en verano y la práctica deportiva en invierno". "Hay muchas escuelas e institutos que podrían beneficiarse de ella”, sostiene.

La antigua piscina, bajo una escuela

La construcción de una nueva piscina en el área norte de Sant Andreu de Palomar significaría, para vecinos y entidades, reparar un agravio comparativo respecto al casco histórico, que tradicionalmente había recibido más atención e inversión municipal. Por poner un ejemplo, la única pista deportiva cubierta de la zona era la del pabellón del Sant Joan de Mata. Una cancha que, precisamente, se construyó sobre la antigua piscina en los años 90. Al derribar el pabellón para ampliar el colegio Ignasi Iglesias en 2018, afloraron baldosas de la instalación acuática como si fueran tesoros arqueológicos.

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