Efectos del proyecto de la L8

Batalla por el parque de Joan Miró: el ayuntamiento no halla alternativa para el centro de obras de los FGC

Los vecinos rechazan que se instale en la arboleda del recinto incluso si los ejemplares afectados se replantan en otro lugar

Los vecinos del parque de Joan Miró piden que se mantenga la arboleda

Un tercio del parque de Joan Miró estará cerrado años por las obras de los FGC

Movilización vecinal la pasada primavera en el parque de Joan Miró.

Movilización vecinal la pasada primavera en el parque de Joan Miró. / Jordi Otix

Patricia Castán

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La batalla que libran los vecinos del entorno del parque de Joan Miró se recrudecerá en los próximos meses si el Ayuntamiento de Barcelona no da con un emplazamiento alternativo para ubicar el centro de obras y operativa vinculada a la faraónica intervención de la línea 8 de los Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC). "No aceptaremos que se instale en la arboleda del parque", ha señalado a este diario un portavoz de la plataforma Salvem el Parc Joan Miró, tras la reunión mantenida entre diversas entidades vecinales y la primera teniente de alcalde de Urbanismo, Laia Bonet. El consistorio está valorando "todas las alternativas de localización, incluido el propio parque", ha explicado a este diario. Pero los representantes vecinales han sido informados, aseguran, de que cualquiera de esos 'planes b' generaría mayor impacto en términos de ruido y contaminación.

A la salida, la plataforma, que iba de la mano de Eixample Respira y otras asociaciones del distrito, ha calificado de "decepcionante" el encuentro. Hace poco se reunieron con representantes del Departament de Territori de la Generalitat, responsable de las obras para ampliar la estación de FGC de la plaza de Catalunya y la creación de un túnel de cuatro kilómetros que amplíe la línea hasta Gràcia. Les dijeron que el emplazamiento final lo debía establecer el consistorio. Ya en el anterior mandato municipal, el ayuntamiento se comprometió a tratar de hallar un emplazamiento consensuado.

No obstante, el planteamiento de Bonet no les ha convencido. Según fuentes municipales, "se ha explicado que en estos momentos prosiguen los trabajos técnicos para cerrar una propuesta que implique el menor impacto posible sobre este ámbito de la ciudad". "Se están valorando todas las alternativas", han añadido, y en el caso de los árboles (inicialmente se habló de 178 ejemplares afectados entre talas y replantaciones en otros enclaves) "también se están analizando diferentes opciones con el objetivo de salvar el máximo número".

Pero la plataforma que encabeza la reivindicación de hallar otro emplazamiento para el centro de obras (oficinas, almacén, maquinaria, movimiento de tierras...) está enojada porque afirma que les han comunicado que "el resto de localizaciones están descartadas por su impacto acústico para los vecinos". Y que la opción de Joan Miró sigue siendo la más viable. Algo que ellos no comparten, en tanto que la zona de la arboleda, más allá de la tala, tiene usos para la comunidad y es de las pocas del parque (pendiente de reformas) que cuentan con el beneplácito vecinal en su actual estado.

La misma portavoz añade que el espacio que defiende el consistorio tiene demasiado cerca un colegio, así como un instituto (Ernest Lluch) con más de un millar de alumnos que utilizan la zona en horarios de recreo. Insisten en que el barrio está necesitado de áreas verdes por su elevada contaminación y eliminar vegetación sería contraproducente.

Otros posibles enclaves

Como alternativa, los afectados plantean ubicar el centro de obras en la calle de Tarragona con Diputació, junto al centro comercial Arenas, porque en su entorno hay oficinas; o bien en los recintos de la Fira pendientes de eliminar, junto a la calle de Lleida. Opinan que allí el impacto sería menor. "Lucharemos para que el parque no se toque", añaden, con la vista puesta en una reunión vecinal que celebrarán el próximo día 10 para acordar nuevas acciones al respecto.

La promesa de Bonet de minimizar la intervención en el parque, reduciendo su invasión a 18 o 20 meses (pese a que el conjunto de los trabajos durará años) y en el menor espacio posible (inicialmente se habló de una tercera parte del recinto) no ha bastado a las entidades. Tampoco la idea de que durante ese periodo se podría trabajar colectivamente para desarrollar el proyecto de transformación del parque, pendiente desde hace años. Y con espacios por resolver, como la parte trasera de la biblioteca o el parque de bomberos.

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