Tres décadas de olvido

Un gran espacio de oficinas con terraza resucitará las galerías Vía Wagner de Barcelona

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La cubierta que coronará el nuevo espacio de oficinas en Sant Gervasi-Galvany, que antes ocupaban las galerías Vía Wagner.

La cubierta que coronará el nuevo espacio de oficinas en Sant Gervasi-Galvany, que antes ocupaban las galerías Vía Wagner. / OUA

Patricia Castán

Patricia Castán

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Durante 30 años de abandono, las malogradas galerías Vía Wagner, entre la Diagonal y el Turó Park, han vivido un proceso de decadencia llamativo en un entorno de viviendas y servicios de alto 'standing'. Las continuas reivindicaciones de los vecinos para poner fin a su degradación y recuperar algún tipo de uso iban cayendo en saco roto, hasta que finalmente la propiedad y un inversor han vertebrado un proyecto para resucitarlas como complejo de más de 2.100 metros cuadrados de oficinas con una cubierta abierta de unos 800 metros que las oxigenen como espacio complementario. El estudio de arquitectura que tripulará la transformación, OUA Group, está a la espera de contar con la licencia municipal correspondiente para dar paso a una reforma que abrirá el edificio hacia el barrio y que podría incluir un pequeño equipamiento.

Nueva promoción de oficinas en las antiguas galerias Wagner

Nueva promoción de oficinas en las antiguas galerias Wagner / FOTO Y VÍDEO: OUA GROUP

Desde que en 1993 bajasen las últimas persianas tras languidecer como multiespacio comercial, las galerías habían enlazado un incendio, ocupaciones ilegales, problemas de seguridad y convivencia, un perímetro tapiado y todo tipo de problemas. El relevo comercial no era viable, en un contexto en que las pequeñas galerías se extinguían y, en este caso, irrumpía con fuerza el gran centro comercial de la zona alta, L'Illa Diagonal, ahora en plena reforma.

No prosperó un plan para construir pisos porque el desnivel que hace que la planta inferior quede semisoterrada lo impedía. Tras la reforma de la plaza del mismo nombre y con la construcción del nuevo párking ya se dio por hecho que esta opción quedaba para siempre descartada.

Así que la reformulación como espacio de oficinas, como avanzó 'Crónica Global', se ha convertido en ganadora en un momento en que la plaza de Joan Llongueras también ha vivido una cierta eclosión de despachos de nueva generación, que han atraído actividad a la zona. En el caso de las viejas galerías Vía Wagner, el espacio disponible es de 2.145 metros cuadrados, básicamente en la planta semisótano y en la parte de la planta primera que quedaba libre tras la implantación de un supermercado Bon Preu. La guinda es su cubierta, de más de 800 metros cuadrados, aparte del espacio de patio que ahora ocupa un parvulario sobre el súper. En en nuevo inmueble podrían trabajar más de 200 personas, estiman.

Interior del nuevo complejo de oficinas, en un render.

Interior del nuevo complejo de oficinas, en un render. / OUA Group

Desde OUA Group destacan que al margen de los usos, una de las grandes novedades es que la fachada, ahora muy opaca, será mucho más permeable y "se relacionará con la plaza", con una entrada centralizada desde el parque. Precisamente se creará un espacio exterior privado en el nivel de planta baja, se devolverá "el carácter de espacio público a la plaza, asumiendo que las oficinas aportarán actividad al barrio", añade un portavoz. De ese modo, las oficinas --de tipo flexible o 'coworking' para adaptarse a la necesidades de sus operadores-- aportarán vistas panorámicas del entorno, mientras que este se verá "revitalizado", mantienen. Otro aspecto que ponen de relevo es la rehabilitación que le dará una nueva vida con criterios de sostenbilidad.

Vecinos reivindicativos

Una vez el plan tenga el visto bueno municipal, las obras podrían durar unos 15 meses. El plan todavía debe acabar de perfilarse. Pese a los rumores en el barrio de que podría albergar también espacios de restauración en la cubierta, fuentes del proyecto indican que de momento no está contemplado, aunque pudiera ser una opción futura. Lo que los vecinos sí creen que se podrá introducir, tras haberles sido presentado el diseño, es su antigua reivindicación de destinar un pequeño espacio a la población más mayor del barrio, donde puedan pasar unas horas del día fuera de casa. Bartolomé Criado, presidente de la asociación de comerciantes del Turo Park, cree que esta demanda prosperará y compensará parcialmente el sufrimiento del vecindario en estas tres décadas.