Crisis hídrica

Estos son los seis municipios de Barcelona donde ha empezado la bajada de presión del agua por la sequía

El AMB prevé extender paulatinamente estas medidas de reducción de presión a otras urbes en función de la emergencia por la escasez de agua

CONTEXTO | "Tenemos muchas fugas de agua": hablan las ciudades del área de BCN sobre las que se cierne la bajada de presión por la sequía

Un grifo llena un vaso de agua.

Un grifo llena un vaso de agua. / Área Metropolitana de Barcelona

Àlex Rebollo

Àlex Rebollo

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Este lunes 11 de marzo se ha empezado a aplicar la bajada de presión del agua en seis municipios del área de Barcelona. El Área Metropolitana de Barcelona (AMB) anunció el pasado 28 de febrero que podría en marcha esta medida para combatir los graves efectos de la sequía que azota Catalunya y por la que la Agència Catalana de l’Aigüa (ACA) ha declarado el estado de emergencia.

El objetivo, dice la administración metropolitana, es bajar la dotación al máximo “con la finalidad de alargar los recursos en la medida de lo posible por si la situación no mejora a medio plazo”. Así, este lunes, ha arrancado la reducción de la presión de la red en los municipios de BeguesCervellóCorbera de LlobregatLa Palma de Cervelló, Sant Vicenç dels Horts y Sant Just Desvern . Todos ellos en la comarca del Baix Llobregat.

Falta por sumarse a la lista Tiana, localidad que se ubica en la parte sur del Maresme y donde la aplicación de la bajada arrancará la semana que viene, tal y como explican fuentes del AMB. En un origen, el planteamiento del AMB era que esta bajada se aplicara de forma más quirúrgica, es decir, que no funcionase en toda la urbe, sino en los barrios o zonas con mayor consumo detectado. Sin embargo, por ahora, la puesta en marcha d ela medida ha sido generalizada "en todo el municipio" y "en todos los casos". Así, "en los próximos días o semanas se irá tratando de ajustar y acotar más", añaden.

El actual estado de emergencia por la sequía limita el consumo a 200 litros de agua por persona y día, algo que deben controlar los ayuntamientos, bajo la amenaza de las multas. Así, estos siete municipios se encontraban por encima de este consumo o estaban cerca de alcanzarlo, motivo por el que se acordó esta bajada de presión. En caso de continuar la situación actual de sequía, el AMB prevé extender paulatinamente estas medidas de reducción de presión a otras localidades, priorizando los que tienen las dotaciones más elevadas. "La evolución de los próximos meses permitirá decidir los municipios afectados", comenta el ente.

Con carácter general, la administración metropolitana recuerda que la presión de la red de agua está ya ajustada al área metropolitana a "los límites más bajos que permite el Reglamento del servicio metropolitano del ciclo integral del agua". "La inminente reducción de presión por debajo de estos valores límite del Reglamento puede tener algún efecto en el servicio en función de distintos factores, especialmente si se aumenta el consumo respecto al actual. Con un consumo reducido y similar al actual, las afectaciones serán mínimas y no destacables", explica el AMB.

Consultados por este diario hace poco más de un mes, algunas de las urbes sobre la que ya se cernía la bajada de presión apuntaban a un gran número de fugas en el sistema de distribución de agua, unas averías “difíciles de detectar y reparar”. Otras añadían a la ecuación el gran número de casas unifamiliares dentro de su término municipal, algunas de las cuales disponen de jardín y piscina.

Carta del AMB

En la misma línea, el Área Metropolitana explicó ya en febrero que iba a enviar llegar al conjunto de usuarios domésticos que tienen un consumo superior a 200 litros por habitante y día -el límite marcado por la primera fase de emergencia- una carta en la que “se pide aumentar los esfuerzos para reducir el consumo de agua y aproximarlo a la media actual del área metropolitana”. Esto incluye a unos 24.000 abonados domésticos, el equivalente al 1,5% del total de abonados del área metropolitana.

Además, en la carta también se recordará que, hay actuaciones como llenar piscinas privadas, regar jardines particulares y lavar vehículos -excepto en establecimientos especializados- que han quedado prohibidas mientras dure la crisis hídrica.