Vecindarios movilizados contra el ruido debaten demandar a Barcelona por "inacción" este septiembre

La movilización vecinal contra el ruido nocturno en Barcelona, que incluye múltiples barrios y circunstancias, se encamina hacia los tribunales. Una de las entidades más activas, Stop Concerts, presentará una segunda demanda contra el Ayuntamiento a finales de mes. Mientras ultima los preparativos, colectivos del resto de la ciudad debaten si se adhieren a esta judicialización para forzar una respuesta municipal contundente.

Las medidas hasta ahora impulsadas no han apaciguado este frente de batalla vecinal. Es más, vecinos y consistorio discrepan sobre su efectividad. El 7 de septiembre los tenientes de alcalde Laia Bonet y Albert Batlle hicieron balance del despliegue en julio y agosto del Pla Endreça, una batería de acciones que, entre otras cosas, apuesta por una mayor capacidad sancionadora a los incívicos. Según dijeron, la Guardia Urbana ha puesto un 36% más de denuncias por consumo de alcohol en la vía pública y un 19% más por realizar necesidades fisiológicas en la calle, además de doblar las denuncias por pintadas.

Sin embargo, las entidades vecinales aseguran que este verano ha sido más de lo mismo. Y el hartazgo ante el ruido y la falta de descanso está llegando a tal punto que algunas hace tiempo que se plantean demandar al ayuntamiento por inacción. Por ahora es una declaración de intenciones, excepto para Stop Concerts, asociación surgida por las molestias de los festivales musicales en el Parc del Fòrum.

Demanda este septiembre

En junio del 2021, junto a Moviment Diagonal Mar, interpusieron una primera denuncia por contaminación acústica que iba dirigida contra los tenientes de alcalde Jaume Collboni y Jordi Martí y el concejal del distrito, David Escudé. Hace justo un año se archivó por falta de indicios. Ahora preparan una segunda demanda “con más consistencia y más datos”, que presentaran a finales de mes. “Esperamos que sea más efectiva que la primera”, confía Enric Navarro, presidente de Stop Concerts, que avanza que está en contacto con otras entidades que podrían sumarse a la acción. “Cuando no te hacen caso, solo queda el recurso que la justicia ponga orden”, añade. 

Efectivamente, otros vecinos ya se plantean acabar en los tribunales. “La única opción viable es denunciar al ayuntamiento por inacción, porque no hacen nada”, afirma Jordi Badia, portavoz de SOS Enric Granados. “Si continuamos así, acabará haciéndose la demanda”, admite Teresa Picazo, de la asociación de vecinos del Gòtic. “A ver si así toman consciencia que esto debe solucionarse. Estamos muy hartos”, añade Jero Lorenzo, portavoz de SOS Triangle Golfo. 

El precedente de Málaga

“Además –recuerda Badia– ya hay jurisprudencia. En Málaga han condenado al ayuntamiento en segunda instancia”. Se refiere al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, que en mayo ratificó una condena por inactividad ante las reclamaciones de algunos vecinos que se quejaba del ruido de los locales de ocio nocturno en el centro de la capital. Ahora el consistorio de la Costa del Sol debe indemnizar a tres vecinos con 13.440 anuales desde el dictado de la sentencia “hasta que se lleven a la práctica las medidas que de manera efectiva hagan desaparecer las molestias derivadas del exceso de ruidos”. 

Una reivindicación emergente

El ruido, sobre todo de los locales de restauración y del ocio nocturno, ha emergido como una de las reivindicaciones estrella de las organizaciones vecinales. El 16 de junio del pasado año diferentes entidades convocaron la primera concentración unitaria en la plaza Sant Jaume en defensa del derecho al descanso. Y en abril, un proyecto de la escuela universitaria Elisava reveló que el 90% de los sonómetros de la ciudad superan la media diaria que recomiendan la OMS y la Comisión Europea.

Picazo recuerda que tres años atrás, vecinos afectados de Ciutat Vella realizaron una consulta legal a la Associació Catalana contra la Contaminació Acústica (ACCCA). Tiempo después, se creó la Xarxa Veïnal Contra el Soroll (XAVECS), que aglutina asociaciones y vecinos de toda Barcelona. Poco antes del verano, en una reunión de esta plataforma se volvió a hablar de una posible demanda al ayuntamiento. Es un tema recurrente en sus reuniones.

“Se ha puesto sobre la mesa, pero por ahora solo es una idea y se están priorizando acciones individuales”, admite Miquel Prats, miembro de la Xarxa Veïnal del Raval y portavoz de la XAVECS. Apunta que al no ser una asociación formalizada, unido a la falta de tiempo, personal y presupuesto, no han tirado adelante la denuncia. No obstante, Lluís Gallardo, abogado de la ACCCA y miembro fundador de Juristas contra el Ruido, lo ve viable. “Se puede argumentar y defender holgadamente, porque el incumplimiento es clamoroso. El nivel de ruido que algunos vecinos soportan es inhumano”, afirma.