Fraude

Detenido en Barcelona por estafar más de 1,4 millones de euros haciéndose pasar por inversor en caballos pura sangre y perros de lujo

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Los Mossos detienen a un estafador en Barcelona

Los Mossos detienen a un estafador en Barcelona / Mossos

Germán González

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'Quique' en realidad era Fernando, pero dependiendo de la calle de Barcelona en la que estuviera se le conocía con una identidad u otra, o ninguna de esas dos. Y es que usaba más de un nombre para cometer estafas y por esto fue detenido por los Mossos d'Esquadra que lo acusan de apropiarse de 1,2 millones de euros mediante engaños. Sin embargo, los familiares de su principal víctima, un vecino de la calle Provença de Barcelona, han explicado a este diario que la cantidad podría ascender a más de 1,4 millones de euros que es la cifra que han denunciado. 

La policía remarca que el sospechoso, de 25 años, cometió presuntamente dos tipos de estafa. Con el vecino de la calle Provença, bajó la identidad E.A.V., se hacía pasar por inversor en animales de lujo mientras que en un inmueble de la calle Mallorca, con el nombre J.G.R., alquiló un piso de forma continuada del que no era propietario. Lo hizo hasta en 10 ocasiones.

A inicios de junio de 2022, una mujer alquiló un piso en la calle Provença de Barcelona. Como coincidía habitualmente con el arrendador en el portal de la finca, ya que él también vivía en el edificio, trabaron amistad y así el hombre conoció a la pareja de ella E.A.V. quien le comentó que se dedicaba al negocio de compra-venta de caballos pura sangre o perros de lujo y que residía en Miami.

De esta forma, el sospechoso propuso al arrendador invertir en el negocio y conseguir unos intereses importantes en un mes. La víctima le entregó en efectivo 133.180 euros y conseguiría 34.052 euros en intereses, mediante transferencia bancaria. Los Mossos indican que pese a aparentar un negocio muy lucrativo era una estafa en diferentes etapas.

El falso Yasin

 En la primera, E. A. V. convenció a la víctima de la inversión, con la promesa de intereses muy altos, pero este retorno de dinero no se produjo nunca y por eso el afectado se lo reclamó. Sin embargo, el sospechoso le comentó que no podía hacer la transferencia desde sus cuentas a Estados Unidos y que para devolver las cantidades pactadas sería otra persona de nombre Yasin, que tenía un local en Barcelona, quien le devolvería el dinero obtenido de la venta de estos animales haciendo el cambio de moneda y cobrando una comisión mediante cuentas monedero de casas de apuestas. 

En una segunda fase de la estafa, y dado que la víctima no pudo hacer la retirada de las cantidades pactadas en el local del señor Yasin, el sospechoso le dio instrucciones para que realizara esta retirada a través de otras casas de apuestas por tener beneficios fiscales aunque éste fuera un método mucho más lento de lo habitual. 

Para realizar estas retiradas supuestamente debía realizar un pago previo de unas cuotas en concepto de comisión por operación. Posteriormente dado que los cobros no se acababan haciendo dio la excusa de que debía cambiarse de empresa de apuestas ya que surgían dificultades de pago. Cada nueva casa de apuestas daba supuestos problemas para acabar materializando los pagos, y finalmente, según el señor EAV, tuvo que cambiarse de casa de apuestas en un total de 3 ocasiones.

Según el sospechoso, algunas de las tasas que le cobraban eran por verificación de usuario, verificación de tarjetas, certificación de cuentas, tasa por comunidad autónoma, tasa por retirada en efectivo y otras que se fueron alargando durante meses. Aseguraba que los pagos de estas tasas debían realizarse en un plazo de menos de 24 horas para no perder todo el dinero invertido, indicando que ninguno de estos pagos era a fondo perdido sino que se sumaban al importe del préstamo inicial, que le sería devuelto con sus respectivos intereses. 

El falso inversor

Para hacer frente a estos pagos la víctima tuvo que pedir dinero a su familia, amigos y préstamos personales. EAV para dar credibilidad a su engaño mostraba correos electrónicos y conversaciones con presuntos gestores de entidades bancarias y personal de las casas de apuestas. El detenido continuó presionando durante meses a su víctima para que realizara pagos urgentes, en menos de 24 horas que eran imprescindibles para poder recuperar la totalidad del dinero del préstamo. 

El denunciante dio todos sus ahorros para hacer frente a estos pagos, con un total de 90.43 euros invertidos y empezó a pedir también préstamos personales a familiares y amigos por un importe total de 146.180 €, sumando en total de 236.611 euros. En una tercera fase el detenido explicó que había tenido que cambiar de nuevo de casa de apuestas ya que había problemas para realizar los cobros. La metodología utilizada fue la misma exigiendo pagos para realizar verificaciones de datos y así poder retirar las cantidades invertidas, y cuando la víctima expresaba su desconfianza le mostraba conversaciones de correo electrónico o whatsapp con supuestos asesores de esta empresa.

En esta tercera fase, la víctima tuvo que recurrir de nuevo a su familia y amigos, solicitando múltiples préstamos personales para ir pagando las supuestas tasas, llegando a pagar 766.066 € para hacer frente a las tasas de la nueva empresa. Ante la demanda de explicaciones de la víctima el sospechoso informó de que se había transferido el dinero a una empresa de pagos por internet que los había retenido por un importe total de 1.343.000 euros. La víctima para hacer frente a las deudas personales contraídas tuvo que vender un piso de su propiedad

En declaraciones a este medio, familiares del vecino de la calle Provença que sufrió la estafa aseguran que la cantidad es mayor y que ronda los 1,4 millones de euros y lamentan que tras pasar a disposición judicial el sospechoso quedó en libertad con cargos, por lo que se sienten "desprotegidos". Además, remarcan que hace dos años cuando se inició la presunta estafa y que la víctima tardó unos seis meses en perder el dinero, llegando a vender su piso y sufrir un problema grave de salud a consecuencia del engaño.

La familia también remarcan que contrataron los servicios de unos detectives privados y de una abogada que fueron los que aportaron pruebas a los Mossos sobre la presunta estafa y que después los agentes lo detuvieron tras recopilar esta información. Señalan que existen supuestos indicios contra la pareja del sospechoso que no fue arrestada. El procedimiento judicial debe determinar la autoría del sospechoso así como establecer la cantidad perjudicada y si actuó sólo o no. El sospechoso ya no reside en Barcelona.

El falso arrendador

Los Mossos descubrieron que la identidad de EAV era falsa y correspondía a otra persona, JGR con domicilio en la calle Mallorca y que estaba siendo investigado por varias estafas de tipo inmobiliario a través de una aplicación/portal de compra venta de pisos. En concreto, los agentes acusaban al sospechoso de alquilar de forma reiterada el mismo inmueble situado en el Eixample.

En concreto, el sospechoso está acusado de 10 delitos de estafa este año. Se hacía pasar por las siglas JGR y tenía alquilada una habitación en un domicilio ubicado en la calle Mallorca. Ponía anuncios de alquiler del inmueble en un portal inmobiliario de internet y cuando el propietario no se encontraba en el domicilio, ya que es una persona que viaja con asiduidad, el detenido enseñaba el piso a sus víctimas aprovechando que disponía de llaves. Para cerrar con la máxima celeridad el trato, exigía realizar el pago con rapidez (casi en todos los casos en efectivo), y una vez efectuado, desaparecía y las víctimas no sabían nada más de él.

Con posterioridad las víctimas, de dirigirse al domicilio, comprobaban que no era un inmueble que se encontrara de alquiler ya que residía su propietario, que era una persona diferente a aquella con la que habrían formalizado el falso alquiler. Con esta metodología consiguió estafar a un total de 10 personas por un importe total de 63.950 €.

El falso Quique

Los agentes detuvieron al sospechoso que utilizaba el número de teléfono que servía de contacto en el portal inmobiliario para alquilar el piso con el que se hacían las estafas inmobiliarias y comprobaron por un lado que era la misma persona que había hecho la estafa en el distrito de Sarrià por la inversión en animales de lujo. Utilizaba identidades falsas, EAV y JGR, aunque en realidad es Fernando S.O. nacido el día 1 de julio de 1988, con 27 antecedentes policiales por delitos similares de estafas y usurpación de estado civil.

Sin embargo, a Fernando lo conocían como Quique y con ese nombre pudo usurpar identidades. La de JGR la consiguió gracias a un compañero de trabajo con el que tenía confianza y que le cedió copia de su DNI y el número de cuenta bancaria cuando le convenció para invertir dinero. Posteriormente, la víctima de esta suplantación de identidad se dio cuenta de que el tal Quique había contratado varios créditos a su nombre sin autorización con estos datos.

En cuanto a la identidad de EAV, la persona con estas siglas y el detenido habían coincidido hacía años cuando el sospechoso era entrenador de un equipo juvenil de fútbol donde EAV jugaba.