En Sarrià

Barcelona adaptará un solar para dar cobijo a la única 'colla' de castellers que ensaya a la intemperie

La entidad, que nunca ha tenido sede fija desde que renació en 2016, se quedó en noviembre sin el gimnasio que les prestaba una escuela del barrio

Ensayo de los Castellers de Sarrià bajo la lluvia, el pasado viernes

Ensayo de los Castellers de Sarrià bajo la lluvia, el pasado viernes / David Torras

Carlos Márquez Daniel

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La imagen es muy fotogénica. Añadan la maravillosa banda sonora de Gladiator, el tema 'Now we are free', compuesta por Hans Zimmer, y tienen como resultado una postal épica, con los Castellers de Sarrià levantando una torre al raso, bajo la lluvia. Pero no es la gloria lo que buscan. Lo que le gustaría a esta joven 'colla', una de las ocho que existen en Barcelona, es disponer de un local, de un sitio cerrado en el que poder ensayar sus construcciones sin tener que depender de la meteorología, sin que los chavales, descalzos en invierno, lleguen a casa tiritando, preguntándose si no sería mejor apuntarse a judo. Y que la grandiosidad llegue en la plaza, en las fiestas. Maldita sequía, pero en su caso, tras semanas de entrenos a cielo abierto, bendita suerte la suya. ¿Hasta cuándo? Si nada lo impide, en los próximos meses dispondrán de una carpa que se colocará en un solar municipal abandonado. Paga el ayuntamiento.

La 'enxaneta' de los Castellers de Sarrià, en Sant Jaume, duranta las fiestas de la Mercè de 2023

La 'enxaneta' de los Castellers de Sarrià, en Sant Jaume, duranta las fiestas de la Mercè de 2023 / Joan Cortadellas

La escuela Frederic Mistral solía dejarles su gimnasio para ensayar los viernes, pero el centro educativo inició unas obras en noviembre y ese espacio se ha quedado fuera de la ecuación. Desde entonces, quedan en el patio de este mismo colegio, a cielo abierto, aunque también usan, los miércoles, el Teatre de Sarrià. "Nos dejan la entrada del local, pero empezamos siendo 20 o 30 y ahora somos casi 100, con lo que nos hemos convertido, y nos sabe mal, en una molestia", admite Bibi Solanes, presidenta de la 'colla'. También en primavera y verano ensayan en la plaza de la Vila, junto a la sede del distrito de Sarrià-Sant Gervasi, para asombro de los volquetes de 'expats' y nómadas digitales que se han instalado en el barrio en los últimos tiempos.

Sin sede; jamás

La 'colla' echó a andar en 2016, aunque ya tuvo una primera etapa entre 1999 y 2004. Nunca ha tenido sede social propia en la que ensayara o celebrar reuniones o actividades. A la vista de que el préstamo de la escuela tenía fecha de caducidad, por las obras en el cole, pidieron hora en el distrito para ver si el consistorio podía ayudar en algo. "Tardaron seis meses en recibirnos. Fue a finales de diciembre, y salimos sin nada concreto", resume Daniel Ortiz, vicepresidente de la entidad.

El ayuntamiento sí les cedió hace un año y medio una pequeña sala para guardar material en un edificio municipal sito en la calle de Canet, antiguo santuario de artistas de Sarrià. Pero la red de seguridad que usaban en el polideportivo del colegio sigue en el centro educativo, sin que la puedan usar en el exterior. Son conscientes de que no es fácil encontrar un local, ya que necesitan una altura de entre ocho y nueve metros.

Júbilo de los Castellers de Sarrià tras descargar con éxito una construcción durante la Mercè de 2023

Júbilo de los Castellers de Sarrià tras descargar con éxito una construcción durante la Mercè de 2023 / Joan Cortadellas

Le echaron el ojo a un antiguo taller mecánico situado justo detrás del mercado. Propusieron al distrito que lo comprara para lo que pudieran usar las entidades vecinales y culturales del barrio. No hubo suerte. El consistorio, en cambio, les planteó usar un edificio público junto a la Ronda de Dalt, pero está que se cae. Descartado. Tampoco convenció el antiguo mercado de Vallvidrera. Declinaron amablemente: el desplazamiento hasta Collserola acabaría desanimando a mucha gente. "No nos sobra nadie", sostiene la presidenta.

Bicibús: el plan descartado

Lo que finalmente sí ha aceptado el ayuntamiento, tal y como confirma a este diario un portavoz municipal, es la cesión de un solar de titularidad pública que queda justo encima de la parada de Ferrocarrils de Sarrià, en la calle del Cardenal Sentmenat. Es un espacio en desuso, junto al punto verde del barrio. Los impulsores del bicibús de la escuela Santa Isabel también lo reclamaron en el mandato anterior para aparcar las bicis. Les dijeron que no. La respuesta fue colocar casi un centenar de aparcamientos en U en la acera que están siempre vacíos porque las bicicletas se guardan dentro del colegio.

Los 'castellers' de Sarrià, en los vestuarios de la escuela Frederic Mistral, el pasado viernes, esperando que dejara de llover

Los 'castellers' de Sarrià, en los vestuarios de la escuela Frederic Mistral, el pasado viernes, esperando que dejara de llover / David Torras

El nuevo espacio, aunque los ''castellers' entendieron en una recuente reunión que tendrían que financiarlo ellos, se adaptará con dinero público. Será necesario no solo comprar la carpa (unos 50.000 euros, según Ortiz) sino también adaptar el suelo del solar. El ayuntamiento, sin embargo, recalca que habrá que esperar "unos meses" para poder acometer la obra. El equipamiento será provisional y también estará a disposición de otras entidades del barrio. Solanes no esconde su euforia ante la noticia: "Nos parece maravilloso poder acceder a esta solución, aunque sea provisional".

El video compartido en sus redes sociales de sus ensayos bajo la lluvia generaron no pocas reacciones amigas. Los Capgrossos de Mataró, los Castellers de Barcelona, la Jove de Barcelona o los Castellers de la Vila de Gràcia compartieron su indignación ante la falta de medios de sus hermanos de Sarrià. "La cultura popular hacemos ciudad, generamos tejido social, pero necesitamos que las instituciones nos faciliten herramientas y espacios para poder hacerlo", reclamaban los Castellers de Barcelona. No hay calendario, pero sí la promesa de que así será.