Los taxistas desobedecen el veto a la videovigilancia en Barcelona: "Anteponemos la seguridad a una multa"

La denuncia de una taxista que tuvo que ver a un pasajero masturbándose dentro de su coche ha avivado de nuevo la reclamación entre los profesionales de que se les permita poner videovigilancia en los vehículos. El reglamento del Instituto Metropolitano del Taxi (IMET) no permite colocarlas por ahora y antepone la privacidad de los clientes. No obstante, los robos y las agresiones que emergen con cierta regularidad y que revelan la desprotección del colectivo está extendiendo la instalación de cámaras de seguridad pese a que la norma se lo impida, explica el portavoz de Elite Taxi, Tito Álvarez, a EL PERIÓDICO. 

“Tenemos que desobedecer porque no nos dan ninguna alternativa”, lamenta el responsable de la asociación de profesionales del sector. “Cada vez se están instalando más cámaras y, cada vez más, la gente se está saltando una norma que no tiene sentido -critica Álvarez-. El IMET no tiene en cuenta lo que nuestras familias sufren cuando salimos a trabajar, porque ven lo que pasa, como el atraco de la semana pasada en que ahogaron a un taxista. Esto hace que el taxista desobedezca. La única forma de cambiar una ley injusta es desobedeciendo y es lo que la gente está haciendo, anteponiendo su seguridad a una multa del IMET”.

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Álvarez puntualiza que no le consta que el Instituto del Taxi haya sancionado a conductores que han dotado su coche con videovigilancia, como la taxista que pudo registrar al individuo que se masturbó en el asiento trasero. “Si no llevara cámaras, no habría tenido ninguna prueba para identificar a este señor”, recalca el portavoz de Elite Taxi. “El problema viene cuando debes pasar la revisión metropolitana, que te vean una cámara y no te la pasen. Entonces te la quitas, luego te la pones y se ha acabado. Es triste que tengamos que estar trampeando y buscando vacíos cuando es un tema sensible como la seguridad”, reprocha Álvarez.

El activista considera inaudito que el Área Metropolitana de Barcelona no haya regulado la videovigilancia en los taxis. “En el resto del Estado, el que quiere ponerse una cámara se la pone -comenta-. Solo debe cumplir con la normativa de protección de datos e informar a la Agencia Española de Proteición de Datos que tienes un equipo montado, que no se puede hacer uso de esas imágenes y se tiene que informar a los usuarios con carteles de que están siendo grabados, como en cualquier comercio o transporte colectivo”.

Mesa de seguridad

Elite Taxi ha exigido que se convoque una mesa de seguridad esta próxima semana. La plataforma avisa que volverá a convocar protestas para alterar el tráfico de Barcelona en caso de que no se comprometan soluciones para desbloquear los dispositivos que pide.

“Pedimos que nos den los datos de hurtos, robos y atracos en el taxi en 2023 -concreta Álvarez-. Pro lo más importante es que hubo una reunión en enero de 2021 en la que se acordó que se diseñaría un nuevo dispositivo actualizado del 112 y que se pondrían pegatinas identificativas de que el coche está conectado a la policía. Fue el acuerdo al que llegamos en una negociación en que nosotros queríamos cámaras y el IMET no. Pero no tenemos ni una cosa ni otra”.

Álvarez critica que la tecnología que une a los conductores con Emergencias tiene “20 años”. “Falla mucho, está obsoleta y va a desaparecer el año que viene. ¿Qué hacemos?”, se pregunta. El representante de los taxistas cree que, cuanto menos, unos adhesivos que dieran cuenta de que el vehículo está en señal con los cuerpos de seguridad resultaría disuasivo para evitar percances como el de este fin de semana.

En cualquier caso, Álvarez piensa que autorizar la videovigilancia y expandirla conllevaría el auténtico efecto preventivo contra la delincuencia y los ataques a los conductores. No obstante, se entromete el debate sobre la protección de la intimidad. “El IMET siempre se ha negado en redondo. Dice que las cámaras no se pueden poner bajo ningún concepto, pero en el transporte colectivo sí que las ponen. Piensa que el taxi tiene otra idiosincrasia, más personal, y que se rompería un poco la esencia del taxi. Puedo estar de acuerdo, pero ¿qué hacemos? Porque algo hay que hacer”, plantea.

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El portavoz de Elite Taxi matiza que “no está aumentando la inseguridad en el taxi”, aunque el desasosiego ha proliferado por las grabaciones de móvil y de las propias cámaras, que permiten dar testimonio de sucesos que antes quedaban sin registrar. “En comparación con 2019, los datos han mejorado mucho. No puedo decir a cuánta gente le pasa cosas y no denuncia, pero las denuncias han bajado. Eso no quiere decir que no se deban poner medidas para mejorar. Cuando conduces, no sabes a quién llevas detrás, es muy peligroso. Hay compañeros a los que los han hecho daño. Ha habido palizas, atracos… Y los seguirá habiendo”, advierte. 

El desagradable episodio sufrido por una taxista este sábado ha llevado a que algunos representantes políticos hayan expresado solidaridad con las peticiones del colectivo. Álvarez explica que, en las últimas horas, ha recibido el apoyo del portavoz de Junts en el Ayuntamiento de Barcelona, Jordi Martí, y del director general de Transportes y Movilidad de la Generalitat, Oriol Martori. 

“No pedimos que nos paguen nada -aclara el activista-. Asumiremos nosotros el gasto de las cámaras. Me he comprado un equipo y lo he asumido yo, porque con mi seguridad no juega el IMET ni nadie”. Álvarez dice que lo instalará en su taxi “tal como marca la ley”. “Si me quieren multar, iremos al juzgado. Los taxistas están instalando equipos y no minoritariamente”, asegura.