La Síndica de Greuges investiga la quemadura de un menor con autismo en una escuela de Barcelona

La Sindicatura de Greuges ha abierto una investigación sobre las graves heridas que sufrió Marc, de 8 años, en la escuela de educación especial Taiga de Barcelona a finales de enero pasado y que le causaron quemaduras de diversos grados en una mano. El menor, con una discapacidad del 82% y con Trastorno del Espectro Autista (TEA), sufrió las lesiones al ponerle monitores de comedor la mano debajo de agua muy caliente, con una temperatura superior a los 60 grados, durante varios segundos.

El Juzgado de Instrucción número 32 de Barcelona también investiga este suceso que llevó al menor a ingresar en el hospital de la Vall d'Hebron de Barcelona por las graves quemaduras y una infección de las heridas. Hace una semana tuvo que ser operado durante varias horas para la reconstrucción de la piel. El juez instó a los Mossos a recabar información al propio colegio, la Inspección de Educación, el hospital y al Consorci d'Educació.

Paralelamente a la investigación judicial, la Síndica también ha pedido documentación al Consorci d’Educació de Barcelona de los informes presentados por el centro para explicar este incidente grave. “En el momento que recibamos una respuesta, continuaremos con el estudio de su caso y os informaremos de las medidas que se adopten”, señala la Síndicatura a la familia.

Tres semanas después de sufrir las graves quemaduras en la mano, Marc sigue internado en la UCI del Vall d’Hebrón, donde le han realizado injertos (con su propia piel de otras partes del cuerpo) para intentar que no pierda movilidad, ni las huellas dactilares. La familia, representada por la letrada Mónica Santiago, de Vosseler Abogados, presentó una denuncia en la que califica de "salvajes" los hechos. 

Un forcejeo trágico

En concreto, el pasado 25 de enero, el menor estaba en el comedor de la escuela Taiga, con dos monitores. Según la escuela, el niño defecó y se manchó las manos y por eso los monitores lo llevaron a un lavabo a limpiarlo, aunque el menor se resistía. En este forcejeo entre Marc y los dos monitores adultos, accidentalmente el monomando del agua se situó en la parte más caliente.

Los monitores limpiaron al menor con agua a 60 grados, pero no notaron que estaba caliente, ya que tenían guantes de látex. Así fue cómo el menor sufrió una quemadura en la mano, de la que fue atendido en el hospital tras ser llevado por los responsables del colegio. Los padres llegaron que tenía la mano vendada y les dieron el alta.

Horas más tarde tuvieron que volver con Marc al hospital porque no paraba de vomitar y tenía fiebre. Fue en esta segunda visita cuando los facultativos de la unidad de quemados comprobaron la gravedad de las heridas, por lo que fue inmediatamente internado en la UCI. Allí sigue, recibiendo curas y varias operaciones con injertos de piel de otras zonas de su cuerpo.

"Un atentado directo"

La denuncia de los padres remarca que tanto la doctora como la enfermera que atendieron al joven en la unidad de quemados pusieron en duda que las heridas fuesen provocadas solo por escaldarse con agua caliente. Además, recuerdan que Marc es sensible a los estímulos externos y siempre, instintivamente, retira las manos del agua a la que esta sube o baja ligeramente de temperatura.

Mónica Santiago señaló que "los hechos están muy lejos de considerarse accidente, si no que es un atentado directo a la integridad física de un menor de 8 años con TEA y discapacidad del 82%. Estamos consternados por la gravedad de unos hechos que solo podemos calificar de salvajes. Que nadie dude que llegaremos hasta las últimas consecuencias para depurar todas las responsabilidades necesarias para hacer justicia ante situaciones tan lamentables como estas”.