Dos empresas rivales de telefonía reservan en exclusiva el mismo restaurante de lujo de Barcelona

No era una noche de secretos de empresa, sino de disfrute gastronómico y relax tras otra dura jornada ferial en el Mobile World Congress. Así que solo una elegante cortina separó a dos grupos corporativos de los colosos de las telecomunicaciones Huawei y Ericsson, que compartieron la exclusividad de uno de los restaurantes con mejores vistas de Barcelona, la Torre d'Alta Mar la noche del martes.

Altos cargos de ambas empresas y sus invitados en la ciudad integraron los dos montajes, en espacios separados pero contiguos, a 75 metros de altura y con vistas de 360º en el paseo de Joan de Borbó. No hubo interacción física (al menos durante el ágape) entre ambos, pero sí sentido del humor, a juzgar por las alusiones que el representante de Huawei hizo a su competidor durante los discursos de la cena.

La edición de este año se caracteriza, finalizada la jornada ferial, por una diáspora de congresistas con rumbo a centeneres de restaurantes y bares de copas de la ciudad. Lejos de los macroeventos corporativos de las ediciones precovid, se imponen las reservas para grupos que suelen ir de una decena de congresistas a medio centenar.

Impacto en media ciudad

Que no sean grandes grupos no significa que no hagan suyos los espacios, como en este caso, o como ya sucediera con otro grupo de Huawei en el restaurante Jacqueline's el pasado lunes, como avanzó EL PERIÓDICO.

Tras las cenas, que tambien llenaron restaurantes como El Passadís d'en Pep, Windsor, Enigma, Estimar y muchos otros a base de grupos corporativos, muchos participantes se apuntaron a copas e incluso baile hasta altas horas, como recoge la fotogalería de este diario.

El impacto económico de su actividad social en Barcelona, en especial en el centro, el litoral y el Eixample se estima en unos 105 millones de euros, según la patronal Fecasarm.

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