Este monumento de Barcelona esconde sorpresas

Tres son los monumentales obeliscos que se encuentran en la entrada de las playas de Nova Icària y Bogatell en la ciudad de Barcelona. El conjunto escultural fue construido el siglo pasado por el escultor Antoni Roselló, justo antes de que se celebrasen los Juegos Olímpicos en Barcelona en el 1992 y esconde a tres de los signos del zodiaco.

Esta obra fue un encargo del Taller d'Arquitectura i Urbanisme de Antoni Font y Jon Moreno, que fue el encargado de urbanizar el tramo del paseo marítimo que va desde la calle de Pamplona a la calle Bilbao, informa 'Metrópoli abierta'.

Farolas gigantes

Mientras se producían las obras del cinturón litoral, los arquitectos le encargaron a Roselló la construcción de tres grandes columnas que sirviesen como farolas gigantes para unificar la zona de la playa de Nova Icària hasta la calle del Ferrocarril, siempre según el mismo medio.

Roselló fue escogido para la tarea gracias a sus reconocidos diseños industriales de mobiliario urbano ubicados por toda Catalunya. El artista barcelonés puso en marcha el proyecto y enfiló estas grandes torres luminosas de aluminio y acero que miden 23 metros de altura.

Entre sí, estas esculturas guardan una curiosa distancia. Cada una de ellas está situada cada tres manzanas (unos 400 metros), que curiosamente es múltiplo de la distancia entre ejes de calles en el Pla Cerdà. En concreto, cada uno de ellos está ubicado en una de las intersecciones de las calles Arquitecte Sert, Vicens Vives y Llacuna.

Acuario, Piscis y Tauro

Los enormes obeliscos separan la ciudad, de la playa y el mar, justo en el paseo marítimo. Estos tres gigantes de aluminio y acero forman los signos Acuario, Piscis y Tauro. Antoni Roselló bautizó así el conjunto escultural por los signos zodiacales que tenían su mujer y sus dos hijas.