El comercio de Barcelona, arrastrado a anticipar el Black Friday: “Esto ya es un escándalo”

Las tiendas de Barcelona han empezado ya a lucir carteles con descuentos del ‘Black Friday’, días antes de esta fecha consolidada a nivel internacional. Y es que la ‘Black Week’ impulsada este año por Amazon y rápidamente adoptada por otros grandes portales de comercio online ha acabado arrastrando a los negocios a pie de calle. El calendario de la campaña navideña se desdibuja definitivamente este 2023, como ya sucedió con las rebajas de enero, y empequeñece el pistoletazo de salida local con el encendido de luces de Navidad este jueves.

Gran parte del tejido comercial ha asumido el adelanto del Black Friday, tanto entre las grandes cadenas como en tiendas de barrio. “Alrededor de un 40% de comercios se acabará sumando”, estima Pròsper Puig, presidente de Barcelona Comerç, que matiza que muchos empresarios lo hacen a regañadientes, “por presión de sus competidores”. “Cada uno sigue su estrategia, hay marcas que han empezado la Black Week este lunes 10, otras ya el fin de semana anterior… Es random total. ¡Incluso se anuncia en vuelos de avión o préstamos!”, ejemplifica Joaquim de Toca, portavoz de Barcelona Oberta, la entidad que agrupa al ‘retail’ del centro de la capital.

Los dos portavoces del sector en Barcelona recelan de una estrategia importada de Estados Unidos y avisan que aquí las promociones apenas incrementan las ventas, sino que las adelantan a costa de reducir el margen de beneficio que sostiene a las pequeñas empresas. Las tiendas de ropa, coinciden, son las que más han aprovechado el adelanto para compensar la acumulación de stock de invierno a causa de un inicio de otoño seco y caluroso.

Viernes 24 y sábado 25, los días fuertes

Pese a la disparidad imperante, De Toca vaticina que “la mayoría de comercios empezará la campaña de Navidad este jueves-viernes” y que los días más fuertes de ventas a pie de calle serán el viernes y el sábado. “La mayoría de gente ya tenía en mente que este fin de semana habría descuentos y se lo había guardado para ir de compras, por mucho que ahora adelantes el Black Friday no cambiarán de planes”, advierte.

Por otro lado, recuerda que colocar el cartel en el escaparate no obliga a rebajar precio de todos los artículos, sino que cada negocio elige qué necesita liquidar ahora y qué puede esperar: “El stock es un factor importante, por ejemplo habrá muchas ofertas en ropa porque se ha acumulado mucho género de invierno sin vender y tiene lógica darle salida cuanto antes para no tener que rematarlo muy barato en enero”, analiza. “¡Y si por fin hace frío a finales de semana, se animará la venta de abrigos!”, apostilla.

Sin Día de Acción de Gracias “es ridículo”

“Esto ya es un escándalo, el Black Friday era un día, ahora es una semana… y acabará siendo todo el mes de noviembre”, protesta el presidente de Barcelona Comerç, fundación que agrupa todos los ejes de la ciudad y da especial voz al comercio de proximidad. Puig es taxativo: “Es ridículo hacer tantas ofertas justo antes de la época de mayor esplendor comercial, en Estados Unidos sí tiene sentido porque el ‘viernes negro’ es el día después de Acción de Gracias [que se celebra este jueves]”. En definitiva, allí nació con la misma función que tienen aquí las rebajas de después de Reyes.

Barcelona Comerç advierte que los descuentos agresivos del Black Friday no siempre son trigo limpio. “Yo veo rebajas del 60% y del 70% que no entiendo, o antes habían inflado precios o estos números no los aguanta ninguna empresa”, sostiene Puig. Aplaude que la Generalitat de Catalunya incremente los controles de la campaña navideña, aunque la evolución del mercado deja anacrónica la estricta reglamentación de las rebajas: “Los grandes de la moda prácticamente pueden fabricar la semana antes lo que quieran vender el Black Friday, ¿cómo puede verificarse el cálculo de un descuento si no hay precio original?”.

Los pequeños negocios, en cambio, siguen comprando el género por temporadas enteras. “El Black Friday se aplica a dos ligas que juegan muy diferente”, critica. “Antes ponías un cartel en el escaparate y se activaban las ventas, ahora esto lo hemos perdido. Y es culpa nuestra, del propio sector, que deberíamos hacer una reflexión y ponernos de acuerdo en vez de dispararnos al pie”, lamenta.

¿Avanzar las luces?

El encendido de las luces en Barcelona llegará, pues, con la campaña de Navidad ya en marcha. Y con otras ciudades ya iluminadas, como Badalona, que estrenó su mediático árbol de Navidad este sábado. Londres y París encienden su alumbrado por calles, en diferentes fechas: la City empezó ya la primera semana de noviembre y la Ciudad de las Luces a mediados de mes. Por el contrario, Madrid también lo hará este jueves. Que la capital catalana siga asida a la víspera de un Black Friday desdibujado no genera oposición entre los comerciantes, por ahora, aunque sí opiniones diversas.

Barcelona Comerç no ve necesidad de activar antes la decoración lumínica en Barcelona: “Acabaríamos incluyendo todo el noviembre, no hace falta”. Por el contrario, Barcelona Oberta se muestra más receptiva y por ejemplo señala que el paseo de Gràcia hace semanas que tienen instaladas sus luces. “Podría haberse aprovechado, en este caso”, razona De Toca.

En esta línea, la entidad defiende recuperar el horario de 2021 hasta medianoche los fines de semana y una hora antes en laborable: “Ayudaría mucho a la restauración”. Sin entrar en la vertiente ecológica del recorte aplicado en 2022 y 2023, relativiza el impacto económico de un ajuste de fechas u horarios: “Instalarlas es una enorme inversión, al final lo de menos es el consumo extra que supondrían unas horas o unos días más”. 

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